Actividad de Metacognicion Literatura etapa 4.

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San Manuel Bueno, Mártir (1931)

Autor: Miguel de Unamuno

Narrador: Personaje

Género: Novela

Tema(s): Problemas de fe

Personajes principales: Ángela Carballino, Don Manuel, Lázaro Carballino

El texto nos muestra uno de los temas más recurrentes de la época. Se trata de la defensa del consuelo del hombre a través de la fe. La fe cumpliría una función de “evitar” el sufrimiento humano y aliviaría la vida terrenal. Estamos ante un dogma de carácter ético. La protagonista de esta historia que relata cómo conoció a Don Manuel, un padre por el cual toda la gente del pueblo sentía un gran afecto. Los temas que toca esta novela son tanto sociales y mayoritariamente religiosos.

La novela gira entorno a la fe y la esperanza, es narrada por Ángela Carballino, a principios del siglo XX, como se muestra que Ángela fue mandada a un colegio religioso en donde conoció y quedó impresionada por Don Manuel, quien se convertiría en su mentor, hasta que su hermano Lázaro llegara de América para demostrar que hay más en el mundo que solo la religión y trata de mostrarle a ella un camino culto, objetivo y escéptico acerca de la comunidad, además que hay mucho más en la vida que el pueblo en que ella reside, es cuando Don Manuel interviene y busca hacer entrar en razón a Lázaro que aunque, no lo convence al principio se ve que mientras la novela va tomando estructura él cree que la fe es algo que todos deberían tener a pesar de que no cree en Dios o una deidad en específico, Don Manuel tuvo ese efecto en él que lo hizo creer más allá que su deterioro de esperanza con la vida humana es el personaje que toma claramente todas las iniciativas en la novela. Es el guía espiritual del pueblo, el director de la conciencia de Ángela. El desenlace nos muestra que en este combate no ha habido ni vencedores ni vencidos. El lago y la montaña son rasgos paradigmáticos que definen incluso la postura del padre.

En relación con la vida eterna y con la fe se encuentran en la obra dos de los espacios narrativos: el lago y la montaña; por eso, en el presente texto se alude a ellos: todos esperaban verle a diario, y acaso le veían pasar a lo largo del lago y espejado en él o teniendo por fondo la montaña. En efecto, estos lugares adquieren un valor simbólico: en el lago, según la leyenda, hay una ciudad sumergida. Para el pueblo, el lago azul refleja el cielo de la vida eterna prometida, vida eterna de la que ya gozan los antepasados. De ahí que vean a don Manuel espejado en el lago, es decir, formando parte ya de los difuntos que gozan de la eternidad. Y, por supuesto, el pueblo imagina al cura creyente, con fe, teniendo por fondo la montaña, pues la montaña simboliza la fe firme en Dios y en la eternidad.

A través de un párroco, habla sobre la fe y sobre la conveniencia de no quitarles la suya a los demás. De cómo la fe puede convertirse para algunas personas en un bastón a lo largo de su vida y lo asustadas que se sentirían si se lo arrebataran. El miedo a que no haya nada tras la muerte.

De la historia se desprende lo que pensaba el autor de la religión y de cualquier otra expresión cultural de la credulidad humana, en tantas fórmulas primitivas de aparcar temporalmente el miedo a la muerte. Podemos decir que el tema de la fe en Dios y en la inmortalidad es totalmente aplicado hacia la realidad y problemas actuales, tanto social como culturalmente. Los hombres, al ser consciente de nuestro paso efímero por el mundo, hemos tenido desde siempre el impulso de buscar “algo más”. Ese “algo más” unos lo encuentran en las religiones y otros en las filosofías de vida donde la fe espiritual es sustituida por otro tipo de fe, digamos material o emocional pero que nada tiene que ver con la creencia en una deidad.

Como conclusión pienso, dejando los dogmatismos a un lado, lo que las religiones y la fe en Dios nos aporta bien al prójimo, lo que nos permitiría salvar el estado socialmente inestable en el que estamos, dejándonos llevar por el egoísmo inmerso en nuestras vidas y alcanzar la felicidad o al menos un mínimo bienestar como individuos a través de la satisfacción que puede producirnos ayudar a los demás respetando las creencias espirituales de cada persona.