AL BORDE DEL LAGO IÑAKI
Enviado por poland6525 • 5 de Noviembre de 2017 • 1.562 Palabras (7 Páginas) • 449 Visitas
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-Sí, sí ya vimos… de echo me percaté desde que entré al salón de clases. Aunque para ser honesto no me gusta mucho el color que tienen estas paredes –Respondió Marcoval abriendo su boca para bostezar mejor-.
-¡Grandioso aquí vamos de nuevo ni siquiera han comenzado las clases y ya quieres quitarme mi emoción de haber venido hoy! –reclamó Omar con un tono molesto.
-¡¿Qué…?! De hecho estoy aquí porque pensé que sería menos aburrido que estar en mi casa; pero parece que no. Además hay demasiado ruido, me dan sueño…
-¡ay! Pues entonces ni hubieras venido hoy… -Alzó la voz Omar.
- Prrr… me das flojera y me enfermas… -Dijo Marcoval a Omar queriendo finalizar la pequeña discusión.
- ¡Ay ahora sí….!
- Yaaaa… ¡¿Pueden calmarse los dos?! Siempre es lo mismo… además, ¿ya se dieron cuenta del ridículo que están haciendo al ponerse a discutir en medio salón? – Dije con tono disgustado y con voz ligeramente elevada, tratando de mantenerla a un nivel auditivo casi imperceptible (el único medio que creía podía traer a mis amigos de regreso).
-Tú no te metas, que esto es entre nosotros dos…
Ahora bien, en qué estaba… ¡Ah sí!... Con que quieres problemas eh Marco, bueno pues los tendrás….
-Guarda silencio por favor, ¿quieres? Tu voz me irrita… trato de dormir…
- Otra vez con esa actitud, no sé si te estas burlando de mí…
-Me da pereza explicarlo en estos momentos… más tarde con mucho gusto. – dijo Marcoval apoyando su quijada en su mano derecha, entrecerrando sus ojos mostrando un leve cansancio.
Parecía que las cosas podían empeorar por algo sin sentido. Mis amigos ya habían acaparado la atención de casi la mayoría de nuestros compañeros. Pero como mandada del cielo llegó en el preciso momento la profesora de Ciencias Naturales, la señorita Anabel. Algunos ya le conocían porque tenían hermanos mayores que habían tomado clases en el mismo colegio en el cual acudíamos. Quien con un gratificante “buenos días” puso fin a tan embarazosa discusión, e inercialmente sus palabras provocaron que cada integrante del grupo pasara a sentarse.
-Muy bien a ver todos, prestemos atención. Comenzaremos con lo habitual que es presentarnos ante el grupo. –dijo la Srita. Anabel con una gran sonrisa que le daba a su rostro una forma más gratificante de lo que era-. Mi nombre es Anabel Mondragón Carranza y soy su profesora de Ciencias naturales, y quizá ya haya quienes me conozcan o han escuchado de mí. Pero yo no los conozco a ustedes así que empecemos.
Bueno, cada quien fue presentándose, decía lo que le gustaba hacer en sus ratos libres y la edad que tenía. Así como algunas cosas que les gustaba hacer a cada quien cuando se sentían feliz. Al final de las presentaciones, comenzamos a sacar nuestras libretas para tomar notas. Mientras unos preferían tomar nota otros miraban a través de las ventanas, también había quienes preferían hacer figuritas de papel. Los primeros 50 minutos que correspondían a la primera clase se fueron volando. Ya estaban tocando el timbre para el cambio de turno.
07:50 am. La maestra Mondragón abandonaba nuestra aula. Y dos minutos después todos comenzaban a hacer lo que les parecía, y a generar la bulla que ya se empezaba a hacer característico del cada grupo.
Continuamos con la misma mecánica en las siguientes dos clases, con cada profesor. Hasta que sonaron el timbre en señal de poder salir al descanso. Para nuestra mala fortuna ninguno de nuestros compañeros había traído un balón consigo, y a Omar se le olvidó el de él. Así que solo nos pasamos nuestro tiempo de descanso platicando de temas que nos parecían interesantes. Nuestra nueva escuela era muy grande, contaba con 8 salones en planta baja y 4 situados en planta alta, edificios de dos niveles. Enfrente de la dirección estaban dos árboles de tamaño mediano, al lado se encontraban más instalaciones que funcionaban para ofrecer asesorías a alumnos, u orientarlos en su formación académica. En el costado de atrás estaban dos canchas de usos múltiples. Había tres salones de talleres. Y un laboratorio. También estaba ubicada una gran cafetería. La ciudad según mis papás iba en aumento, y se podía apreciar en las grandes construcciones.
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