LA CONJURA DE LOS NECIOS”.

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Este interesantísimo libro, que me permito comentar, me ha encantado, a pesar de la majadería del antihéroe y su vasta palabrería, demuestra que aunque seas obligado a “ser alguien en la vida”, como lo hace la madre con Ignatius, puedes llegar a encontrarte, a disfrutar aún no soportando a los demás, a tratar de no cambiar pero encajar en tu entorno y de hecho poder salvar a los personajes que te rodean. Claro, siendo un antisocial empedernido.

Yo disfruté muchísimo la lectura porque no solo es para el entretenimiento, sino para recapacitar que es lo que vivimos en el ahora, ya que se vive como en un círculo vicioso, repitiendo los mismos errores. Sería momento de recapacitar y tratar de generar un cambio de conciencias y de actitudes.

Y es que ese imperio ha quedado finiquitado por sus propias contrariedades económicas y ridiculizado por su hipocresía y doble moral, o al menos esas son algunas de las agudas observaciones que nos regala el escritor

Ignatius contra el mundo es una analogía que describe perfectamente a los entes antisociales en nuestro mundo que se excluyen del sistema, pero que desde mi punto de vista, al ver el mundo desde fuera pueda ser certero y hasta llegar a ser un genio singular que podría aportar grandes cuestiones a la humanidad y tremendas soluciones a los problemas que acontecen en la actualidad.

“Fortuna hace girar su rueda hacia abajo y nunca sabemos cuál es la desagradable sorpresa que nos depara el destino.” Frase que ha marcado mis pensamientos incluida en el libro de Toole que me hace reflexionar en donde estamos parados cada uno y hacia dónde vamos.

Conclusión:

Me ha gustado este libro, me he reído y me ha dado mucha pena Ignatius Reilly. Es cierto que sobre todo al comienzo Ignatius Reilly parece un personaje repugnante, pero simplemente es una persona con un mundo propio, unas ideas y comportamientos de otra época, que se siente solo e incomprendido en el tiempo que le ha tocado vivir. Las situaciones que le ocurren son delirantes, los personajes que le acompañan en la novela caricaturas ridículas de muchos estereotipos sociales. Me he enfrentado a este libro con miedo, ese miedo que se tiene cuando se ponen muchas expectativas y he de decir que no me decepcionó, al principio sí quizás un poco, pero poco a poco te vas metiendo en la historia y riéndote de las aventuras o más bien desventuras de este pobre e incomprendido Ignatius. No nos llevemos a engaño, hay muchos Ignatius e incluso cada uno llevamos una parte de él dentro, cuántas veces podemos sentirnos diferentes, extraños e incomprendidos frente a los demás. Le agradezco profesor haberme dado la oportunidad de conocer esta obra ya que desde mi perspectiva es una joya y hará que me sienta eternamente agradecida.