El doctor Jekill y Mr. Hyde

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CAPÍTULO 4: El caso del asesinato de Carew

Casi un año después, un 18 de octubre, la ciudad de Londres se conmovió debido a un asesinato. Era de noche y una criada se disponía a irse a la cama cuando se asomó por la ventana y vio a un hombre anciano atravesar la calle y a otro hombre de menor estatura ir en el otro sentido.

Al cruzarse el anciano le saludó y entablaron una conversación, la criada reconoció al hombre de escasa estatura como el señor Hyde. Instantes después a Hyde le dio un ataque de rabia y arremetió contra el anciano propinándole golpes con su bastón hasta partirlo y matarle.

Encontraron una carta dirigida a Utterson y este fue a reconocer el cuerpo y dijo que era el señor Carew. Al escuchar el nombre de Hyde le dijo a un agente que le acompañase, que él sabía donde vivía Hyde. Encontraron la otra mitad del bastón en su habitación y un talonario roto, por lo que ya habían encontrado al culpable.

CAPÍTULO 5: El incidente de la carta

Utterson fue a la casa del doctor Jekyll, éste se encontraba bastante enfermo. El abogado le habla sobre lo ocurrido con Mr. Hyde y el doctor le promete haber dejado de contactar con Hyde y le muestra una carta de Hyde. Utterson le dijo a Jekyll que reflexionaría sobre el caso en su casa. Al salir Utterson le preguntó a Poole si habían traído alguna carta y este lo negó por lo que le hizo temer lo peor.

Una vez en casa, el abogado le contó a su pasante, el señor Guest, lo que ocurría y le dio la carta para que inspeccionase si veía algo extraño. Guest comparó la carta de Hyde con una del doctor Jekyll y concluyó que había similitud en las dos caligrafías, lo que hizo creer a Utterson que Jekyll estaba encubriendo a Hyde.

CAPÍTULO 6: La extraña aventura del doctor Lanyon

Pasó el tiempo y el doctor Jekyll había comenzado una nueva vida en la que salió de su encierro y retomó la relación con sus amigos. Cierto día, Utterson fue a visitar al doctor, como llevaba haciendo en numerosas ocasiones, pero se encontró con la negativa de que no podía entrar ya que el doctor no quería ver a nadie.

Debido al rechazo, Utterson se dirigió a casa de Laynon. Se encontró con que Laynon había enfermado y ya no quería saber nunca más sobre el doctor Jekyll.

Utterson regresó a su casa y le escribió una carta a Jekyll para saber que ocurría, éste le contestó al día siguiente ratificando lo que le había dicho Laynon.

A las dos semanas Laynon falleció y Utterson vio un correo que le había enviado el difunto antes de morir pero que no debía leer hasta que Jekyll muriese.

CAPÍTULO 7: El episodio de la ventana

Se encontraban paseando, como de costumbre, Utterson y Enfield cuando pasaron por la casa de Jekyll y Utterson le vio asomado a la ventana. Utterson le dijo que bajase, que sería bueno para él dar un paseo. El doctor declinó la petición pero aceptó a hablar desde la ventana, seguidamente al doctor se le cambió la cara por una expresión de horror y cerró rápidamente la ventana.

Utterson y Enfield abandonaron la calle en silencio, asustados. Y cuando se habían alejado lo suficiente, Utterson se giró y exclamó ¡Que el señor se apiade de nosotros!

CAPÍTULO 8: La última noche

Se encontraba el señor Utterson sentado junto a su chimenea, cuando apareció Poole preocupado porque algo malo le había ocurrido al doctor ya que no salía del gabinete y le rogó que le acompañase a casa de Jekyll. Una vez en la casa, el mayordomo y Utterson llamaron al gabinete y contestó una persona con una voz que el mayordomo decía no ser la de su amo.

El mayordomo le cuenta que una noche vio a una persona rebuscar en las cajas del laboratorio y afirma que era una persona de reducida estatura lo que les hace pensar que el que se encontraba encerrado en el cuarto podría ser Mr. Hyde.

Armados de valor y con armas, deciden tirar abajo la puerta para comprobar quien se encontraba realmente en dicho cuarto. Al quinto hachazo la cerradura se rompió y vieron a Mr. Hyde en sus últimos momentos de vida vestido con la ropa del doctor Jekyll.

El abogado y el mayordomo buscaron el cuerpo del doctor pero no encontraron rastro de él. Encontraron una carta dirigida a Utterson en la que aparece el testamento dándole todos sus bienes y fortunas. También aparece una segunda carta en la que le dice que lea la carta que le envió Laynon por lo que Utterson se dirigió a su despacho a leer dicha carta.

CAPÍTULO 9: La narración del doctor Laynon

Una vez llegó Utterson a su despacho comenzó a leer la carta.

Laynon cuenta que el doctor Jekyll le envió una carta porque necesitaba que le hiciese una seria de favores:

En primer lugar le dijo que tenía que ir a su casa para en su gabinete abrir la vitrina para coger lo que se encontrase dentro. Después tenía que ir a la plaza Cavendish de Londres. A medianoche tenía que esperar, solo en su consulta, la llegada de un hombre que se presentaría en el nombre del doctor.

Laynon inspeccionó el contenido de la caja y vio que dentro había unos sobres que contenían polvos y un cuaderno en el que tenía apuntado multitud de fechas.

A las 12 de la noche un hombre de corta estatura que estaba vestido con unas prendas que le quedaban exageradamente grandes. El hombre provocaba una sensación de escalofrío inicial.

El hombre cogió los polvos y los juntó con unas gotas rojizas en un vaso graduado. El hombre en cuestión le preguntó a Laynon si quería llegar al final del asunto y éste afirmó, por lo que el hombre se bebió el vaso y comenzó una transformación en él:

Comenzó a hincharse, su rostro se ennegreció y sus rasgos parecía que se derretían y se alteraban. Laynon aterrorizado se levantó de un salto del sillón y vio que a quien tenía en frente era al doctor Jekyll.

Laynon cuenta que el terror había llegado a formar parte de él debido a lo impactante que fue aquel momento.

Termina la carta con una afirmación aterradora: El hombre que se adentró aquella noche en su consulta fue el asesino Mr. Hyde.

CAPÍTULO 10: Henry Jekyll explica lo sucedido

Este último capítulo trata de la confesión del doctor Henry