Obra de Teatro Buscando a la Mamá Perfecta

...

(Entra la mamà servicial)

Mamà: ¡Hola hija!

Hija: ¡Hola mamà!

Mamà: ¿Còmo has estado?

Hija: Bien, solo que tengo hambre.

Mamà: ¡Oh si hija, siéntate! (Sentandola en la silla)

Hija: Pero yo puedo ir a la cocina.

Mamà: No claro que no, porque tu tienes unas uñas muy bonitas y yo no quiero que te las vayas a lastimar.

Hija: (levantándose de la silla) pero mamà yo puedo ir…

Mamà: (sentándola) No, no no no no. Tu eres mi hija consentida y yo no quiero que tu vayas a hacer nada.

Hija: Pero mamà ya estoy grande para agarrar la comida.

Mamà: No no, voy a prepararte unos taquitos, traje unas carnitas que te van a encantar. Y no quiero que toques la cuchara, nada nada, ahorita te las sirvo, aquí esperame.

Hija: (viendo al publico) NO no no, tampoco necesito una sobreprotectora, ¡Verdad que no! Yo puedo, ya estoy grande y puedo hacerlo sola. Bueno, viéndolo bien, creo que mi cuarto necesita una manita de gato. Tal vez me vendría bien una mamà mas hacendosa, si mas limpia.

(Entra la mamà hacendosa)

Mamà: ¡hija!

Hija: ¿Qué mamà?

Mamà: ¿Què sucio? Mira (tocando un mueble) ¡Iuuu hay muchos germenes!

Hija: No, yo no los veo.

Mamà: Tienes una mancha en la camisa (limpiando la camisa con su limpiador)

Hija: ¿En donde?

Mamà: Aquí mira, aquí.

Hija: Mamà eso no es nada.

Mamà: ¿Sabes cuànto dura una bacteria en reproducirse?

Hija: ¿Cuànto?

Mamà: En un segundo hija.

Hija: Pero yo no las veo.

Mamà: ¿Cuánto tiempo tiene que no has limpiado?

Hija: Solo un par de semanas.

Mamà: Hija, hay que limpiar (toma el cloro y empieza a rociar) y ten un cepillo de tienes.

Hija: ¡Pero ya tengo uno!

Mamà: ¡Es para que limpies, no es para ti! (se va del escenario).

Hija: ¡Ay no! A este paso me va a poner a limpiar toda la casa, ¡No!, mejor necesito una mamà màs a la moda, una mamà mas fashion.

(Entra la mamà fashion)

Hija: ¡Mamà, Fuiste al centro comercial!

Mamà: Si, mi amor.

Hija: ¿Y me compraste algo?

Mamà: Si, si te comprè algo, mira vamos a empezar con esto. Recuerdas los zapatos que habíamos visto y te habían gustado.

Hija: (sacándolo de la bolsa) ¡Si! ¿Me las compraste mamà?

Mamà: ¿Te encantan?

Hija: ¡Si!

Mamà: Pues no son para ti son para mi.

Hija: Pero si yo las vi primero.

Mamà: No mi amor, es que no había de tu talla, tu sabes que tienes un pie muy grande. A ti te comprè algo mas.

Hija: (entusisasmada) ¿Què cosa?

Mamà: (sacando una crema de las bolsas) Te comprè una crema para evitar las arrugas. Porque tenemos que vernos divina. Y apurate que ya va a venir tu papà, guardame todo esto en el closet. Y ahorita vengo.

Hija: ¿Pero a dònde vas?

Mamà: Voy a tomarme un café con mis amigas.

Hija: Pero tengo hambre.

Mamà: Busca algo en el refi. Ah y come ensalada, recuerda que tenemos que cuidar nuestra figura. Chao, besos.

Hija: No no no no. Siempre que lo pienso no. Bueno, viéndolo bien, reflexionando, no hay mamà como mi mamà.

Mamà: ¡Hija!

Hija: Si mamà.

Mamà: Desde hace rato te he estado llamando hija, ¿Qué haces?

Hija: Estaba pensando.

Mamà: Oh y sabes que yo estaba preparándote lo que mas te gusta.

Hija: ¿Cómo sabias que tenia hambre?

Mamà: Te conozco hija y se que tienes hambre, ¡vamos a comer! (la hija hace una señal de shhh al publico en señal de guardar el secreto y se retiran del escenario mamà e hija).