La muñeca fea (guion de teatro)

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SACUDIDOR: que es cuando se descompone esa aspiradora.

Sacudidor: Bueno escoba, no todos tenemos la suerte de tener a alguien que nos ayude a limpiar nuestros desastres

Recogedor: ¡Vamos, amigo! Tu y yo sabemos quién es el mejor (guiña el ojo y abraza protectoramente a escoba)

Muñeca: (emite resista)

Escoba: teníamos mucho trabajo. Limpiábamos por todos lados. Los niños de la casa cuando eran más pequeños se peleaban por usarnos. Ahora ya no se acercan a la cocina ni al patio.

SACUDIDOR: ¡claro que sí! Además a nosotros también nos cambiaron, hace poco de hecho. Por una tal aspiradora.

ESCOBA: pero aquí somos felices, tenemos amigos y estamos en paz. Y podemos jugar.

Muñeca: ¿Jugar? ¿Cómo se pueden divertir aquí? (pone cara de asco) todo esta tan sucio y lleno de polvo, además ¿cómo juegan? ¿Y a que juegan?

Escoba: pues a lo que se nos ocurra. No tenemos tantas cajitas mágicas a las que le llaman computadoras así que inventamos los juegos. Nunca nos aburrimos aquí arriba.

Viejo feliz: es verdad y a veces no es necesario juga. Con hacernos compañía está bien.

Sacudidor: todos pasamos por este cuarto ¿sabes? Cuando éramos útiles nos querían y usaban todos los días. Ahora no. Nos han cambiado por una tal aspiradora.

RATON 1: (camina un poco hacia la derecha) ahora ésta de aquí es la señora araña.

(La muñeca se asusta y se esconde tras el ratón 1)

SRA. ARAÑA: no temas querida, no voy a hacerte daño. Solo quiero saludarte.

MUÑECA FEA: (aun de tras del ratón) ¿no me vas a morder como lo que haces con los humanos?

SRA. ARAÑA: no, como crees. Yo hago telarañas en las esquinas porque ahí es donde vivo, pero ellos me molestan quitándolas y matando a mis compañeras que una se tiene defiende de tales atrocidades. Además yo soy la que me como todos esos mosquitos para que no les de dengue y esas moscas molestosas. (Hace un ademan de dramatismo indigno) aquí me dejan estar a gusto y puedo hacer cuantas telarañas quiera.

RATON 2: y este de aquí, es el más antiguo del grupo, es muy amable por cierto, te presento al señor maleta.

VIEJO FELIZ: hola. ¿Sabes? Yo he estado aquí por mucho, muchísimo tiempo. Cuando me necesitaban los niños jugaban al yo-yo y al trompo, también había mata tena y fueron desapareciendo por los nuevos juguetes. Ahora me pusieron aquí y traigo cobijas por dentro para que cuando haga frio las usen. El problema es que en Tuxtla nunca hace frio, así que nunca me usan.

PLUMERO: tus amigos no son los del mundo porque te olvidaron en ese rincón. Nosotros no somos así.