REPERCUCIONES DEL CONSUMO, AHORRO E INVERSIÓN FRENTE A LA REALIDAD DE LA ECONOMÍA MUNDIAL Y EN ESPECIAL DE AMERICA LATINAECONÓMICA
Enviado por Helena • 26 de Diciembre de 2018 • 1.218 Palabras (5 Páginas) • 414 Visitas
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NOTAS
El segundo componente de la demanda agregada es la demanda de inversión. El punto en el que la demanda agregada corta a la bisectriz es, lógicamente, el punto en el que la renta se iguala a la demanda agregada y determina por tanto el volumen de producción real, Yr, que se generará en el país.
¿Qué determina el ahorro y la inversión de un país?
El ahorro nacional bruto es la suma del ahorro público y el ahorro privado. Indica la cantidad de recursos que tiene un país para invertir en el mismo o en el resto del mundo. Es muy común calcular el ahorro bruto como ratio sobre el PIB.
¿Qué es la propensión a consumir?
La propensión marginal al consumo mide cuánto se incrementa el consumo de una persona cuando se incrementa su renta disponible (los ingresos de los que dispone después de pagar impuestos) en una unidad monetaria.
¿Qué es el ahorro en la economía?
El ahorro es la acción de separar una parte del ingreso mensual que obtiene una persona o empresa con el fin de guardarlo para un futuro, se puede utilizar para algún gasto importante que se tenga, algún imprevisto o emergencia económica. En términos de teoría económica el ahorro se refiere a la parte de la renta o ...
¿Qué es invertir en economía?
Inversión es un término económico, con varias acepciones relacionadas con el ahorro, la ubicación de capital, y la postergación del consumo. El término aparece en gestión empresarial, finanzas y en macroeconomía.
¿Cuál es la diferencia entre el ahorro el consumo y la inversión?
Transcript of CONSUMO, AHORRO E INVERSION. Es la acción y efecto de consumir o gastar, bien sean productos, y otros géneros de la vida que duran poco, o bienes y servicios, como la energía, entendiendo por consumir como el hecho de utilizar estos productos y servicios para satisfacer necesidades primarias y secundarias.
Para concluir, hay que advertir que la única solución es cambiar la mentalidad de la clase empresarial, de forma que la competitividad se logre de una manera eficiente tanto económica como éticamente, no de la forma más rápida y arriesgadamente posible (el riesgo está implícito en la actividad empresarial, pero hay que pensar en las consecuencias de las decisiones y en que el excesivo riesgo puede provocar situaciones indeseables), con lo que se evitarían momentos como el actual, al menos en lo concerniente a la actuación directiva. A todo lo pasado es fácil ver lo que ha fallado, pero esto ha de servir como lección para el futuro, haciendo ver que jugar con beneficios ficticios sólo para alcanzar unos objetivos de la forma rápida y así mejorar la retribución es un error con consecuencias impredecibles. Lo que hay que hacer es gestionar la empresa para conseguir ser más competitiva a través de la calidad de oferta y de la responsabilidad y confianza que se transmite. Por último, las autoridades tendrían que elaborar normas más eficientes y que realmente sirvieran para proteger y, por supuesto, hacer que asuman su responsabilidad aquellos que con sus decisiones, han provocado esta situación.
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