Tema de el realismo mágico de cien años de soledad

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Escritores de todo el mundo han hecho ensayos, publicando reseñas y críticas sobre la novela icono de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Todas las disertaciones sobre la obra resaltan la prolífica imaginación de Gabo así mismo la complejidad de razonamientos y recursos literarios que según el mismo escritor forman parte de una serie de relatos que eran contados a él por su abuela desde su niñez, quien cultivó su genio.

No pude evitar encontrar un paralelismo con el insigne Rubén Darío quien alimento su intelecto con cuentos de aparecidos y leyendas propias de su tierra natal, todas esas historias que eran contadas en casa de su madre adoptiva, en las maravillosas tertulias acaecidas en este lugar donde concurrían amigos e intelectuales y donde degustaban tiste y panes caseros. De igual manera García Márquez tomó historias oriundas de Colombia y las insertó magistralmente en cien años de soledad.

Cien años de soledad, se lo he dicho a Gabo, es otra vez cantos de vida y esperanza de mi paisano Rubén Darío, que muestra otra vez, a los incrédulos el poder de la lengua y de la imaginación, renovándose perpetuamente. Aureliano Buendía es llevado de la mano por su padre a conocer el hielo, es Rubén Darío llevado de la mano de su padre adoptivo el coronel Félix Ramírez a conocer el hielo y las manzanas de California allá por el año de 1875 en León. Cábalas del destino.

Rámirez, S. (1994). Biografia y autobiografia .

Maravillosas coincidencias de la vida que casi cien años después de esa visita del niño poeta al mercado de León a conocer estas novedades, un escritor en Colombia diera a luz la obra cumbre de la corriente literaria del realismo mágico. Me resulta magnifica la semejanza de situaciones en entre estos dos acontecimientos. También he de señalar la amplia gama de temáticas que el escritor Colombiano inmiscuye dentro de esta novela, con personajes apasionados, erotismo, religiosidad, costumbres y tradiciones, hechos históricos entre otros un tanto polémicos como el incesto y el estupro. Me llamó la atención esto último puesto que se repite en la obra situaciones donde se despiertan ardientes pasiones entre los miembros de la misma familia dando como resultado inminente la debacle y extinción de la dinastía Buendía; sin embargo otro hecho no menos interesante es el matrimonio del coronel Aureliano Buendía con una niña, Remedios Mosconte.

Fatídica historia que culmina con la única pareja que en realidad llegó a conocer el amor verdadero y que dio un fruto de esa excitante historia de amor , puesto que Aureliano Babilonia y Amaranta Úrsula eran primos en primer grado concibieron el terror más temido por la matriarca Úrsula Iguarán, del Buendía con cola de cerdo. Al dar a luz al pequeño amaranta Úrsula muere en el parto y Aureliano Babilonia loco de dolor descuida al recién nacido quien es raptado por hormigas es en ese lapso de dolor mortal descifra por fin el secreto oculto en los pergaminos de Melquiades. La historia, condena y la extinción de la estirpe.

“El primero de los Buendía amarrado a un árbol y al último se lo comen las hormigas.”

Para concluir, cabe destacar la relevancia literaria de un movimiento artístico que entrelaza la cotidianidad real y la magia fantasiosa en un relato que conmueve la mente de todo aquel lector que se aventura a descifrar los pergaminos que conforman este libro realmente mágico, quien tenga la dicha de leer no solo cien años de soledad sino cualquier otra obra de este escritor, sabrá que la mente no tiene más limite que del infinito. A mi parecer hay tanto por decir, tanta tela que cortar de este irrepetible manto de literatura mágica y realista, tejido con las ideas y sueños de un hombre que dejó una huella impronta en los anales de la historia, de la literatura hispanoamericana y universal, un hombre que nos hace soñar y enamorarnos de personajes y seres que el soñó algunas vez en su infantil lecho en algún punto de su natal Aracataca y que desde siempre y para siempre atrapa a lectores de todo el mundo en ese utópico rinconcito de Colombia. Su mítico Macondo.

Silvia Itzayana Bravo.

III año de lengua y literatura hispánicas

UNAN-MANAGUA