Apatía La neuropsicología

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Los cambios fisiológicos son los que indican o informan lo que se siente. Sin embargo, otros investigadores indican que las emociones suceden muy rápidamente y que en ciertas ocasiones no permiten tomar conciencia de lo que está ocurriendo. La reacción rápida puede, a veces, salvar la vida o, en ocasiones, provocar un desastre. Para evitar no reaccionar en forma abrupta, Damasio (1999), neurólogo y neuroanatomista, indica que este fenómeno se puede explicar al afirmar que la evolución fue desarrollando un mecanismo que posibilita reaccionar, decidir de inmediato y actuar rápidamente para sobrevivir. Añade, que en esas situaciones no hay tiempo suficiente para planear, pensar conscientemente y luego decidir. Uno de los mecanismos, que propone el neurólogo es el marcador somático, el cual se desarrolla a lo largo de la vida. Los marcadores influyen en el proceso de decisión y lo dirigen hacia los resultados más convenientes para el individuo en las situaciones que debe enfrentar.

A manera de ejemplo, se explica que hechos específicos como un despido, puede desencadenar en una depresión profunda en una persona, pero no necesariamente lo mismo le ocurrirá a otra, en función de la interpretación que haga de las circunstancias gracias a su corteza prefrontal. Por lo que, la neuropsicología ha brindado evidencia sobre el papel que desempeñan las cortezas prefrontales derecha e izquierda sobre la emocionalidad y el estado de ánimo. Es el hemisferio izquierdo el que parece estar más relacionado con las emociones afectivas positivas como la alegría, optimismo, entre otros (Fox, 2004).

Volviendo a Schadenfreude, Ramírez (2016) explica que suele pasar cuando se tiene envidia, alivio (por lo menos no me pasó a mí), venganza o justicia, baja autoestima, competitividad o rivalidad. Por lo que, recomienda no sentir culpabilidad, regular las emociones y no creer que somos malos ante la alegría de las desgracias ajenas. Una desgracia moderada es aceptada, pero ciertamente una desgracia grave despierta en nosotros la compasión. Por ejemplo, una enfermedad terminal no nos alegra, a menos que sea una persona que le haya hecho daño, pero aun así, ocasiona un lamento. En términos más simples, se considera normal y humano sentir Schadenfreude.

En conclusión, los avances recientes en el campo de la neuropsicológica y de las emociones tratan de explicar la conducta emocional. Estos estudios facilitarán la comprensión de Schadenfreude y otras actuaciones de los seres humanos que son clasificadas como desórdenes psicológicos. En mi opinión personal, las emociones como bien dice Damaso(1999) no siempre expresan los sentimientos. Muchas personas ante una desgracia o noticia triste suelen reírse sin controlarse. La explicación es que su estado anímico (tristeza) le produce esa reacción. Entonces, no siempre Schadenfreude suele ser por falta de compasión o ética, es una reacción diferente ante las desgracias de los demás.

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Referencias

Damasio, A. (1999). The Feeling of What Happens. New York: Harcourt, Inc.

Definición. De (2008). Neuropsicología. Recuperado de definicion.de/neuropsicología/

Fox, J. (2004). Identifying emotions in faces: a developmental study. Intel Science Talent Search.

Levav, M. (2005). Neuropsicología de la emoción. Revista Argentina de Neuropsicología, 5. Recuperado de http://www.revneuropsi.com.ar/pdf/levav.pdf

Ramírez, P. (2016). Schadenfreude o el placer de ver caer los demás. Recuperado de http://blogs.elpais.com/plena-mente/2016/08/schadenfreude.html

Umpierre, J. (2005). Neuropsicología de las emociones. Recuperado el 20 de marzo de 2010, de http://geroupr.com/Neuropsicolog_a_de_las_Emociones.ppt