UNA RESEÑA DE DESECHOS Y ESPERANZA

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El día que los servidores púbicos tengan una noción de ética, serán mejores en el cargo que ejercen. Sin duda, en “Desechos y esperanza” esa es la situación que se vive. Una situación donde el Estado de Derecho es vulnerado.

Sin embargo, ese Estado de derecho fue vulnerado también por los tres protagonistas al escapar de la autoridad, etc. Para mí existe en esta parte un gran dilema: ¿Se viola el Estado de Derecho cuando se va en contra de la autoridad que también lo ha vulnerado? Sería muy complicado para mí responder mi propia pregunta. Sin embargo, creo que cuando decidieron ir mas allá y encontrar el dinero robado por Zapanta estaban pensando en el bienestar de su gente, en el bienestar de su país y, aunque no tenga nada que ver con el Derecho, en el bienestar de Olondriz y José Angélico. Y cuando una persona piensa más en el bienestar de su gente, creo yo, está listo para representarla, para defenderla. Y eso hicieron ellos. Sería muy exagerado decirlo pero, desde un punto de vista muy distante, Rafael Gardo y Rata estaban luchando por defender el Estado de Derecho.

La conferencia sobre Ética en los servidores públicos dejo en mí una gran huella. Así que intentare explicar mi argumento a favor de Rafael Gardo y Rata con base en lo poco o mucho que aprendí en mi vida y en esa conferencia sobre la ética.

La ética necesita estar presente siempre, en la vida diaria. Debe preocuparse por la formación de sus gobernantes, por contar con códigos de gobierno bien estructurados no arbitrarios, y sobre todo contar con escuelas y profesores que impartan clases de Ética.

La primera cuestión: la formación de sus gobernantes. Son ricos, burgueses de la clase alta. Cuentan con educación claro. Pero educación tecnócrata. Son especialistas. Casi maquinas. La razón: en sus escuelas particulares no imparten la materia de ética.

La segunda cuestión: se cuenta con códigos de gobierno arbitrarios y poco eficaces, que no toman en cuenta que sus líderes, gobernantes, etc., son también propensos a violar dicho código.

La tercera cuestión: las pocas escuelas públicas que existen imparten a veces la materia de Ética, pero son tan poco competentes que los estudiantes cuando vuelven a las calles olvidan lo poco que vieron en la clase.

En el país de Rafael los tres anteriores párrafos son una realidad. Los gobernantes no conocen la ética y le roban millones al pueblo. Los códigos no contemplan una sanción para los gobernantes quienes gozan de un fuero muy alto. Y no existen para nada escuelas de calidad que garanticen una buena educación.

Así, Rafael, Gardo y Rata, deciden ir a buscar justicia para aquellos a los que se le robaron esos millones. Desde mi punto de vista luchan por defenderse, por primera vez en su vida, de la opresión. Buscan hacer lo correcto y al mismo tiempo salir de aquel ambiente en el que nacieron y crecieron. Buscan librase por fin del yugo que los aplasta desde el día que nacieron. Desde donde yo lo veo, ellos son los representantes de aquellos débiles que no tienen voz, de aquellos que fueron asesinados mientras buscaban justicia para con su pueblo.

En resumen, sí. Justifico la actitud de los tres protagonistas. No estoy seguro de haber hecho lo mismo. De seguro hubiera cedido ante el miedo. Pero los justifico y me pregunto: ¿Vale más la reputación y la vida de lujos de los poderosos frente a la miseria, la pobreza y el hambre de los débiles?

Pues pienso yo que, la lucha que se libró durante toda la trama del libro fue precisamente esa: Por un lado, para permanecer en el poder, defendiendo su reputación y “su dinero”: los poderosos. Por el otro, simplemente, el derecho a vivir, a vivir dignamente: los débiles.