Integradora de Literatura etapa 1
Enviado por Sandra75 • 28 de Marzo de 2018 • 2.531 Palabras (11 Páginas) • 823 Visitas
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Bertha se veía enfadada, pero no era nada comparado con lo enfadado que estaba Alberto, estaba enfadado porque su mejor amigo, siempre fue su medio-hermano y que por su culpa su padre estaba tan mal. Se reunió tanto rencor entre las familias pero más entre los dos amigos, pasaron de ser mejores amigo a los peores enemigos.
Alfredo al ver todo esto y al escuchar todo lo que paso, les intento gritar:
-¡Paren por favor, se los suplico!, ¡Por favor paren de pelear!- dijo Alfredo, estando muy débil, tan débil que no parece que gritaba, sino que susurraba.
Todo acabo por ese día parra las dos familias, pero era todo lo contrario para Alfredo, se puso tan mal esa misma noche que sin más, callo en un profundo sueño, quedo en coma. Esto era de esperarse para Alfredo, toda esa presión y todo lo que se estuvo guardando por meses y además, por el tratamiento tan agotador que sufrió ese mismo día, todo lo levaría a una sola cosa, su destino final.
Por la mañana siguiente, suena el teléfono de la familia de Alberto, contestando inmediatamente Bertha:
-Buen día, quisiera hablar con la señora Bertha Esquivel por favor.- dijo en la otra línea telefónica, se escuchaba una voz de hombre.
-Sí, soy yo, ¿puedo ayudarle en algo?- dijo Bertha, con una voz temblorosa y rígida, como si hubiera estado llorando toda la noche.
-Habla el Dr. Julián del hospital metropolitano, le informamos muy malas noticias…- dijo el doctor, tartamudeando pero a la ves con una fuerte voz muy clara.
-Sí, dígame, ¿qué paso?- dijo Bertha, aun mas tímida de lo que ya estaba.
-El señor Alfredo Torres, a la media noche sufrió un ataque muy fuerte que lo llevo a quedar en coma… lo siento muchísimo.- dijo el doctor sin rodeos.
Bertha horrorizada, pero a la misma vez tranquilla, como si un gran peso de su espalda se lo quitaran al escuchar esas palabras, le dijo:
-Está bien, iré de inmediato gracias- dijo Bertha cortando la llamada rápidamente.
Alberto desde la otra línea telefónica escucho toda la conversación, y rápidamente fue con su madre y le dijo:
-Se lo que ocurrió, vamos al hospital, quiero saber cómo se encuentra mi padre- dijo Alberto con entusiasmo, pero a la vez con miedo y preocupación.
Su madre sin más, solo le dijo:
-Okay, vamos- dijo Bertha sin ninguna preocupación de lo que Alberto escucho o sabia sobre lo de su padre.
Al llegar al hospital la otra familia ya se había ido de allí, duraron un tiempo con Alfredo y sin más, se regresaron a casa. Alberto y Alejandro jamás se hablaron otra vez, el rencor había crecido tanto que lo mejor es que jamás se vean una vez más en sus vidas.
Días pasaron sin verse las familias de nuevo, parecía que nada había pasado, hasta que una tarde, el celular de Alberto empezó a sonar, el jamás había visto ese número telefónico, el no contesto a la primera vez, pero después estuvo el mismo número llamándole una y otra vez hasta que contesto Alberto:
-Sí, ¿quién habla?- dijo Alberto con voz fuerte y clara.
-Hola buenas tardes, soy Amelia, no te quise molestar, después de esto ya no te volveré a hablar si así lo prefieres pero tienes que escucharme por favor.- dijo Amelia, temerosa de lo que pasaría.
-Está bien habla entonces- dijo Alberto. Alberto en realidad no tenía ningún rencor contra nadie más, solo con Alejandro.
-Solo quiero decirte que quiero que las cosas se arreglen entre nuestras familias. No quiero más conflictos entre nosotros, que te parece si lo dejamos todo al olvido, como si no fuéramos familia. Dijo Amelia implorando a que diga que sí.
-Me parece bien- dijo Alberto, en realidad solo le dijo eso para que olvidara todo y seguir cada quien con sus vidas.
-Muchas gracias, a llevarnos bien entonces- dijo Amelia y colgando a la vez.
Después de un tiempo, Amelia y Alberto se vieron poco a poco más a menudo hasta el punto en que empezaron a salir y se enamoraron, empezando así una relación. Todo esto se hizo a escondidas, ya que no querían que sus familias se enteraran de lo que pasaba entre ellos. Ellos aparentaban odiarse a muerte, pero en el fondo era todo lo contrario.
Pasaron meses saliendo, como normalmente sucedía, hasta que un día, Alejandro vio en el celular un mensaje de Alberto, descubriendo así la relación que tenían. Alejandro, segado por la ira, fue con Alberto a exigirle una explicación clara sobre lo que sucedía entre su hermana y el. Al enfrentarse tuvieron una discusión larga que desafortunadamente, los llevaría a la tragedia total. Los dos empezaron a pelear tan fuerte que, al separarse los dos por un momento para recobrar el aliento, Alejandro lo intento atacar de nuevo, Alberto no quería seguir peleando, así que rápidamente tomo una gran roca del suelo y antes de que Alejandro pudiese atacarle a Alberto, Alberto lo golpeo en la cabeza tan fuerte a Alejandro que cayo instantáneamente al suelo. Alberto intento ayudar a Alejandro que yacía en el suelo, pero ya era demasiado tarde, él había muerto.
Alberto quedo impactado, el solo lo golpeo con esa roca para defenderse, no para matarlo. Así que como nadie los había visto, Alberto lo metió a su casa, para que al anochecer poder abandonarlo en algún sitio lejano. Al caer la luna, Alberto llevo a un rio cerca de la casa de Alejandro y tiro el cuerpo allí. Pasaron los días y nadie había visto a Alejandro, lo publicaron como desapareció en todos lados, desafortunadamente nadie, ni un alma había visto algo del paradero de Alejandro en unos días, ni siquiera sobre cuando fue su desaparición.
Al día siguiente por la mañana, se reportó un cadáver justamente donde Alberto había tirado el cuerpo de Alejandro. Nadie sabía lo que había pasado, quien era el asesino, cuando murió, nada se sabía. La familia de Alejandro estaba devastada por lo sucedido, sobretodo Amelia, fue la más afectada de toda su familia.
Alberto, al no poder con toda la culpa sobre el asesinato de Alejandro, decidió decirle a Amelia, lo cual todo empeoraría para ella:
-Amelia, no puedo más con esto, tengo algo que decirte… espero
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