CHINCOLITO
Enviado por Jillian • 25 de Diciembre de 2018 • 1.290 Palabras (6 Páginas) • 304 Visitas
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Sabía que el niño iba a estar bien . Una familia francesa hace mucho esperaba que le enviaran un niñito y estaban estudiando su petición. –le había dicho la asistente-Claro que iba a estar bien ,¡el mundo le esperaba!
Estaba bien lo que había echo, ¿que futuro tenía el niño viviendo hay con él? ¿qué le podía ofrecer ? Una ventana con vista al mar, tuercas lápices, cuaderno, aguas de yerbas, un zapato para jugar..., y el cariño de un viejo que nunca llego a tener hijos y que cualquiera de estos días se nos va para el otro barrio.
¿Y después quien habría cuidado al Chincolito?.
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Pasaron los años, largos y lentos .Cinco, diez , doce ,quince. Don Efraín tenía ya casi todo el pelo blanco. Seguía arreglando teles y radios ,pero ya la ciática no lo dejaba hacer muchas instalaciones. La señora Katia siempre lo venía a ver y más seguido que antes desde que se quedo viuda. El la ayudaba con los bolsos los días de feria y los domingos la iba a dejar a su casa después de misa
- ¿Qué será del chincolito?- le preguntaba de vez en cuando doña Katia mientras tomaban mate -Capas que lo haya adoptado la familia de un militar-decía esperanzada.
Don Efraín se imaginaba a su chincolito vestido de uniforme, y peinado a la gomina , al frente de un gran barco de guerra atravesando el atlántico.
- O capas que haya ido a caer a una familia comunista- decía media asustada, chupando su bombilla
Y al viejo ya le parecía verlo ,subido en un estrado, donde apenas se veía , dirigiéndole una arenga a sus compañeros de colegio, por los derechos de los estudiantes y todo ese menjunje.
- Capas que ya esté hasta pololeando- comentaba doña Katia con picardía.
Y entonces la imaginación le traía a su pensionista, en una plaza llena de flores .De la mano con una niñita rubia que le sonríe mientras él le pintaba un retrato.
Bueno, en resumidas cuentas feliz, donde fuera y con quienes estuviera don Efraín solo quería imaginarlo feliz. Pero sus labios solo traslucían siempre un tímido
- Va a saber uno que será del chincolito.
Don Efraín subió su cerro levantándose el cuello del abrigo porque era invierno y el viento de la tarde siempre lo hacia toser. Cerro la puerta detrás de él y fue hacia la estufa y empezó a echarle leña para prender fuego. Empezó a soplar y cuando el fuego ardió se enderezo sobándose la cintura. En el aire había un aroma extraño , así como una loción muy suave y don Efraín miró hacia todos lados para ver de donde venía .Solo entonces advirtió lo que no había visto antes. Sobre el piso habían dos maletas y una guitarra eléctrica y detrás de ellas un bulto negro que parecía rígido sentado en la esquina mas oscura de la habitación .Don Efraín se quedo escarchado de espanto ,con los ojos redondos , fue retrocediendo a medida que el extraño se incorporaba delatando su enorme estatura , oscureciendo todo con la sombra agigantada su abrigo . Una gorra negra llena de botones de colores le ensombrecía el rostro. Se la quito suavemente dejando al descubierto una desordenada cabellera colorina .Al fin la luz dio de lleno en la cara ,una cara rosada llena de pecas , con una sonrisa amplia y cálida .Le miraba emocionado ,extendiéndole la mano .Don Efraín escucho su voz y sintió que el corazón le daba un brinco aunque no entendió muy bien que dijo ...pero fue algo así como...
-Monsieur...me recuegda...monsieur.
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