Universidad Internacional de las Américas Escuela de ingeniería Industrial Mantenimiento y Seguridad industrial
Enviado por Sara • 1 de Noviembre de 2017 • 3.741 Palabras (15 Páginas) • 617 Visitas
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1.6 Proyecciones
- Reflejar gran conocimiento en el tema para convencer a las personas a realizar este tipo de métodos para salvar vidas.
- Salvar a una persona con la aplicación de este método.
- Difundir la información a la máxima cantidad de personas posible.
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Marco de Referencia
La reanimación cardiopulmonar (RCP) se inicia en los años 60 con los avances de la ventilación y de la compresión torácica. En 1958, Safar y Elan describen la “ventilación de rescate” mediante la técnica del boca a boca, similar a la técnica actual, siendo los que presentan en 1960 las maniobras de apertura de la vía aérea y la ventilación boca a boca. James Judes aplica el masaje cardíaco en humanos con la obtención de una supervivencia del 70 %.
Las técnicas de RCP deben ser realizadas de manera correcta y rápida, y han de ser difundidas mediante la enseñanza.
La resucitación cardiopulmonar (RCP) integra el tratamiento de la PCR en un conjunto de pautas estandarizadas de desarrollo secuencial cuyo fin es sustituir primero y restaurar después, la circulación y la respiración espontánea. Con el objetivo de garantizar una oxigenación tisular suficiente en los órganos vitales.
Por sus peculiaridades anatomofisiólogicas y especialmente por las maniobras de RCP, las diferenciaremos en tres edades:
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1. Lactante: primeros 3 años de vida.
2. Niño: por encima de los 3 años de vida hasta los 12 años de vida.
3. Adulto: por encima de los 12 años de vida.
Antes de iniciar la RCP es vital valorar el nivel de respuesta de la persona; en ocasiones un estímulo firme y adecuado es suficiente para despertarlo y reiniciar su respiración.
Vía aérea:
Cuando se encuentra a una persona en estado crítico, lo primero que hay que hacer es instalarla en una superficie plana y dura y revisar la vía aérea en busca de obstrucciones que impidan el flujo de aire. La obstrucción puede ser parcial o completa.
La lengua es la causa más frecuente de obstrucción. La obstrucción completa es debida a bloqueo hipofaríngeo y se ve en niños con trauma craneano severo que están en coma. Se reconoce en forma fácil por la ausencia de flujo de aire por la boca o nariz. Produce asfixia (hipoxemia e hipercarbia), apnea y paro cardíaco si no es reconocida.
Existen diferentes maniobras cuyo objetivo final es mantener permeable la vía aérea. Lo primero que debe hacerse es limpiar todo tipo de secreciones, cuerpos extraños ya sea en forma manual o con perilla o aspirador calibrado a presión adecuada para el paciente pediátrico. En forma concomitante revisamos que la lengua no obstruya la hipofaringe. Para esto se recomienda en forma inicial fijarla tirando la mandíbula hacia atrás lo que permite permeabilizar la faringe. Si la persona no tiene tono muscular ni trauma de columna, con sólo tirar la cabeza hacia atrás es suficiente. Puede hacerse asistencia adicional levantando el mentón o la nuca , en lo que se ha denominado la maniobra de extensión de cabeza y elevación del mentón.
En el paciente con trauma de cráneo o cuello debe realizarse otra maniobra que consiste en empujar la mandíbula sin levantar la cabeza manteniéndola firme para no lesionar más al paciente. Otro método para desobstruir consiste en ladear la cabeza elevando el mentón. Se realiza poniendo los dedos de una mano sobre la mandíbula y cerca de la punta del mentón, tirándolo hacia atrás sin dejar de sostener la mandíbula. La otra mano continúa presionando la frente buscando conservar la cabeza echada hacia atrás. Este sistema es más efectivo que el de ladear la cabeza levantando la nuca. Con la vía aérea ya permeable debemos volver a examinar para ver si hay respiración espontánea; esto se logra poniendo el oído sobre boca y nariz buscando en forma concomitante movimientos torácicos y abdominales. Esta maniobra no debe demorar más de 10 segundos.
Si los hay sin salida de aire persiste algún grado de obstrucción. Si hay jadeo, debe corregirse mirando si hay cianosis.
Respiración:
Posterior a permeabilizar la vía aérea debe buscarse en la persona una respiración espontánea. Si en el momento de la emergencia no se cuenta con elementos de reanimación, la persona que realiza las maniobras debe proceder a dar respiración con aire expirado sea boca a boca o boca nariz.
Si hay lesión extrema de boca que impida las maniobras anteriores debe darse insuflación boca nariz. Está plenamente documentada la efectividad de este método de RCP. Para oxigenar a la persona en forma adecuada, un mínimo de 2 a 5 insuflaciones son requeridas, deben ser lentas y de 1 a 1.5 segundos de duración, permitiendo la exhalación entre cada una. Esto evita la distensión gástrica que se observa con insuflaciones de alto flujo y presión.
Si se cuenta con elementos de reanimación, debe buscarse la mascarilla apropiada para cada edad, así como la bolsa de reanimación adecuada que permita desarrollar un volumen corriente suficiente sin riesgo de producir barotrauma.
Otro cuidado que hay que tener es evitar distensión gástrica pues eleva los diafragmas disminuyendo los volúmenes pulmonares. Si la hay, evitar comprimir el estómago por el riesgo de producir bronco aspiración de contenido gástrico. Si hay necesidad de dar ventilación con bolsa una maniobra para evitar la distensión es dar presión positiva con tiempo inspiratorio prolongado logrando un volumen corriente adecuado con presiones mínimas. Para reducir la distensión gástrica en la persona inconsciente y existiendo un segundo reanimador, podemos usar la maniobra de sellick (presión en el cartílago cricoides) La presión en el cartílago ocluye el esófago proximal entre el anillo cricoides rígido y la columna cervical.
Intubación traqueal: La ventilación a través de un tubo traqueal. Es la manera segura y confiable de dar oxígeno a una persona.
Tiene varias indicaciones:
• Control inadecuado del sistema nervioso sobre la función ventilatoria.
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