Conqusita del imperio incaico
Enviado por Ledesma • 20 de Abril de 2018 • 3.248 Palabras (13 Páginas) • 405 Visitas
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Los viajes de Pizarro
El primer viaje (1524-1525)
Entre 1524 y 1527, Pizarro inicio la exploración de la costa pacífica de Colombia y Ecuador. Los expedicionarios, quienes habían pasado hambre y sufrían las consecuencias del mal clima, tornaron la decisión de ir a la isla del Gallo. Pizarro permanecería allí con sus hombres, mientras Almagro regresaba a Panamá en busca de refuerzos (Ruiz, 2009, pp. 128-131).
Navegaron bordeando la costa y llegaron hasta lugares desconocidos que bautizaron como Puerto Piñas y Puerto del Hambre. Más al sur fueron atacados por un pueblo de indígenas, por lo que procedieron a incendiarlo. Por ese motivo los españoles le dieron el nombre de Pueblo Quemado (Ruiz, 2009, pp. 128-131).
El segundo viaje (1526-1527)
Después de llegar a la altura del río San Juan, Almagro regresó a Panamá en busca de más provisiones y Pizarro continuó hacia el sur. Cuando se encontraban en la isla del Gallo, se acercaron dos barcos con orden del gobernador de Panamá de que los conquistadores regresaran a esa ciudad. Pizarro trazó con su espada una raya en la arena y mirando hacia el sur, dijo a sus hombres: "Por aquí se va al Perú a ser rico". Luego, señalando en sentido contrario, agregó: "Por aquí se va a Panamá a ser pobre". Solo trece hombres permanecieron al lado de Pizarro. Al cabo de siete meses finalmente llego Bartolomé Ruiz con provisiones y la orden del gobernador de que todos regresaran. Antes de cumplir con la orden. La codicia de Pizarro lo había llevado a planificar un nuevo viaje hacia Perú (Williamson, 2013, pp.33-38).
Pizarro y sus hombres navegaron la costa y llegaron a Tumbes. Allí fueron recibidos por los indígenas, quienes les ofrecieron chicha, fruta, maíz y otras viandas. Era una forma habitual de establecer relaciones de los pueblos andinos. Sorprendidos con las construcciones y vestidos de indígenas, decidieron regresar para pedir la autorización de conquistar las tierras halladas. Los recién llegados a Panamá presumían de las maravillas vistas con sus propios ojos (Williamson, 2013, pp.33-38).
En cambio, Pizarro decidió viajar hacia España para entrevistarse con el emperador Carlos I de España y V de Alemania, monarca del Sacro Imperio Romano Germánico y a su vez, rey de España. Allí, Pizarro le pidió al emperador que le otorgase los títulos y el apoyo económico para emprender sus campañas hacia el sur. Además, el conquistador le llevó a Carlos I de España y V de Alemania algunas muestras de las riquezas halladas en esa zona. Ante ello, el emperador aceptó la demanda de Pizarro, mediante la firma de la Capitulación de Toledo (Williamson, 2013, pp.33-38).
Capitulación de Toledo
Realizada el 26 de julio de 1529, firmada en Madrid entre Francisco Pizarro y la Reina Isabel de Portugal (ante la ausencia de su esposo Carlos I de España y V de Alemania). Autoriza el tercer viaje de Pizarro al Tahuantinsuyo con la bendición de la Iglesia (ya que era un requerimiento). La corona española se reservó el quinto real (20% de las riquezas) descubiertas (Ruiz, 2009, pp. 128-131).
Francisco Pizarro fue nombrado adelantado, gobernador, capitán general y alguacil mayor de Nueva Castilla. Extensión de su gobernación 200 leguas (correspondiente a 1.110 km.). Con un sueldo de 725 mil maravedíes al año (Ruiz, 2009, pp. 128-131).
Diego de Almagro se le nombró alcalde de Tumbes y capitán mayor. Título: hidalgo, con un sueldo de 300 mil maravedíes anuales. Hernando de Luque se le otorgó el obispado de Tumbes y el cargo de protector de indios. Con un sueldo de 1000 ducados anuales. Los Trece de la Fama, se les concedió los títulos de hidalgos de solar conocido y caballeros de la Espuela Dorada. Se le nombro a Pedro de Candía artillero mayor y a Bartolomé Ruiz, piloto mayor del mar del sur (Villanueva, 2011, pp.111-116).
De esta manera, Pizarro obtuvo el pleno permiso para la conquista de los territorios del sur de Panamá, los cuales, además, estarían bajo su regencia absoluta, con una enorme asistencia económica por parte del reino de España. Sin embargo, el poder que le habían brindado fue mayor al de todos los demás tripulantes, por lo que le trajo grandes problemas con Almagro, su socio inicial, estos problemas serían solucionados en el futuro, de forma violenta (Ruiz, 2009, pp. 128-131).
Después de dieciocho meses de exploraciones llegaron a Piura, donde se internaron en el territorio peruano. Pizarro encabezó una nueva expedición hacia la zona, junto a su hermano, Hernando Pizarro, Hernando de Soto y a Francisco de Orellana, quien sería el descubridor del Amazonas (Ruiz, 2009, pp. 128-131).
El tercer viaje (1531-1535)
La expedición conquistadora partió de Panamá en 1531, sumaron casi doscientos hombres encaminados a conquistar el imperio. Los españoles llegaron a la isla de la Puna, donde después de una estancia pacífica de varios días, los isleños atacaron al no recibir muestras de reciprocidad. La fuerza convirtió en vencedores a los españoles, quienes llegaron más tarde a Tumbes, donde se enteraron de que una guerra sucesoria entre Huáscar y Atahualpa (Ruiz, 2009, pp. 128-131).
En esos días había finalizado la guerra civil entre los incas, con el triunfo de Atahualpa, quien había asumido el mando del imperio. Atahualpa no quiso de ver la ejecución de su hermano, Huáscar y por ello, le pidió a sus generales que se hiciesen cargo de la labor. Por ese motivo, Huáscar, en calidad de prisionero, debió presenciar el asesinato de todos sus familiares, directos e indirectos. Luego, el prisionero fue sometido a varias torturas y posteriormente, fue ajusticiado. Para no tener inconvenientes con las poblaciones indígenas, los españoles se presentaban como partidarios de Atahualpa o Huáscar, según les conviniese (Ruiz, 2009, pp. 128-131).
Fundación de San Miguel
Pizarro tiene noticias de Atahualpa, que se estaba desplazando de Quito a Cajamarca. Decide enviar a Hernando de Soto a Caxas, con la finalidad de recopilar información sobre Atahualpa (Villanueva, 2011, pp.111-116).
En Tangarará, es donde se fundó la villa de San Miguel, el 15 de agosto de 1532. Fue la primera ciudad española fundada en Lima-Perú (Villanueva, 2011, pp.111-116).
Los espías de Atahualpa habían vigilado a los invasores, por lo que este sabía que eran tan solo unos doscientos hombres. Además, sabía que eran simples mortales y no dioses por eso no les dio
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