Multiplicadores vudú (Robert Barro)
Enviado por Helena • 26 de Diciembre de 2017 • 12.024 Palabras (49 Páginas) • 394 Visitas
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Cuando intenté estimar directamente el multiplicador asociado con las compras de gobierno en tiempos de paz, me dieron un número que fue estadísticamente significativamente distinto de cero. En los resultados de regresión a base de mi papel Journal of Political Economy 1981, para la muestra de 1942-1978, la estimación fue de 0,14 con un error estándar de 0.51. Por lo tanto, la regresión no fijar abajo el multiplicador no guerra muy bien.
Como todos sabemos, estamos en el medio de lo que probablemente será la peor contracción económica de Estados Unidos desde la década de 1930. En este contexto y de la historia de la Gran Depresión, puedo entender varios intentos para apuntalar el sistema financiero. Estos esfuerzos, similar a evitar corridas bancarias en periodos anteriores, reconocen que las consecuencias sociales de las decisiones del mercado de crédito se extienden mucho más allá de los individuos y las empresas que toman las decisiones. Es decir, las externalidades son probablemente importantes en el sector financiero.
Pero, en términos de propuestas de estímulo fiscal, sería triste si lo mejor que el equipo de Obama puede ofrecer es una versión sin adornos de la Teoría General de Keynes, 1936. La crisis financiera y la posible depresión que me tomo muy en serio, no invalidan todo hemos aprendido acerca de la macroeconomía desde 1936.
En el diseño de respuestas de política eficaces, más atención debe centrarse en los incentivos para las personas y las empresas para invertir, producir y de trabajo. Por el lado de los impuestos de los estímulos fiscales, debemos evitar los programas que lanzan el dinero a la gente y enfatizan en vez reducciones en las tasas -especialmente ingresos impositivos marginales donde estas tasas ya son altas y caen sobre las rentas del capital. Debemos tener en cuenta la estructura de los programas de la velocidad de corte que trabajaba: Kennedy-Johnson 1963-64, 1981-83 y 1986 Reagan y Bush de 2003. En el momento actual, la eliminación total del impuesto federal sobre la renta corporativa sería genial. (A la larga, la mejor manera de elevar ejemplo más real de ingresos por impuestos, para pagar por el cuidado de la salud y de jubilación públicos programas es probable que incluya un impuesto al valor agregado. Sin embargo, me atrevo a recomendar esta forma eficiente de fiscalidad, ya que su presencia hace que sea muy fácil para el gobierno crezca.)
Volviendo al lado de los gastos, mi punto principal es que no hay que usar la tapa de estímulo fiscal para llevar a cabo los programas de obras públicas masivas que no pasan la prueba desde la perspectiva del análisis de costo-beneficio. (Y, por cierto, "proyecto listo" es probablemente el término más tonto que he escuchado en una discusión de la política macroeconómica.) Al igual que en la década de 1980, cuando las opiniones de la oferta extremos sobre los recortes de impuestos eran injustificados, es pasa ahora a pensar que el gasto público agregado es gratuito.
Economía vs Política: Trampas de asesoramiento sobre políticas (Paper Daron Acemoglu- James A. Robinson)
RESUMEN: El enfoque estándar para la elaboración de políticas y asesoramiento en economía ignora implícita o explícitamente la política y la economía política, y sostiene que si es posible, cualquier fallo del mercado debe ser eliminado rápidamente. Este ensayo explica por qué esta conclusión puede ser incorrecta; porque ignora la política, este enfoque es ajeno al impacto de la eliminación de los fallos del mercado en el futuro equilibrio político y la eficiencia económica, que puede ser perjudicial. En primer lugar resumimos un marco sencillo para el estudio del impacto de las políticas económicas actuales sobre el futuro equilibrio- político e indirectamente sobre los resultados económicos futuros. A continuación, ilustramos los mecanismos por los que estos impactos podrían operar utilizando una serie de ejemplos. El mensaje principal es que la política económica sana debería basarse en un análisis cuidadoso de la economía política y debe tener en cuenta su influencia en los futuros equilibrios políticos.
El enfoque fundamental de la prescripción de política en economía se deriva del reconocimiento de que la sala de la presencia de fallas de mercado-como externalidades, bienes públicos, el monopolio y la competencia imperfecta-crea para bien diseñado intervenciones públicas para mejorar el bienestar social. Esta tradición, ya está claro en Pigou (1912), fue elaborado por Samuelson (1947), y aún proporciona la base de la mayoría de asesoramiento sobre políticas proporcionada por los economistas. Por ejemplo, los primeros economistas del desarrollo en la década de 1950 utilizan las fallas del mercado ideas como la base intelectual para la necesidad de la intervención del gobierno para promover el desarrollo en los países pobres inspirado (Killick 1978). Aunque la creencia en la capacidad del gobierno o de la eficacia de la ayuda ha sufrido altibajos, los enfoques actuales de los problemas de desarrollo tienen mucho en común con esta tradición temprana, incluso si se han vuelto más sofisticados: en el reconocimiento de segunda mejores temas, por ejemplo, mediante la incorporación de fricciones informativos explícitamente en el diseño de políticas (por ejemplo, Townsend, 2011); para poner de relieve la especificidad de la política apropiada según el contexto (por ejemplo, Rodrik, 2007); y en destacar el papel de los métodos empíricos rigurosos para determinar qué tipo de intervenciones pueden ser eficaces (por ejemplo, Banerjee y Duflo, 2011). Pero en todos estos enfoques, la política es en gran medida ausente de la escena.
Este abandono de la política se justifica a menudo-implícita o explícitamente en una de tres maneras. La primera es la de mantener que los políticos son básicamente interesado, o inducido a estar interesado, en la promoción del bienestar social, por ejemplo, porque la política social eficiente es lo que ayuda a los políticos a mantenerse en el poder o ser reelegido en modelos como Whitman (1989, 1995 ) y Mulligan y Tsui (2006, 2008).
El segundo es para ver la política como un factor aleatorio, simplemente creando potencialmente grave, pero no sistemática arena en las ruedas de la política económica (por ejemplo, Sachs, 2005, o Banerjee de 2012, el argumento de que las políticas económicas del dictador liberiano Samuel Doe fueron desastrosos porque que no entendía "lo que implica ser presidente").
La tercera justificación reconoce que las cuestiones de economía política, pero sostiene que "buena economía es una buena política", es decir que las buenas
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