Freakonomics.
Enviado por Mikki • 25 de Enero de 2018 • 2.315 Palabras (10 Páginas) • 298 Visitas
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En caso de que el agente inmobiliario venda su propia casa, le dedicaría los 8 días necesarios para venderla a $ 350.000. Con el fin de hacer el mejor negocio esperara a que llegue la mejor oferta y obtener un mayor ingreso.
Capítulo 1
Preguntas 3:
P29: ¿Por qué los economistas que se deciden a estudiar el tema de las llegadas tarde de los padres a buscar a sus hijos a la guardería, teniendo 20 semanas para hacer el estudio, dedican las primeras 4 simplemente para observar, sin introducir aún las multas?
Las 4 primeras semanas que se toman los economistas corresponden a analizar la conducta de los padres al buscar a sus hijos a la guardería. Buscaban observar sus comportamientos, motivos de demora e, incluso, intentaban poder cuantificar a aquellos que caían en esta situación. El hecho de analizar estas cuestiones, les permitiría establecer algún tipo de incentivo para lograr que esas demoras no sucedieran, o bien se reduzcan sustancialmente. Y ese incentivo fue en este caso de carácter económico; se materializó a través de multas, aunque al principio no se obtuvo el resultado esperado.
¿Por qué, cuando la multa fue establecida, el número de retrasos subió?
El aumento en el número de retrasos, terminó demostrando que el incentivo “económico” claramente fracasó. Esta situación se fundamenta en el precio de la multa que era de U$S3, frente a la cuota mensual de U$S380 (no representaba ni siquiera el 1% del valor de la cuota mensual). Tal como menciona el libro, un padre podría darse el lujo de llegar tarde todos los días y pagar a fin de mes solo U$S60 adicionales. De hecho, las demoras eran mayores ya que aparentemente, esos U$S3 de multa por no retirar al hijo del colegio, no compensaban salir corriendo del partido de tenis sin terminarlo. Al ser poco significativos los U$S3, preferían pagarlo y llegar tarde.
P32: ¿Qué fallaba con el incentivo de la guardería israelí?
La falla tuvo que ver con la sustitución de un incentivo “moral” (la culpa que se suponía tenían los padres por llegar tarde) por un incentivo “económico” (estipular una multa de 3U$S), con lo cual los padres, con solo pagar esa diminuta suma de dinero, se liberaban de la culpa de no buscar a sus hijos en horario y podían continuar haciendo sus tareas sin el menor remordimiento. Incluso la insignificancia de la multa permitía a los padres percibir que llegar tarde a recoger a los niños no era tan grave, lo cual no hacía más que alentarlos para que se comportaran de esa manera; es decir, que por no interpretar correctamente la situación y por no apuntar al incentivo correcto, el resultado era totalmente opuesto al buscado.
P33: ¿Por qué el autor sugiere que si la multa hubiese sido de cien dólares en lugar de tres, si bien probablemente hubiera terminado con los retrasos, hubiera también generado una gran mala predisposición de los padres para con la guardería?
Un multa equivalente a U$S100 seguramente habría terminado con toda demora dado que se trata de un importe muy significativo. Con llegar tarde 4 veces al mes ya se estaría superando el valor de la cuota mensual, con lo cual no habría relación entre la multa y la mensualidad generando así el disgusto de los padres. En este sentido, es importante equilibrar los extremos cuando se establecen los incentivos de manera que los mismos no sean ni muy bajos ni muy altos, estableciendo un marco de razonabilidad.
Recuerden que hay tres clases de incentivos: económicos, sociales y morales. ¿Cómo funciona esta sustitución de incentivos morales por económicos? ¿Crees que esto puede ocurrir en tu empresa? Pensá en los incentivos que enfrentan las personas que trabajan en tu empresa e imaginate una potencial (o real) situación en donde esta sustitución pueda estar teniendo lugar. (Esforzate porque dicha sustitución sea verosímil. Al igual que el autor, ponete en la cabeza de la persona o personas relevantes para la situación que te estás imaginando y asumí que van a maximizar sus intereses. ¿Están alineados sus intereses con los tuyos?)
Al formalizar un contrato con una empresa, las personas se comprometen a desempeñar una determinada labor a cambio de un salario. Este constituye un incentivo económico, aunque muchas veces puede no ser suficiente. El incentivo moral tiene que ver con dar el máximo a la hora de realizar las funciones asignadas, pero si los incentivos de carácter económico no son adecuados pueden llevar a que los individuos no muestren todo su potencial y trabajen a “media máquina”. Es por ello que resulta de vital importancia que el empleador establezca incentivos apropiados para que los integrantes de la empresa trabajen por el bien de la misma, ya que el bien de la empresa no es un objetivo primario de los empleados. Los incentivos permiten mantener a los mejores trabajadores y atraer otros con talento. Los incentivos son el motivo por el que los mejores miembros de la organización deciden permanecer en ella. Además, las buenas noticias corren rápido: otras personas en la comunidad en busca de trabajo elegirán tu organización como el lugar deseado para trabajar.
Podemos mencionar un ejemplo laboral. Supongamos una fábrica que produce un determinado producto mediante un proceso productivo muy complejo, que requiere la presencia de las personas, tanto para manejar las maquinas como también para la supervisión del mismo. Todas las personas que trabajan en la línea de producción son muy útiles y necesarias para mantener la eficiencia y el rendimiento de la fábrica. Suponemos también que esta misma fabrica, un tiempo atrás, ha tenido un ratio de ausentismo enorme. En algunos casos, dicho ausentismo era justificado a través de un certificado médico. En otros casos, el ausentismo simplemente no era justificado, las personas no iban a trabajar, produciendo una baja del rendimiento, por ejemplo, en vez de producir 100 productos en un día, se producían 80, debido a la ausencia de personas. Dicho número de ausencias no justificadas, se iba incrementando semana a semana. Se investigó los posibles causales, y se llegó a saber de que la agrupación sindical que amparaba a los trabajadores, “inducia” a dichas personas a ausentarse. La razón era que si estas personas no iban a trabajar, la empresa debía cubrir dichos puestos con nuevos trabajadores, y así, la empresa tenía un doble costo laboral, por un lado pagaba a los ausentes y también a los reemplazos temporales, ya que debía cumplir con la producción a pesar de todo. Y el sindicato, tenía más gente trabajando activamente cobrando una remuneración.
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