4 ases

...

-Espera ya lo escucho, ve tú quiero ver de qué se trata ese ruido.

-Está bien haz lo que quieras ¡yo me largo de aquí!

Es en ese momento cuando nuestro joven aventurero se adentra a la zona alta de los fuertes cerca del museo, él se refugia en la zona de parkour, poco a poco se asoma para poder ver qué sucede en la fuente que está más arriba de donde él está pero lo que él ve es algo raro algo que tal vez jamás haya visto antes, lo que él vio fue a todo un pequeño ejército divido por colores, unos iban de color blanco cerca de 40 sujetos, llevaban una especie de lanzas, pero con una punta de tipo tridente que en la punta de en medio iba amarrada por un cable no muy delgado, todos llevaban una armadura como la de los granaderos, pero más robusta y mejor equipada y unos cascos diferentes, unos más iban de negro, estos portaban redes, una en las manos y otra colgando en la espalda además de unos cuchillos en la cintura y el grupo que quedaba eran aterradores su armadura era muy diferente a la de los otros eran de color rojo, pero un rojo en tono vino, su armadura más que parecer una armadura parecían maquinas pues en todo su cuerpo estaba conectado por engranajes y no eran solo un detalle pues los engranajes se movían conforme ellos se movían también llevaban una especie de mochila pero hecha de metal y compuesta por más engranajes esta tenía un par de cables que salían por los costados de dicha mochila e iban pasando por los engranajes del brazo llegando hasta el ante brazo, y había lo que parecía ser un comandante su armadura era muy diferente para empezar su color era de un tomo morado oscuro casi negro de no ser por la luz que le pegaba directamente él llevaba dos espadas en la espalda en el brazo derecho llevaba algo que era muy parecido a un rectángulo con lo que parecía ser una antena y en el torso llevaba cruzados dos cinturones que por lo que se veía era lo que sujetaba las espadas y en el frente unos frascos llenos hasta la mitad con una sustancia verde, por lo que se veía era alto y con un cuerpo musculoso, no se apreciaba su rostro por el casco que llevaba pero se veía que era muy moreno, pero nuestro héroe vio algo más que estaba con ellos unas especies de jaulas con personas dentro y fue ahí donde vio a una chica que había visto tan solo una horas antes, él sin pensarlo trato de acercarse para liberarlos sin siquiera pensar en el riesgo o en lo que podría sucederle, él se acercó por la retaguardia izquierda rodeando el museo para tratar de acercarse lo más posible sin ser visto.

CAPITULO 2

-Disculpe ¿Me podría decir que fecha es hoy?

-Claro… es Martes 21 de marzo.

-Gracias, oiga y disculpe… una pregunta más ¿Qué hora tiene?

-Son las 2:27

-¡Joder! Es muy tarde, muchas gracias.

-Sí de nada.

En ese momento, lo único que cruzo por mi mente fue un pensamiento de ¡ah que joven tan despistado! A de tener una cita muy importante, se veía muy apresurado.

Yo solo seguí mi destino rumbo a plaza Loreto en donde me encontré con mi amiga Ángeles que hace tiempo no veía, ¡Carajo! Como ha cambiado, ahora ya es delgada, más alta más o menos de estatura promedio, de piel morena, de cabello lacio y castaño con ojos café obscuro.

Lamentablemente no pude estar con ella mucho tiempo apenas alcanzamos a preguntarnos ¿Cómo habíamos estado?, ¿que había sido de nosotras?, las respuestas eran normales nada fuera de lo común ella volvió a puebla para seguir estudiando pero fue en ese momento cuando ella recibió una llamada que por el gesto que se dibujaba en su expresión era algo malo pues se veía una expresión de tragedia, cuando ella colgó solo se despidió y se fue, no me dio ninguna explicación absolutamente nada, pero con su expresión bastaba para saber que algo estaba mal, solo me quede viendo como a lo lejos su silueta se perdía, me quede un rato más pues aún era muy temprano para volver a casa, me quede un rato vagando por el área de las maquinitas, jugué una que otra partida hasta que vi que eran las 3:55 y decidí marcharme puesto que era un largo camino a mi casa, empecé a caminar hacia la estación del metrobus, pero hubo algo que me extraño cuando pase por la mitad del estacionamiento y fue el ver a demasiada gente gritando a lo que parecía ser un camión de esos que transportan alimentos no sabía que era lo que sucedía pero la curiosidad me invadió ese morbo por saber que era lo que sucedía así que me acerque no alcanzaba a ver a que era a lo que le gritaban exactamente pero alcance a ver a más camiones iguales en la parte de atrás, lo único en lo que podía pensar era en que estos camiones estaban obstruyendo la salida y la gente simplemente les reclamaba que se quitaran para que pudieran salir pero luego la gente empezó a gritar con horror y a correr pero yo aún no alcanzaba a ver nada pero fue en ese instante cuando logre ver como hombres vestidos como granaderos pero iban completamente de negro y estos llevaban redes en las manos y las empezaron a lanzar contra nosotros, yo no sabía qué hacer ni pensar y fui atrapada pero esa red no era de un peso normal pesaba demasiado como para tratar de levantarla y no solo eso, en la orilla de la red había una especie de bolas de metal y eso hacía que aun pesara más la red.

Me encontraba en shock no puse resistencia alguna, pero si recuerdo como la gente gritaba y suplicaba que no les hicieran nada, que los dejaran ir pero estos hombres no hacían caso alguno no se les veía el rostro estaban cubiertos por sus cascos, y recuerdo claramente como empezaron a bajar jaulas de los camiones pero estas jaulas no eran de madera o algún metal soldado eran de hierro forjado, no sabía que pasaría pero aún me encontraba perdida sin poder moverme, y cuando me metieron a la jaula vi como más de ellos por la otra parte del estacionamiento empezaban a hacer un tipo de barrera pero estos iban de otros colores no eran como los que nos lanzaron las redes ellos iban de blanco y rojo con lanzas y lo que parecían ser látigos, solo pienso en que nos pasara pero poco a poco empiezo a volver en mí y después de que nos capturaron a todos justo cuando creí que acabaría esto mire como entraban a la plaza y por un momento me sentí aliviada pues pensé que tal vez entrarían solo a robar y nos habían puesto acá para tener rehenes o evitar que pidiéramos ayuda pero en ese instante recordé que nunca nos quitaron los celulares les dio igual si los teníamos