La poligamia contra la monogamia
Enviado por Kate • 20 de Febrero de 2018 • 2.095 Palabras (9 Páginas) • 286 Visitas
...
Jesús confirmó así la norma original tocante al matrimonio (Mateo 19:3-8). La Biblia muestra además que cada superintendente de la congregación cristiana, si está casado, tiene que ser “esposo de una sola mujer”. De igual manera, la “viuda” también debe haber sido la “mujer de un solo esposo”. Esto es prueba adicional de que la monogamia es la norma para todos los cristianos. Los superintendentes, como “ejemplos del rebaño”, no pueden afirmar que su posición de superintendencia les dé derecho a una norma matrimonial diferente de la que aplica a los demás de la congregación (1 Timoteo 3:2; 5:9; 1 Pedro 5:3). Así queda claro que las opciones cristianas son la soltería, o la monogamia. Cualquiera de éstas es perfectamente aceptable a Dios (1 Corintios 7:8, 9). En cambio, la poligamia indiscutiblemente no se permite.
Esta norma divina da dignidad tanto a los hombres como a las mujeres. Las mujeres casadas no tienen que temer con inquietud que el esposo de cada una tome otras esposas. La cristiana soltera tampoco piensa en llegar a ser la segunda esposa de alguien... aunque haya pocos solteros en la localidad. Espera hasta que pueda ‘tener su propio esposo’ (1 Corintios 7:2). Sí, los cónyuges verdaderamente pertenecen uno al otro. Unidamente pueden proporcionar a sus hijos una vida de familia sana y equilibrada. (1 Pedro 3:7; Efesios 5:21-31; 6:1-4.)
La norma cristiana
Estos hechos fundamentales fueron los que movieron al señor Johnson, allá en 1947, a hacer cambios drásticos en su vida. Su hijo Rufus recuerda: “Mi padre envió a dos de sus esposas de vuelta a sus respectivos padres. Proveyó para el sustento de ellas, pero no dejó ninguna oportunidad para verse tentado a volver a vivir con ellas. Quiso obedecer los requisitos de Dios”.
No fue fácil para el señor Johnson abandonar su vida polígama. El hacerlo requirió serios ajustes morales, emocionales y culturales. Se requirió más que escoger entre dos sistemas sociales. Fue cuestión de obedecer a Dios y llegar a estar libre para servirle. Así que, aunque el arreglo polígamo del señor Johnson quizás haya traído ciertos beneficios materiales a él y sus esposas, el permanecer en él los privaba a todos ellos de obtener el favor de Dios.
Muchas personas han seguido el valiente derrotero del señor Johnson. Por ejemplo, Théodore dice: “Estaba asistiendo a las reuniones de los testigos de Jehová y quería bautizarme. Pero tenía ocho esposas. ¿Cómo podía echar a siete de ellas? Viví en aquella situación por cinco años, mientras oraba a Jehová que me ayudara a salir de ella. Continué estudiando la Biblia y asociándome con los testigos de Jehová. Poco a poco mi creciente conocimiento de la Palabra de Dios y mi deseo de agradarle me fortalecieron para tomar la decisión correcta. Expliqué a mis esposas que la Biblia dice que mi primera esposa es la ‘esposa de mi juventud’ y que debía permanecer casado con ella solamente (Malaquías 2:14-16). Luego despedí de mi hogar a las siete más jóvenes y proveí alojamientos separados para ellas y sus 12 hijos. Así amoldé mi vida a las normas cristianas y realicé mi deseo de servir a Jehová. Mis ex esposas, también, quedaron libres entonces para servir a Jehová de manera aceptable y volver a casarse si querían”.
Resultados a pesar de oposición
A menudo esos cambios han producido fuerte oposición por parte de parientes y vecinos. La experiencia de Warigbani ilustra esto: “Yo era la segunda de dos esposas, y tenía dos hijos de él. Cuando aprendí que a los ojos del Creador la primera esposa era la legítima, me encaré a estas preguntas: ¿Debería dejar a mi esposo? Si lo hacía y se me permitía que me llevara a los niños, ¿cómo nos alimentaríamos ellos y yo? ¿Debería reprimir mi conciencia y privarme de este gran gozo de haber hallado la religión verdadera? Es que yo estaba estudiando la Biblia con los testigos de Jehová. Oraba a Jehová y le pedía ayuda.
”Cuando dije a mi esposo que tenía que dejarlo y quería llevarme a los niños, él se enfadó mucho y rehusó escucharme. Finalmente se me permitió irme con los niños, pero sin ninguna ayuda financiera... ni siquiera dinero para el transporte.
”Luego tuve que encararme a la ira de mi propia familia. Ellos decían que yo estaba loca. Mi hermano me llamaba ‘hija pródiga’ y se burlaba de mí. Pero yo seguí predicándoles y, después de algún tiempo, varios de ellos comenzaron a estudiar la Biblia. Ahora cinco de estos familiares se unen a mí para servir a Jehová. Es cierto que he tenido que arreglármelas sin muchas cosas de las cuales disfrutaba. Tengo que trabajar duro para ganar el sustento para mí y mis dos hijos. Pero el gozo de conocer la verdad y obedecerla sobrepasa las cosas materiales. Las riquezas no se pueden comparar con agradar a Jehová”.
Moses concluye igualmente: “Ahora tengo el gozo de tener una relación de familia limpia y armoniosa. Mis hijos han llegado a ser adoradores dedicados y fieles a Jehová. Esto me ha hecho muy feliz”.
Al reflexionar sobre los beneficios de la acción del señor Johnson, su hijo Rufus dice: “No hubo más peleas en la casa, y mi padre pudo darnos supervisión estrecha y adiestramiento minucioso en armonía con las enseñanzas de la Biblia. Él llegó a ser precursor [predicador de tiempo completo] por la mayor parte de 20 años, y permaneció fiel a Jehová hasta su muerte hace dos años”.
¿Desea usted aprender más acerca de las normas de Dios? Le invitamos a pedir a los testigos de Jehová que estudien la Biblia con usted. ¡Ellos le hablarán con mucho gusto acerca de la venidera Tierra paradisíaca, donde las normas de Dios regirán! (Isaías 11:9.)
[Comentario en la página 10]
En la poligamia, la mujer tiene que compartir su cónyuge con otras
[Ilustración en la página 11]
En la monogamia, los cónyuges verdaderamente pertenecen uno al otro, y unidamente pueden proporcionar a sus hijos una vida de familia sana
...