ENSAYO DE “EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA

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Al pasar de los días y de hacer equipo con los animalitos, llegaron al primer castillo el del Silencio, al cual ni la ardilla ni Rebeca pudieron pasar con él, así que entro solo. Para su sorpresa encontró al Rey dentro del castillo, que era silencioso y solitario, el Rey le explico que no era la primera vez que estaba en ese lugar pues le ayudaba a crecer como persona, el Caballero le pidió caminar juntos para hacerse compañía a lo cual el Rey se negó, después de hacerle entender que no podían caminar juntos el comenzó su camino. En este lugar fue cuando experimento la soledad y se dio cuenta de cómo hacía sentir a su esposa dejándola tanto tiempo sola, entre más se daba cuenta de sus errores iba avanzando de habitación, una más pequeña que la otra, hasta que en una de ellas una voz le susurro y pregunto ¿quién era?, le contestaron que era su yo verdadero, ese que no se tiene que esconder o aparentar lo que los demás quieren o esperan de él, se mostró incrédulo pero termino aceptándolo y su otro yo se auto nombro Sam, después de una plática y de tanto cansancio y llorar se quedó dormido. Al despertar la ardilla y Rebeca se encontraban en su pecho, él se dio cuenta de que una parte de su armadura se había caído debido al oxido que se generó de tanto llorar, el comprendió inmediato la situación. Decidió continuar con el camino para llegar al próximo castillo. Después de unos días de caminar llego al segundo castillo, el del Conocimiento, al cual esta ves sus amigos animalitos si podían entrar, pues el conocimiento es para todos. Al recorrer el castillo oscuro fue como fue comprendiendo que en realidad él no se amaba, ni amaba a su familia, que el necesitaba del amor de las personas que salvaba, y que en realidad todo lo que hizo, lo hacía para satisfacer a las demás personas y que en ese proceso fue perdiendo a su familia, encontró un espejo que le mostraba a una persona que no era el pero era como siempre quiso ser, Sam le conto que el espejo muestra lo que realmente somos, y que solo faltaba que él se reconociera como es para aceptar el amor y la vida y así poder continuar con su vida. También aprendió sobre la ambición, la ambición pura y no la que solo se basa en cosas materiales, después de reflexionar salieron las lágrimas y otra parte de su armadura cedió.

Motivado decidió avanzar al siguiente castillo, el de La Voluntad y Osadía, donde antes de entrar salió un dragón que le salía fuego azul, el cual espanto e hizo que el Caballero saliera corriendo del miedo, sus amigos le dijeron que solo podría vencer con conocimiento al dragón, él tenía que ser fuerte y pensar que el dragón no existía para poder ganarle. El dragón se hizo llamar El Dragón del Miedo y la Duda, el caballero entendió porque se hacía llamar así, pero él fue fuerte y entre más se convencía de que no era real, el dragón se iba haciendo pequeño hasta dejar de representar peligro. Finalmente el caballero llegó poco a poco a la cima de la montaña pero se encontró una inscripción que bloqueaba el camino. Aunque estaba cansado, intentó descifrarla y llegó a la conclusión de lo que quería hacer era soltarse y dejarse llevar por lo desconocido, como no estaba muy convencido, Sam le dio las palabras de apoyo necesarias para arriesgarse y haciendo caso a su propio “yo” se tiró al vacío, pero en lugar de caer hacia abajo iba ¡hacia arriba! De repente, cayó sobre la cima de la montaña y comprendió la inscripción; en la caída había soltado todo aquello que había tenido y pensado y no lo podía ser feliz. Sus lágrimas de alegría terminaron de oxidar la parte de la armadura que le quedaba puesta sobre su cuerpo. Se dio cuenta que una nueva luz había en su interior y afloraba hacia el exterior, una luz mucho más brillante que la que daba su pesada armadura, por ello el caballero comprendió ese espacio desconocido y consiguió al fin formar parte de él. De este lectura en particular pienso que es algo tan común en nuestra sociedad, solemos vivir tratando de ser personas distintas para sentirnos parte de algo, y pasa que las personas que realmente nos conocen pierden el sentido de quien somos. Tenemos que amarnos a nosotros mismos para poder amar a los demás y dejar que nos amen, quitarnos cualquier tipo de armadura y no recurrir al método del Caballero para retirarla de su cuerpo.

Referencias

FISHER, R. (2005). El Caballero de La Armadura Oxidada. España: EDICIONES OBELISCO.