ENSAYO SOBRE EL AMOR COMO REPRESENTACIÓN DEL PLACER CARNAL O UN KITSCH

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El placer es el sentimiento o sensación agradable que provoca la satisfacción. Para Freud era igual el placer que la libido, porque todo estado afectivo y sobre todo la pulsión sexual se asocian inevitablemente con la libido. L tesis de dicho autor es que todo está asociado, porque por medio de esta en lace de la libido con la crueldad se produce también el cambio de amor en odio[7], esto nos dice que el amor es un instinto animalesco que tenemos todavía a un y que la sociedad estratégica no ha podido erradicar. Aquí hay una contradicción en las bases del kitsch y da paso a un temen algo extenso pero importante el cual es la libertad (responsabilidad). Hay muchas parejas que al ver la tempestad que la vida les ha puesto deciden morir, lo cual no entiendo porque en vez de superarlo deciden dicha opción lo cual no les garantiza estar juntos pero aquí ellos hacen que el kitsch se transforme en una representación de la libertad, también aquellos que deciden abandonar al totalitarismo para poder efectuar el verdadero amor y también hacer una de las más grandes representación de la libertad. En el caso de V. y C. si hubieran abandonado a Z. (kitsch) podría haber durado su relación. Pero aquí entra el kitsch totalitario, el cual hace ver aquellos que deciden alejarse, los hace ver como los enemigos o malvados más los que se suicidan los hace ver como mártires del amor telenovelesco y así mantener el control y poder eliminar lo inaceptable. Como un claro ejemplo es Romeo y Julieta.

Para Schopenhauer el amor presente es: Un meditar en la formación de la futura generación, de la cual dependen otra vez innumerables generaciones[8]. Uno de los mejores pensadores nos dice como Freud que el kitsch es simplemente el poderío de la voluntad propia transformada en voluntad de la especie. Porque ahora solamente se busca una sola cosa en las relaciones actuales, lo cual es la fornicación y esto significa que la supervivencia de la raza humana está garantizada, pero también significa que el amor burgués su único destino es el éxtasis de la libido. Pero porque hace sufrir el kitsch al hombre, por la simple razón de que el amor tiene por fundamento, dirigido a la reproducción de la especie, en el hombre disminuye a partir del instante en que ha obtenido la satisfacción, lo cual nos dice que el amor satisfecho conduce también más a menudo a la desdicha que a la felicidad.[9] Llegó el momento de saber porque la sociedad estratégica se creó su kitsch, actualmente hay relaciones que viven en unión libre y esto provoca un desequilibrio en el sistema, porque afecta directamente a la base de esta sociedad burguesa, lo cual es la institución más sagrada que es la familia.

Nos da a entender que la cultura actual, solo está dispuesta a tolerar las relaciones sexuales basadas en la unión única e indisoluble del hombre y una mujer, sin admitir la sexualidad como fuente de placer en sí aceptándola tan solo como instrumento de reproducción humana[10]. Nos indica que la base de esta sociedad carente cada vez más, es una mentira. El kitsch es simplemente en su fin, fue en su origen, un amor plenamente sexual y sigue siéndolo en el inconsciente humano.

Vemos como se contradice la tesis de esta sociedad estratégica es ser más humano pero niega con el kitsch algo que es tan natural en el hombre sin embargo ahora nos damos cuenta de por qué Adán y Eva fueron expulsados del Edén.

El amor es una representación de la libertad, hace a varios individuos hacer acciones sin pensar o pedir permiso a alguien. Pero antes debemos de saber que es la libertad, es aquella responsabilidad por los actos realizados. El verdadero amor no es el kitsch, provoca en nosotros cambios en actitudes que en esta sociedad burguesa lo ve mal, porque a causa del amor verdadero dejamos de excitarnos, nuestras emociones y nuestro juicio crítico se ven dificultades y con el tiempo nuestra actitud con respecto a lo que ocurre en el mundo va tomando un carácter de indiferencia y chatedad.[11]

Pero como saber la diferencia entre el amor verdadero y el amor burgués, es muy difícil es verdad pero no imposible, la única manera de saber es siendo honesto con nosotros mismos y con los demás, como dijo Freud, sabiamente: Existen dos maneras de ser feliz en esta vida una hacerse idiota y la otra serlo. Bien el amor es algo extraordinario pero a la vez algo terrible, porque hace sufrir al hombre más cabal. Porque el hombre a priori de conocer esta emoción es feliz con las cosas que han sido impuestas por la sociedad estratégica pero a posteriori sucede una praxis que provoca un placer adictivo que hace perseguir día con día, esto es el amor verdadero. Para concluir este kitsch que se creó el vulgo es bazofia porque lo que hace es que las personas vivan en una ilusión que alimenta la esperanza lo cual es lo peor porque es una mentira que al fin de cuentas consigue lo que quiere, que es tener bajo su yugo al individuo y que no se aleje del régimen pero el amor verdadero es otra cosa, uno de los sentimientos más hermosos que el humano pueda tener, hace que te emociones cada día, hora e incluso en este instante ver a la persona amada, simplemente ver su mirar, su pelo o cosas que para el kitsch son obsoletas, claro tiene razón los dos pensadores citados antes que el amor es solo, el aseguramiento de la supervivencia de la especie sin embargo porque no puede ser algo hermoso; es una bendición este sentimiento porque el amor hace más humano al humano y nos hace saber que el Edén existe no en la gloria eterna sino en la tierra.

BIBLIOGRAFÍA

De Rotterdam, Erasmo. Elogio a la locura. Ed. Alianza, 2000. Madrid, España.

Freud, Sigmund. El malestar de la cultura. Ed. Biblioteca Nueva, 1999, pp. 60

Freud, Sigmund. Tres ensayos sobre teoría sexual. Ed.Brontes.2011. España.

Fromm, Eric. El miedo a la libertad. Ed. Origen/ Planeta, 1985. Barcelona, pp. 277.

Habermas, Jürgen. Acción Comunicativa. Ed. PAIDÓS

Kundera, Milan. La insoportable levedad del ser. Ed. Narrativa Actual, 1984, Barcelona.

Schopenhauer, Arthur. El amor, las mujeres, la muerte y otras cosas. Ed. Porrúa, 2009. México.

FUENTES

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