LA SACERDOTISA DE QUIBAYO.

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Sonriendo le expreso mi sorpresa y admiración por tan particular relato, de pronto me toma de las manos, y dando dos palmadas sobre las mías me dice: lo difícil se supera, seguidamente asiento lo dicho ella, y con gran entusiasmo, sin duda alguna para tratar de tapar el momento tan incómodo que le hice pasar, le pregunto acerca de sus inicios en el mundo del espiritismo, y si alguna vez dudaron de sus cualidades, con soltura descruza sus piernas y riendo hace un gesto en su cara como si intentará recordar algo, cuando de repente dice: El señor Eladio Lares una vez dudo fuertemente de mí, incluso en un programa de televisión expresó sus dudas por este culto, específicamente por el baile en candela y al yo enterarme de esto hable con un vice-ministro para que lo invitara a hablar conmigo y una vez hicieron un baile en candela un 12 de octubre, y por primera vez iba a ser transmitido en un programa llamado “La verdad y la mentira” en el que el Doctor Eladio Lares decidió lavarme los pies para asegurarse de que estuvieran quemados, agradeciéndome y apenado dirigió a mi hermosa palabras de admiración que recordare siempre

Con un tono tranquilo y bastante alentador continuó comentando que también el señor Gilberto Correa, luego de ver ciertos trabajos, incluso le aconsejó retratar a las personas cuando llegan y cuando se van para así lograr una mayor credibilidad, pero a pesar de esto la Sacerdotisa Juana de Dios decidió seguir con su manera de llevar este culto, puesto a que quizás a la vista de muchos esto ayudaría a la religión, pero a su punto de vista la empeora, ya que así cualquiera tendría la facilidad de hacer creer algo que no es, de la misma manera agregó: pero no me quejo, ya que personalidades de igual importancia más que poner en duda el culto, han venido a buscar ayuda, figuras públicas como: Tatiana Capote, Reni Otolina, Juan Carlos García, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Pepi Montes Dioca, Antonio Álvarez, alcaldes, gobernadores, entre otros, han sentido de la paz y la unión que trae este lugar a la vida de cualquier ser humano, por lo que lo ven como un campo de retiro espiritual, me lo han expresado, y sin duda alguna me llena de mucha satisfacción

En ese momento por alguna razón mis nervios seguían presentes, a pesar de que su personalidad es claramente tierna e inspira a entrar en confianza en cuestión de segundos, mi angustia por querer dar lo mejor de mí cruzaba con los nervios y el millón de emociones que estaban presentes, pero haciendo el mejor intento por no manifestar ningún tipo de debilidad le pregunto acerca de sus visiones más significativas, de las cuales mencionó varias como el desastre en vargas, cuando el Gobierno de Luis Herrera, cuando el Gobierno de Juan Vicente Gómez, el Gobierno de Chávez y en la actualidad con lo trascurrido durante las guarimbas, entre otras, de inmediato sin titubear le pregunté si la idea de crear un libro había sido para dejar una prueba de sus visiones en el mundo terrenal, con el mismo tono de humildad con el que se ha mantenido durante esta larga conversación expresó que cuando decidió escribir el libro, fue con el pensamiento de dejar una guía para ayudar a las demás personas con sus enfermedades y padecimientos

Muy enfrascada en el tema la sacerdotisa siguió comentando que en su libro además de dejar una autobiografía, deja una explicación bastante amplia acerca de cómo curar cierto tipo de enfermedades ya sea física o mental, poniendo en práctica trabajos espirituales, de igual manera aseveró que quiere sacar un segundo libro en el cual se expresen los deseos de la Reina, y más allá de eso como puede ayudar cada persona al mejoramiento de la montaña, en ese momento me toma de la mano y me invita a dar un paseo por los alrededores de la montaña, comentándome al mismo tiempo “Yo antes estaba sola aquí, únicamente había un cafetín, ni siquiera imparques existía, esto era hermoso, ¡Como cuidaba yo mi montaña! La Reina siempre venia y se escuchaba como cantaba el himno nacional, se oían cosas hermosas, pero con el paso del tiempo todo eso ha ido desapareciendo, nadie cuida la montaña, nadie quiere verdaderamente esta montaña como yo la quiero”

Caminando sobre un camino largo de tierra, donde a su vez se encontraban hermosos arboles adornando el camino, donde se podía observar carpas y hermosos altares a lo largo de este, la Sacerdotisa Juana de Dios hablaba con gran preocupación en sus palabras acerca de la contaminación a la que estaba siendo sometida la montaña, en seguida me dijo esta es la razón por la Reina hace mucho que no viene por acá, señalando cantidades de desperdicios que bordeaban un hermoso rio, y con una voz en donde predominaba la decepción aseguró “Así somos la mayoría de Venezolanos por excelencia, decimos que queremos algo pero no lo cuidamos, y lo que se quiere se cuida y si no, no se quiere”

Caminando de vuelta al altar donde habíamos conversando durante largo rato me comentó de manera humilde que no fueron sus reconocimientos los que la llevaron a ser la Sacerdotisa que es hoy en día, sino la constancia y el amor por lo que hace, ya que hace énfasis en que lo que se hace con el corazón atrae todos los buenos beneficios, de momento mientras cruzaba y descruzaba sus dedos comentaba que Venezuela necesita paz y unión, recordando también que ella seguirá haciendo misiones y orando por Venezuela, tomo mis manos con un fuerte abrazo me expresó su satisfacción por la entrevista, rápidamente tome las suyas, e inclinando mi cabeza hacia abajo, le pedí la bendición con gran orgullo y le agradecí de vuelta el haberme recibido.

Juana de Dios Henríquez Martínez.[pic 1]

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