LOS DESECHOS HUMANOS COMO ESTRATEGIA DE NEGOCIO.

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Aunque para muchos la idea de ingerir “heces” tenga un efecto opuesto con la expulsión de la capsula por la misma vía de entrada, para otros sigue siendo vista como una “salvación” para mejorar su calidad de vida.

Otro gran innovador, y en opinión personal, un osado visionario, es el japonés Mitsuyuki Ikeda del cual, al escuchar el nombre de su desarrollo científico, provoca nauseas[3]…“hamburguesas de excremento”, así es, ahora es posible afirmar que estamos entrando a la época donde nuestras heces serán la base para nuestro propio alimento, pero, ¿será que se puede obtener algo positivo de nuestros desechos?, ¿no contradice este hecho nuestra creencia común que recalca que si es expulsado por el cuerpo no sirve?.

La respuesta, supuestamente obvia, es replanteada por Ikea, el cual afirma que “ha ideado una técnica para extraer proteínas y lípidos de las heces humanas y convertirlas en carne artificial”… “El resultado de su experimento es un material comestible de color rojizo que utiliza la proteína de soja y la salsa de carne como potenciadores del sabor”. Pero, si siendo para un tratamiento médico es difícil de aceptar la ingesta de heces, ¿me aceptaría usted una invitación a comer “shitburger”?.

Aunque este tipo de soluciones pueden ir en contra de nuestros principios y nuestro comportamiento natural del rechazo a todo aquello que expulsamos o consideramos peligroso, es cuestión de adaptación al cambio y de entender que cada día es una nueva experiencia; aceptando que lo que para el promedio de la población puede ser algo desagradable y molesto, para millones de personas carentes de recursos y de alimentos puede ser su salvación.

Lo que sin duda es laudable es la enseñanza que nos dejan estos innovadores en relación a la inexistencia de barreras para el desarrollo de una idea, pues si somos capaces de convertir una materia desordenada y maloliente en algo valioso, ¿tendremos algún limite en el universo?, solo el tiempo no lo dirá.

Lo que sí es seguro es que, ahora que ya sabemos los avances innovadores de la ciencia, es posible dar una respuesta a todo aquel que nos mande a comer de aquella que, anteriormente era inimaginable, ofensiva y relacionada con enfermedades de gran dolor abdominal; siendo además muy decente y convidándolo a que nos acompañe…

- “vaya coma M….”

- Con gusto; lo convido a un “Shitburger”.

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