Magestuosidad o surrealismo

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Bucay nos revela la clave de la autodependencia, esto probablemente nos haga personas más felices, libres de prejuicios. Aunque creo que primero debemos aceptarnos a nosotros mismos para poder aceptar las demás cosas que nos rodean y con las que vivimos a diario, siempre siendo personas, capaces de decir, actuar y vivir conforme a lo que nosotros pensamos, aquí debo recalcar que debe ser nuestro pensamiento y no una idea influenciada por la sociedad, debe ser la idea que ha cruzado nuestro propio juicio y razonamiento, la esencia de nuestro ser.

Sin embargo, a falta de aceptación solemos actuar de dos maneras, la primera es que buscamos la forma de adaptarnos en aquello que hemos sido rechazados, en esta etapa intentamos ver qué aspectos de nuestro físico, de nuestro léxico, de nuestra vestimenta, de nuestra actitud e inclusive de nuestra forma de pensar podemos o mejor dicho, debemos cambiar, pues nos sentimos obligados de alguna manera a adaptarnos a la sociedad.

La segunda forma en la que actuamos a falta de aceptación, pero a mi consideración más peligrosa es la búsqueda de la superioridad, aunque muchos suelen buscar la forma de adaptarse, los pocos que no lo hacen son los que se convierten en depredadores sociales, es decir, buscan la supremacía, se vuelven obstinados. Este grupo de personas hacen valer menos a los que intentan adaptarse en la sociedad, forman pequeños grupos donde se sienten identificados y con los cuales atacan a los más débiles con el fin de sentirse ellos más grandes y poderosos. Estas personas se arraigan a la idea preconcebida desde niños que deben reprimir sus sentimientos y que jamás deben mostrar debilidad. Como en un juego de ajedrez, podemos ver que los más débiles son usados a beneficio de los más grandes quizá por esto crean que mostrar sus sentimientos los hace débiles, pero de lo que podemos estar seguros es que sencillamente no se han aceptado a sí mismos.

Yo creo que deberíamos ser como los niños, al observarlos podemos ver que ellos están contentos con sus cuerpos, ellos consideran dientes de tiburón o una cola de sirena más divertido que decidir cambiar una parte especifica de su cuerpo o de su ser. En su mayoría al no ser atacados por los pensamientos de la sociedad moderna, conservan su inocencia y pasión por la vida, se sienten seguros de ellos mismos, sonríen en cualquier momento.

Estamos absortos en una realidad alternativa donde los medios de comunicación se aprovechan de la falta de autoestima y aceptación personal para moldear a las personas a su criterio.

En vista de que es el grosor de polvo sobre los libros de una biblioteca pública el que marca el nivel de cultura en la sociedad es nuestro trabajo como pensadores liberales es consolidar una sociedad libre de barreras mentales, aquí es donde podemos decidir si nos adaptarnos a algún clan, fingimos ser superiores o nos quitamos esa mascara de inseguridad y fomentemos personas con cultura y valores apropiados. Debemos sentirnos con la libertad de ser quienes somos ya que esta libertad nos ayudara a crecer lo más fuerte en espíritu que podamos.