LA LAVANDULA

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5. CULTIVO:

En plantaciones extensivas la lavanda es un planta que aguanta bien la sequia. Plantada en secano, solamente necesitan regarse cuando se plantan los esquejes hasta que estos arraiguen bien. Una vez en el terreno tiene suficiente con el agua de lluvia aguantando hasta con un régimen de precipitaciones de hasta 300ml anuales.

Las plantaciones sometidas a un riego moderado mensual durante la época de crecimiento aumentan la producción llegando a producir el doble que aquellas realizadas sobre secano. El mejor riego es el goteo y se ha de evitar el riego por aspersión que puede desarrollar hongos.

Puede plantarse en lugares con lluvias abundantes pudiendo aguantar hasta 1200 litros anuales siempre y cuando la tierra tenga un buen drenaje.

6. UTILIZACIÓN:

En cultivos extensivos se utiliza por sus flores y para la extracción de aceite esencial y como planta medicinal. Es una planta muy utilizada por los apicultores para elaborar la miel de lavanda. Como planta de jardinería se utiliza para jardines, parterres y terrazas puestas al sol, preferentemente de naturaleza seca. Es la planta ideal para la decoración de zona de pendientes rocosas, soleadas y secas con tierra de naturaleza calcárea. Ideal para la confección de setos de baja altura dado que admite la poda.

7. CLIMA Y EMPLAZAMIENTO:

En su hábitat natural la lavanda crece en terrenos secos y soleados, llenos de piedras junto con otros arbustos. Prefiere los suelos pobres de naturaleza cálcarea y bien sueltos a los suelos profundos y fértiles. En estos últimos la planta crece más pero produce menos aceite esencial.

El terreno ideal es aquel que permite un perfecto drenaje por lo que, si es posible, es mejor plantarlas sobre laderas inclinadas y buena ventilación.

Se evitarán los terrenos arcillosos y aquellos que permiten un estancamiento del agua. Es un planta que debe cultivarse en lugares cálidos, puesto que aguanta temperaturas de -10 y – 15 grados, estas no favorecen la producción de aceites esenciales.

8. REPRODUCCIÓN:

-Reproducción por semillas: Una de las formas de propagar la lavanda es mediante semillas. Aunque puede plantarse directamente sobre el terreno, lo más habitual es hacerlo en semillero para luego trasplantarla en el emplazamiento definitivo. Para ellos en lugares cálidos, plantaremos las semillas en otoño y las trasplantaremos a principios de la primavera. En lugares más frescos deberán plantarse en primavera y se trasplantaran a finales de verano.

En lugares más fríos pueden realizarse una plantación en invernadero en primavera. Cuando las plántulas pueden manejarse bien, se trasplantarán en una maceta que debe resguardarse todo el invierno en el interior. A finales de la próxima primavera pueden trasplantarse en el exterior.

En todos los casos para que se produzca una germinación adecuada, debemos procurar mantener una humedad constante y una temperatura que se mantenga entre los 11 y 30 grados. A 15 grados de media la germinación se produce de 30 a 90 días. La tierra utilizada deberá ser ligera y estar muy suelta. Las semillas se cubrirán ligeramente y se regará con mucha frecuencia.

-Reproducción por esqueje: Es la forma habitual de propagar la lavanda. Se realiza a principios de primavera, utilizando esquejes tiernos de unos 15 cm de longitud. En lugares más fríos la plantación se realizará a mitad de verano en cajoneras con esquejes semitiernos, siendo conveniente proteger los plantones en el interior durante el invierno para trasplantarlos a finales de primavera en el emplazamiento definitivo. De un modo u otro, para un buen enraizamiento, deberá mantenerse una humedad constante hasta que las plantas hayan arraigado bien.

-Reproducción por acodo: Se realiza a finales de verano y consiste en doblar una rama desprovista de hojas, enterrarla en el sustrato para que produzca raíces. Una vez arraigada se separa de la planta madre y se trasplanta en el lugar definitivo.

9. RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN:

La recolección de las flores se efectuará a partir del segundo año de floración entre los meses de junio y septiembre. Se debe cortar la flor en días secos.

Se secará a la sombra y se conservara en recipiente herméticos y secos al amparo de la luz.

10. PLAGAS Y ENFERMEDADES:

Las principales plagas que afectan a la lavanda:

Meligetes: Son dos tipos de escarabajos que atacan las flores de la planta. El tratamiento supone el uso de pesticidas como el paration, antes de que aparezcan las flores.

Sophronia humerella: Se trata de una mariposa cuyas larvas se comen los brotes nuevos. Se puede aplicar un pesticida.

Cecidomia: Es la principal plaga que afecta a la lavanda. Se trata de una mosca cuyas larvas penetran dentro de la rama y los tallos lo que produce la podredumbre de los mismos y la muerte de la planta. El tratamiento requiere la aplicación de un insectida adecuado durante el invierno o principios de la primavera para eliminar la mosca antes de que ponga los huevos.

Cuscuta: Es una planta parasita que produce unos órganos de succión denominado haustorio que extrae la savia de la planta. Puede eliminarse manualmente antes de que haya invadido el campo o, si es necesario utilizar herbicidas.

Las principales enfermedades que afectan a la lavanda son hongos:

Phoma: Es un hongo que se reproduce fácilmente causando estragos entre los cultivos de lavanda. Este tipo de enfermedad obliga a quemar las plantas infectadas.

Armillaria Mellea: Es un hongo responsable de la podredumbre de las raíces a las que ataca alimentándose de las mismas y robándoles el agua y los nutrientes. Ataca a muchos árboles más. La prevención principal para la lavanda es conseguir que el terreno tenga un buen drenaje de madera que el agua no se quede encharcada en las raíces.

Moho gris: Produce podredumbre de las flores cuando las condiciones ambientales de humedad son muy altas. La solución se encuentra en una mayor aireación de los cultivos y la aplicación de un fungicida adecuado.

Rhizoctonia: Es otro tipo de hongo de las raíces, muy común en el trigo, que origina la muerte de la planta, produciendo parcelas del terreno