Siddhartha.
Enviado por Antonio • 20 de Febrero de 2018 • 1.750 Palabras (7 Páginas) • 425 Visitas
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Buda no es un dios ni un ser sobre natural, sino una persona normal que a través de la meditación y de diferentes practicas ha llegado a alcanzar su máximo nivel de espiritualidad, por lo tanto, no hay un solo buda como cree mucha gente, sino que mucho de nosotros podríamos llegar a ese máximo nivel de espiritualidad, podemos llegar a cumplir grandes metas, si es lo que nos hemos propuesto; esto nos damos cuenta que lo hemos adquirido cuando nos sentimos satisfechos y felices por lo que hemos logrado y echo en nuestro camino de vida, sin importar lo que hemos dejado, nos sentimos completos y adquirimos una paz interior y personal que somos capaces de transmitir a los demás.
Haciendo la comparación de este libro con mi vida en la actualidad y en el futuro, me doy cuenta que hay muchas cosas que van acorde a mí, que tengo que ir viviendo mi formación como hermano estando entregado completamente, así cada paso que vaya dando y experiencia nueva que añada a mi vida me sirvieran para ir tomando decisiones, si realmente quiero ser parte de esta congregación, y si la respuesta es sí, ir reafirmándola día con día con las cosas de las que me he ido enamorando y en un momento difícil poder recordarlas y así no tomar decisiones que me causen confusión, si no que pueda ser consciente de lo que estoy haciendo, de las decisiones que estaré tomando para mi vida y así lograr una paz interior con lo que voy decidiendo.
A pesar de que el libro es muy corto, me gustó mucho porque lo he podido comparar con varios aspectos pasados, presentes y algunos futuros de mi vida; realmente lo recomiendo porque nos va narrando la historia de un chico, el cual podemos identificarnos con él por muchos aspectos, el principal es la búsqueda de su persona, de su vocación; es muy bueno leerlo para un joven o adolescente porque te das cuenta que en la vida tenemos que tomar muchos caminos, los cuales nos van a ir llevando a distintos lugares y que nos van a ir enseñando cosas nuevas, esto nos va ir formando y nos va a hacer tal y como somos, las decisiones que tomamos nunca son malas ni erróneas, porque estas te llevaran a un nuevo lugar del cual podrás aprender cosas nuevas, también puede ayudarte a ver que metas y logros quieres alcanzar y hacerte la gran pregunta de ¿Qué estoy buscando? Y así ver como lo puedes lograr. Para una persona adulta y madura lo recomiendo también porque puedes recordar aspectos de tu vida que tal vez hayas olvidado y que te han ayudado en tu vida y relacionar tu historia con la del personaje principal. Es un libro completamente espiritual con un gran contenido, nos ayuda a comprender un poco de la religión budista y que nos hace ver que podemos ser capaces de muchas cosas, que para llegar a nuestras metas a veces es necesario dejar algunas cosas o personas importantes en tu vida, así tendrás una entrega total en lo que estamos haciendo e iremos aprendiendo cada vez más, conoceremos nuevas personas con diferentes formas de pensar y hay que estar abierto a el cambio. En lo personal me ayudado a recordar momentos de como entré a formación con los hermanos, pero además me hace ver que aún me falta camino por recorrer y que voy a ir tomando decisiones que van a ir influyendo en mi vida, además me he preguntado ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué tengo que hacer para lograr mis metas? Y ¿realmente estoy aprovechando mi formación para ser hermano? A demás pude autoevaluarme y ver en qué cosas he ido cambiando y que cosas nuevas he aprendido hasta el momento; me ha inspirado mucho en el aspecto de la espiritualidad; un libro bastante recomendable.
“No se trata de eso. Kamaswami es tan inteligente como yo, y sin embargo no posee este refugio en su interior. Otros, en cambio, lo tienen, y su inteligencia no supera la de un chiquillo. La mayoría de los hombres, Kamala, son como las hojas que caen y revolotean indecisas, en el aire, antes de ir a parar al suelo. Otros son más bien como los astros: siguen una ruta fija, ningún viento los alcanza y llevan en su interior su propia ley y su trayectoria…” (Hermann Hesse en su libro Siddhartha) .
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