ELSA PUNSET

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En beneficio de la tecnología se ha vuelto común conocer a gente y establecer amistad por internet. Ante este reciente fenómeno, Elsa afirma que una relación precisa de contacto físico y emocional para conectar con las personas, sin embargo, si bien es cierto que existen webs, apps o redes sociales en las que únicamente puedes escribir, también hay otras como Skype que facilitan la comunicación tal y como la conocemos a pesar de que la persona se encuentre lejos.

A lo largo de los últimos años he conocido a personas de diferentes ciudades y países, me he nutrido de sus culturas, personalidades y opiniones y he establecido relaciones de amistad duraderas con algunas de ellas. Es el caso de Milena y Tamara, dos chicas de Barcelona y compañeras de clase a las que conocí por Whatsapp y con las que estuve hablando casi un año hasta conocerlas en persona. Ir a Cataluña sola a conocerlas fue una de las experiencias más enriquecedoras y gratificantes de mi vida y la prueba de que se puede establecer amistad de esta manera aunque en algún momento sea necesario conocerse en persona. Lo único con lo que hay que tener cuidado es con mantenerlas, porque para ello necesitamos las redes sociales para comunicarnos, lo cual puede hacer que descuidemos las relaciones que ya tenemos en nuestra vida real.

Opino que las redes sociales conectan tanto como aíslan a la gente y todo depende del uso que se le dé.

Vivir el presente de una forma sana es esencial para nuestro bienestar emocional. A menudo tenemos miedo a dejar de preocuparnos, porque consideramos que es sinónimo de ser indiferente, sin embargo, como afirman la psicología cognitiva y mi madre: “hay que ocuparse y no preocuparse”. Perdemos mucho tiempo quejándonos, angustiándonos y exasperándonos por problemas que, o bien aún no han ocurrido o que no estamos solucionando por gastar tiempo en torturarnos mentalmente, lo cual no sirve de gran ayuda y expande aún más la sensación de angustia. A su vez, eliminar las creencias irracionales y diferenciar entre necesidades y deseos nos proveerá una mente sana pues “maduro es aquel que sabe que no necesita casi nada para ser feliz” y quien se da cuenta de que el bienestar lo llevamos cada uno dentro de nosotros. Sanar significa reducir deseos, los cuales son legítimos excepto cuando se convierten en necesidades y por lo tanto, en problemas. Para vivir sanamente es importante aprender que los hechos externos no conllevan efectos emocionales, sino los pensamientos negativos que se producen entre un hecho y una emoción dañina.

La psique humana es experta en recordar y prever, en tratar de anticipar el futuro en función de recuerdos pasados, en tratar de controlar las variables de la vida para que jueguen a nuestro favor pero este hecho es pernicioso para nuestra felicidad porque evita que nos centremos en el presente, en ese codiciado carpe diem. Vivir el día a día supone mayor felicidad, nuestra propia supervivencia emocional y un ejercicio de valentía al deshacernos de todas esas cargas y recuerdos caducos que llevamos sobre nuestros hombros hace años.

La vida no es tan complicada como creemos, nosotros decidimos si hacerla sencilla o no, si convivir o si arrollar a los demás, si entender o si cerrarnos en banda, si amar u odiar.Debemos aprender que somos dueños de nuestras vidas, emociones y decisiones, hacernos directores, partícipes y no espectadores, soñar, vivir, reír y amar.

Todo esto es posible con una mente sana: abierta pero crítica, analítica, curiosa, independiente y con ideas y opiniones formadas. Debemos cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente, pues son herramientas fundamentales a la hora de alcanzar la felicidad. Debemos permitirnos soñar pero siendo conscientes de nuestras carencias y limitaciones para evitar la frustración; debemos fijarnos metas para mantener viva el alma; debemos fomentar la inteligencia, la independencia y la creatividad, así como cambios constructivos y duraderos para potenciar nuestra relación con nosotros mismos y convertir la vida en el maravilloso juego que es.

En definitiva, la felicidad es un objetivo destacable dentro de la existencia humana basado en el pensamiento sano, la eliminación de creencias irracionales, la existencia de alegría, amor y amistad, el reconocimiento de las necesidades básicas y la diferenciación entre estas y los deseos, así comola concentración en el presente, evitando vivir en el pasado o el futuro pero manteniendo los sueños.

BIBLIOGRAFÍA:

Una mochila para el Universo (Elsa Punset) y El arte de no amargarse la vida (Rafael Santandreu).