El Converso.

...

- Lucas ¿para qué me mandaste llamar, a quién debo patearle el culo?

- A este maricón que está a mi lado, se cree muy fuerte y además dijo que tu madre era fea como vómito de gnoll fermentado.

- ¡Mi madre no es fea pedazo de mierda! - Con su chillona voz el goblin grita mientras carga a toda velocidad contra el encapuchado, de un salto gira dando vueltas en el aire con sus navajas empuñadas, formando un mini torbellino verde cortante, el almirante tuvo que hacerse a un lado para no salir herido. Esta vez el encapuchado se pone en guardia al ver que el goblin intentaba arrancarle la tráquea. Con un rápido movimiento de sus manos dirige sus dagas hacia la criatura intentando arrancarle los ojos, pero el pequeño es ágil y echando atrás su cabeza lo esquiva mientras dirige una patada a la entrepierna del silencioso hombre, que la detiene con una mano mientras con la otra se cubre la cabeza de un golpe dirigido a su sien que lo habría matado en el acto.

- Hey, hey Lucas, todavía no muere, es bastante decente, jaja. ¿En serio quieres que lo mate?

- No, sólo enséñale que no es más que un campesino idiota.

Volviendo la mirada al hombre ahora en guardia el goblin se abalanza, cuando de pronto al dar dos pasos se esfuma ante la vista del joven quien intenta hacer lo mismo sin embargo el goblin ya estaba tras él y con un potente golpe en los riñones y una patada en la entrepierna lo manda directo al suelo, mientras el encapuchado se compunge de dolor en el suelo el goblin rápidamente corre por su espalda para tomarlo por el cabello y poner su hoja en la garganta.

- Tu mamá es fea, la de Lombriz no, perra.

- Bien y es así como te han pateado el culo. Ahora vienes con nosotros y quiero ver tu cara llena de risa. Ahora súbanlo al barco, los demás vamos todos a beber. A otra cosa, no intentes huir del barco, Lombriz te encontrará y esta vez lo dejaré que te mate.

Mientras dos hombres llevan al muchacho arrastrando al barco los demás piratas empiezan la borrachera, no tardan mucho en llevarse a unas cuantas mujeres al segundo piso para armar una orgía en toda regla. Y así ladrones, asesinos, en fin piratas se pasan la noche de fiesta, borrachos de alcohol y de sexo, como despedida para afrontar la dura travesía que les esperaba al día siguiente.

Con el sabor de la sal en los labios y el sol cegándolo el joven despierta.

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- Oh miren quién despertó, ya estábamos pensando en decirle a Tufo que te despertara con un besito.

- Ya me tienes en el barco, que más quieres.

- Yo sólo pido una cosa, tu vida, de ahora en adelante eres miembro de esta tripulación y mientras yo viva tú estarás bajo mis botas, me perteneces al igual que todo en esta nave.

El joven ya incorporado busca entre sus ropas las armas que cargaba pero no encuentra nada.

- Si buscas tus armas… te las hemos quitado todas, y vaya si fue un duro trabajo, a quién se le ocurre guardar una aguja con veneno en la hebilla del cinturón, no has pensado que te puedes pinchar tú mismo cuando estés apurado por ir a mear o ¡peor aún! pinchar al marinerito. Ahora muchacho ¿cómo te llamas?

- Ya no tengo un nombre.

- Vaya, también salió dramático. Di tu nombre de una jodida vez ¿crees que tengo todo el día para perder aquí?, soy un capitán sabes, debo dirigir un barco.

- Neithan.

- Bien Neithan, desde hoy te llamas pesadilla. Nunca vi a alguien moverse tanto estando dormido. Ahora si te suelto… ¿te portarás bien o intentarás hacerte el rudo igual que ayer?

- No haré nada, de todos modos no tengo armas.

- Bieeen, eso me gusta oír. Ahora ponte a trabajar. Hey Lombriz hazte cargo del novato, si escapa o la caga cortare tus verdes pelotas ¿me entiendes?

- Lombriz entiende, ahora Pesadilla ven aquí, trata de escapar y Lombriz te castigará, cágala y lombriz te castigará, habla mal de la mamá de Lombriz y Lombriz te castigará.

Con esto dicho el goblin avanza dando pasitos hacia unas escaleras que llevan al interior del barco, con Neithan siguiéndolo de cerca, empiezan sus días de trabajar y sus noches de aprender combate del goblin, siempre intentado matar al pequeño, sin embargo el goblin ni siquiera se toma el combate en serio. En la noche del sexto día el capitán hace que todos los pasajeros suban a la cubierta principal y desde el timón empieza con su discurso:

-- Como todos sabrán somos piratas y los piratas hacemos cosas de piratas, como robar, matar y un largo listado de cosas malas, en fin somos tipos malos de los que se apunta con el dedo. Pero somos los únicos que les hemos ofrecido una vía de escape con la muerte acechándoles en la puerta de sus casas, ni reyes, ni caballeros en brillante armadura, fuimos nosotros los desaliñados, sucios y malvados los que salvamos sus despreciables vidas, sin embargo eso no nos hace buenos, lo hacemos por dinero, así que mientras ustedes están aquí mi gente está saqueando todo su equipaje en busca de dos cosas básicamente, posibles contenedores de plaga o algo que siquiera nos dé la impresión de que pueda ser peligroso para nuestra supervivencia y por supuesto lo que sea tengan con ustedes que valga algo de dinero. Pero no piensen mal de mí o de mis camaradas, somos piratas y es lo que debemos hacer, no queremos ser el motivo de risa de las cantinas de bahía del botín, ¿qué clase de piratas seríamos si no les robáramos?

- ¡Pero te pagamos pasaje! - Se oye una voz de entre las personas en cubierta.

- Te pagamos un pasaje muy caro, no soy ningún campesino, soy un hombre importante que controla todo el comercio de hierro y estaño de Trabalomas, te pagué casi tu peso en oro, no me puedes robar. - De pronto una mancha verde salta girando ante el hombre para rebanarle el cuello, mientras los borbotones de sangre salpican a los que están cerca produciendo una pequeña histeria que es acallada por la fuerte voz del pirata.

-- ¡¡SILENCIO!!, que aún no termino de hablar, bueno les mencioné que además de ser ladrones somos asesinos y mi pequeño amigo es experto en eso. Así que ¿alguno más tiene alguna queja?... Bien, como lo pensé, ahora déjenme terminar. Bueno