Al borde de las sombras.

...

De repente comenzaron a pasar muchas sombras por encima de él como si estuvieran corriendo y Tomás no dejaba de gritar y llorar, mientras las sombras lo tomaban y arrastraban haciéndole daño, el arañaba el suelo -¡No déjenme!- Exclamo Tomás llorando muy fuerte, estaba tan agotado que se estaba dando por vencido y entrecerraba sus ojos prefiriendo morir. Estaba casi inconsciente cuando apareció una luz y lo defendió, lo cubrió, mientras las sombras susurraban con voces horribles -¡Déjalo ya! Lo queremos a él. – La luz se encendió más y las sombras la ahogaron desapareciendo con ella. Tomás quedo inconsciente.

-¡Tomás! ¡Tomás!- Era la enfermera mientras despertaba al niño.

-¡Enfermera!- Tomás despertó y abrazo a la enfermera al ver que todo había vuelto a la normalidad, pensando que todo había sido un mal sueño, ya que no tenía marcas de lo sucedido

-Tomás, es difícil decirte esto, pero tu abuela murió, tu madre está dentro de la habitación.- Dijo la enfermera muy seria.

Tomás fue con su madre a la habitación, la abrazo y comenzaron a llorar.

Tiempo después, fueron al funeral, todos lloraban ya que era una gran pérdida. Al terminar todo, solo quedaron tomas y su madre.

-Vámonos Tomás- Dijo su mamá, poniendo su mano en el hombro de Tomás. Ellos comenzaron a caminar y su madre notó que Tomás tenía una cadena que había pertenecido a la abuela. – Sabes, esa cadena era de sus tesoros más preciados, consérvala, ella realmente te amaba hijo, tanto, que antes de morir ella dijo que te protegería-

Tomás vio la cadena y se asustó, pues él nunca la había tomado, entonces entendió que aquello en la cabaña no había sido un sueño, sino su abuela dando su vida por él. Entonces él corrió hasta la tumba de su abuela pidiendo a su madre que lo esperará.

Cuando llegó a la tumba de nuevo, cerró los ojos y mientras sentía el viento recordó todo lo que había sucedido, entonces, con lágrimas sonrió diciendo. –Gracias abuela-.

Fin