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Lo mismo no es lo cmun.

Enviado por   •  17 de Abril de 2018  •  2.499 Palabras (10 Páginas)  •  282 Visitas

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Un docente responde sobre el poder que dispone el director y los alumnos sobre ambos.

A la hora de decidir, el director dispone de cierto poder, ¿Cómo crees que el director maneja ese poder para ser democrático o no, se percibe algún tipo de herramientas que contenga cierta cuota de poder?

La respuesta fue: ... “no sé si herramientas en sí, pero te das cuenta cuando hay un sentido más democrático, ves un director visible, que entra a un salón, que se interesa, que pregunta, te hace partícipe a la hora de tomar decisiones. Creo que si describo una herramienta, la comunicación es fundamental”…

Durante la entrevista el docente, plateo diferentes posturas ante lo preguntado sobre el poder en la escuela, pero en especial cuando se dirigió la pregunta al poder del director. En cuanto al poder del docente, su respuesta solo fue un silencio seguido de un gesto. Basto para justificar la silenciosa repuesta. En ese mismo camino, se les pregunto a varios alumnos de diferentes edades, sobre el poder del docente, y el poder del director. En cuanto al docente la mayoría fue contundente,…”los docente no tienen poder ni autoridad, nosotros somos los que disponemos del poder, somos los que decidimos si el da clases o no”… “y que se yo los directores son eso, son los que mandan”… “si el dire tiene más poder porque son mas estrictos”…

Hace varios años atrás, décadas pasadas, y retomando el film de Los Coristas, es el claro reflejo de una educación que por años apelo su auge en esta sociedad, para la cual las instituciones se transformaron en lugares de encierro, el director una eminencia indiscutible sin merito a ser juzgado por las acciones que tomase, disponía de un poder netamente centralista, el docente un ser intelectual merecedor de respeto subordinado al director y este al sistema. Los estudiantes pequeños fenómenos articulados y estructurado, a quienes la sistemática institución debía cumplir con su propósito, llenar sus mentes de contenidos y saberes. ¿Pero en qué momento desapareció esa figura de autoridad y autoritarismo, en qué momento se pasó del respeto al libertinaje?

Lo mismo no es lo común.

Imaginemos a la educación como un enorme rompe cabezas posicionándonos en pleno siglo XIX y final del siglo XX, cada PIEZA encastra perfectamente en el sistema que dará como resultado final, un producto más o menos encaminado, empaquetado y con ciertos códigos de barras, para ser utilizados en pos de la sociedad. Docentes formadores con autonomía propia, la única verdad absoluta y legítima era la de ellos, no había lugar a la duda, al reproche ni mucho menos al pensamiento rebelde. Instituciones de encierro, donde la rutina era parte del día, tal cual se medía el intelecto, un alumno era un envase que se debía llenar debidamente de conocimientos. Estaba en el pensamiento social colectivo, la necesidad de que las instituciones formasen futuros líderes. Regresemos a la idea original, de ver al sistema educativo como un rompe cabeza, en el cual están las siguientes piezas, sociedad, familias, estudiantes, docentes, formadores de docente, directivos, políticos, instituciones y así puedo estar enumerando una cierta cantidad de nombres completando más de una carilla, pero sin perder el eje, la realidad que se presenta a finales del siglo XX y en lo que va del siglo XXI, es que esas piezas son totalmente heterogéneas, donde es imposible su encastre perfecto, y donde surge la palabra mágica, inclusión educativa. En la década de los 90 se hablaba de una inclusión social y educativa, hoy es un hecho, pero podemos decir que realmente es un dispuesto proceso con el fin de cumplir tal alegato. Las escuelas, los mismos salones, siguen igual que hace 100 años, diferentes mentes, diferentes pensamientos, aunque hoy con libertad para expresarlos. Un estudiante no debe ser mirado como inferior, ni aun si es con características diferentes.

Se acude y se acusa a la mal utilización del término mala conducta, se tata de clarificar la divergencia que surgen de la educación emocional, un estudiante sea del nivel que sea, es más que un envase que debe ser completado. Sus mentes son nuevas, pero viene con un software pre diseñado avanzado, una mentalidad abierta a nuevas propuestas. El problema es que muchas veces la educación conductista positivista tradicional, sigue pujando cada pieza para que forzosamente sea incluida en un método ambiguo, y es ahí que se pierden ciento de miles de piezas sin ser pulidas.

Entonces, ¿Cuál es la solución? Un devenir de ideas pedagógicas, surgen en pleno siglo XX. Quizás en su momento la apelación de una pedagogía critica, o liberadora, sirvió en cierto modo a tal sector social, hoy se está necesitando un nuevo paradigma pedagógico, que pula la formación docente, el cual debería permitir una coformacion más fluida.

Entonces ese sistema educativo ya no sería un rompe cabezas, más bien un mural de pensamientos, ideas, proyectos, de ilusiones vagas que fluyan en su conjunto hacia el colectivo social. No podemos seguir consumiendo mentiras, la educación no es inclusiva, porque no se educa en el norte de Argentina al igual que en el noroeste de la provincia de Bues Aires. La educación está en crisis porque la sociedad genera una crisis. Un niño aborigen del chaco, es margino, por ser originario de una tierra usurpado hace 500 años, un niño toba, es condenado por el sistema, por ser toba. Quizás me dejo llevar por la emoción de mis pensamientos, pero la realidad es diferente a la teoría. Anhelo que llegue el día en que pueda abrir una puerta y dar el primer paso, saludar y charlar, ser un docente que más que ir a enseñar pueda dejar la condena que llevamos todos .el orgullo, y pueda ser enseñado, por un toba o por un mapuche, o por un mal llamado civilizado. Entonces ese día si podre re leer cada informe realizado desde mi formación como docente y diré a todos que más de lo mismo no es lo común, sino lo humano que jamás deberíamos perder. Tal vez esta difusa ilusión de pensar así, me relegue de este sistema, pero aunque vaya en contra de la corriente, seguiré creyendo que la inclusión en la educación se lograra aquel día, cuando nosotros los llamados futuros docentes, nos sintamos incluidos en lo que hacemos.

La crisis en la educación

La palabra Crisis según el diccionario de la real academia Española dice: Cambio importante en el desarrollo de un proceso que da lugar a una inestabilidad: crisis económica. Si lo relacionamos a la situación actual podríamos decir que la llamada crisis en nuestra educación se está procesando a razón de una fluctuación en alguna

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