Ensayo amor que traciende
Enviado por tolero • 7 de Enero de 2019 • 1.125 Palabras (5 Páginas) • 571 Visitas
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Habrá días en los que no quieras levantarte de tu cama, principalmente porque aún no sabes que SI PUEDES seguir adelante y de eso se trata el conseguir ese amor propio y alimentarlo. También habrá días buenos en los que sientas que no estás solo y esos son los días que debes apreciar y multiplicar.
Recuerdo que me molestaba que me dijeran “ya supéralo”, probablemente no lo hacían con el afán de molestarme, sin embargo hacían que me hirviera la sangre y hasta me dieran ganas de desquitar mi enojo con ellos (y algunas veces lo hice por supuesto).
Lo cierto es, que NADIE vive el duelo de la misma manera, hay personas que en el momento de su pérdida tienen una madurez espiritual vasta que les ayuda a canalizar su dolor de la mejor manera, sin embargo, esas personas son escasas. Lo normal es que como humanos que somos, nos permitamos el enojo, la tristeza, la impotencia, el dolor, y hacerlo de la mejor manera que podamos en el momento. No hay un manual para esas situaciones, no hay una regla que diga cómo debemos vivirlo. ¡Claro que las personas a nuestro alrededor intentarán consolarlos de la mejor manera!, a veces con palabras no tan atinadas pero seguramente con el corazón y hay que aprender a apreciar ese apoyo.
Ahora, SI, hay que apreciar el apoyo, mas no permitir que quieran dictarnos cómo vivir nuestro duelo ni cuánto tiempo debe durar. Hoy, al leer esto, te pido que eso te lo grabes en tu mente, tienes el derecho divino de decidir cómo vivir tu vida, Dios nos regaló el libre albedrío, y en ese regalo podemos confiar en que nuestra manera personal de vivir el duelo, es la correcta PARA NOSOTROS.
Yo escuchaba mucho en ese tiempo y a la fecha a muchas personas que me decían: “Tienes que ser fuerte porque tal persona te necesita”. Desgraciadamente hice caso y me causé más dolor a mi misma porque no me permití sentir mi dolor ni liberarme de él. Muchos me juzgaron porque cambié con ellos y yo me sentía terrible. Ahora, después de estos años, sé que no debí hacerlo. Ahora sé que mi prioridad soy YO, porque si yo no estoy bien, no puedo ayudar a los demás; si yo no me amo y me acepto, no puedo amar y aceptar a los demás. Así que ahora que empiezas a leerme, te pido que te quites todos los prejuicios de ti mismo, todo lo que la sociedad, tu familia, tus amigos o los desconocidos te dictan.
Date permiso de vivir este libro a tu manera y recuerda que TÚ importas, TÚ eres amado y sobre todas las cosas, recuerda: eres TÚ quien está viviendo este duelo, vívelo como TÚ QUIERAS como TÚ PUEDAS. Pero...
¡VÍVELO!
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