Obra la muertita.

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Para algunas personas es difícil creer que esto suceda, porque parece una historia ficticia que solo aparece en las películas, pero es cierto y sucede cerca de nosotros, sucede incluso con amigos cercanos o familiares, tal vez no tan fuerte como se mostró en la obra, pero sí en la vida cotidiana, como la violencia intrafamiliar, o simplemente en las familias, cuando la madre obliga a las niñas a darle de comer a sus hermanos o a su papá, o a lavar su ropa simplemente porque ellas son niñas y es su obligación hacerlo.

También en las relaciones de noviazgo, cuando el chavo limita a su novia a salir con sus amigos, o cuando le exige su contraseña del celular para saber con quién está mandando mensajes, ese es un tipo de violencia al no respetar su privacidad.

Esto incrementa que la sociedad sea machista, donde se inculca que el hombre debe ser competitivo y dominante, mientras que la mujer es débil y debe obedecer al hombre por el simple hecho de que es hombre.

Debemos comenzar a alejarnos de la violencia, y esto solo se puede lograr mediante la educación, hay que empezar por tratar de sensibilizar a las generaciones actuales y educar a las nuevas generaciones, hay que abrir los ojos, la mente, los oídos, el corazón. Debemos entender que esto existe, que es una realidad y la podemos cambiar con voluntad y educación. Hay que inculcar el respeto y la igualdad a ambos géneros y así podremos cambiar poco a poco estas situaciones tan terribles que pasan en nuestro país.

Ojalá que este tipo de obras pudieran presentarse en los planteles de bachillerato de la UNAM, como en prepas y cecehaches para que los estudiantes como yo, nos sensibilicemos ante esta realidad del país, para poder compartirlo con nuestros amigos y nuestra familia y así poder evitar poco a poco la violencia tanto hacia mujeres como hacia hombres.

Zárate Díaz Arantxa Graciela

Psicología 1

Profesor Carlos Núñez Fuentes

Grupo 508