Mi vida, Todo parecía un día normal, como cualquier otro, todo transcurría con normalidad

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Realizó un ademán en señal de pase, y accedí a entrar al consultorio, me indicó que tomara asiento y sin más me dejé caer a un mullido sofá, el Dr. Sin más ni más me dijo lo siento pero todo indica que usted tiene un virus en la sangre [….] por lo que le pido me permita hacer nuevamente la prueba y tomarle una nueva muestra, ante ello de pronto sentí angustia por que no alcanzaba a asimilar lo que me estaba diciendo, por lo que dijo en un tono de consuelo o ¿hubiera preferido que le mintiera? Estuve dando vueltas al asunto de cómo decírselo, inicialmente pensé en la coartada de decirle que se había confundido su prueba, en un segundo momento creí que sería mejor decirle que su muestra se rompió, pero al verla decidí decirle la verdad y que usted decida si permite que nuevamente se le tome la muestra, ruéguele a Dios que todo haya sido un error, en ese momento no pude aguantar más mi angustia y me quebré en sollozos, por lo que sólo asentí a extender mi brazo para que tomara la muestra, hasta ese momento solo escuchaba sonidos en mi cerebro que no lograba comprender ni descifrar por lo que ni siquiera me inmuté al sentir un pinchazo en la vena del brazo derecho, sin embargo pude percatarme que me pinchó mal puesto que deduje que emitió un “disculpe” y se apresuraba a buscar la vena en el otro brazo, por fin pudo obtener la muestra y dijo será muy rápido cuestión de máximo una hora, posteriormente indicó que aguardara por el resultado. En ese momento mi cabeza estallaba, la seguridad tan característica en mí se había evaporado solo quedaba la inseguridad , el miedo a el qué dirán, en ese momento recordé la cita tan importante que debía llevar en una hora en la agencia, la reunión con mi hijo, entre muchas otras cosas más, en ese momento solo atiné a tomar mi Ipad y llamarle a mi asistente para decirle que cancelara todos mis compromisos que por el día de hoy no iría puesto que tenía algunos imprevistos que resolver, sin embargo lo que no podía evadir era la reunión de Víctor, me conforté pensando que estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua, tenía la esperanza de que todo era un mal sueño, una pesadilla, una broma de mal gusto, pero ahí estaba, aterrada esperando que el tic- tac del reloj ….