LAS MERETRICES

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LAS MERETRICES

Es un término utilizado por el antiguo Imperio Romano se usaba para definir y señalar a aquellas mujeres que manejaban su cuerpo como un objeto sexual frente a los varones con el fin de proporcionarles placer a cambio de dinero, joyas y propiedades, las cuales han sido denominadas por la sociedad como mujeres  de la vida alegre, vistas como una mercancía humana, de igual manera contraen matrimonio sin amor por un interés económico o social; puede ser ejercida desde todas las orientaciones sexuales, teniendo en cuenta que los hombres también lo hacen y se manifiesta en todo el mundo (más conocidos como gigolós).

Son diversos los motivos por los cuales ellas se someten a esta situación puede ser por gusto, por diversión o por obligación, es una labor con un alto riesgo de que las maten y abusen de ellas; no solo por ser meretrices tienen derecho a tratarlas como quieran o a violarlas por qué no están de acuerdo, a no permitirles opinar y dejarlas escoger libremente.

Vistas como objeto sexual que solo sirven para complacer a los hombres, lo cual es un pensamiento erróneo; son mujeres que sienten, que fingen una sonrisa para complacer y ocultar el sufrimiento “dan placer y nada piden a cambio si no unas monedas miserables” (Sabines, 2005:1).  Por qué en muchas ocasiones no hay dinero que valga para sanar el dolor de tener que venderse y perder así la dignidad arrastrándose ante la sociedad.  Son compañeras que anticipan su precio y no discriminan edades, criminales, a los tontos o los de color, son la libertad y equilibrio no sujetan ni detienen a nadie no se someten a los recuerdos ni a la espera; saben lo que hacen y cual es su lugar.

Pienso que se puede contemplar lo que pasa con el caso de la prostitución debería ser regulada como una actividad laboral más, dándoles a las trabajadoras del sexo los mismos derechos y la misma protección social que al resto de las personas que laboran.

Con todo el desarrollo tecnológico que hemos tenido a nivel mundial se han creado otros ambientes, otras culturas lo que ha permitido nuevas formas de comercio sexual y de prostitución:

Desde finales del siglo xx la prostitución adquiere otras modalidades. Algunas mujeres atienden desde su domicilio o locales adquiridos especialmente para este fin, por lo general manteniendo una clientela habitual. Otras trabajan en los denominados centros de masajes, una nueva visión del antiguo burdel (Cacho, 2010: 252).

Es claro que con el tiempo son más astutas las maneras de acceder a los diversos servicios y cambiar de nombres para obtener una imagen mejor de lo que se está haciendo pero la realidad es la misma. Llegar hacer meretriz no es fácil los motivos varían; unas lo disfrutan es dinero fácil y rápido son pocas horas y bien remuneradas en lo económico, otras es obligación no consiguen más oportunidades de empleo, no son estudiadas y deben mantener a sus familias, se humillan ante la sociedad al igual que las degradan como seres humanos; son propensas a más enfermedades sexuales, a embarazos indeseados o violencia, a salir de sus casas y no saber qué clase de cliente loco y depravado les va a tocar; consumen alcohol y usan drogas para soportar todo aquello que les toca vivir y que una persona con sus cinco sentidos no resistiría.  Se les vulneran los derechos y a nadie le importa porque en opinión de la gente “ellas se lo buscan, esa fue la vida que ellas eligieron”.

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