Vida con proposito.¿PARA QUE ESTOY AQUÍ EN LA TIERRA?
Enviado por Antonio • 21 de Marzo de 2018 • 1.734 Palabras (7 Páginas) • 974 Visitas
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Semana 2
FUISTE PLANEADO PARA AGRADAR A DIOS
Día 8.- Planeado para agradar a Dios
Mi primer propósito debe ser, vivir para agradar a Dios, saber que todo lo que hago para complacer a Dios es un acto de adoración me motivara a vivir cada vez más dependiente de él, debo hacer de mi adoración de Dios no solo parte de mi vida, sino hacerlo mi vida.
La verdadera Adoración es enamorarme cada vez mas de Dios, mi amor a él me llevara a alcanzar cosas más allá de mi propio entendimiento.
Día 9.- ¿Qué hace sonreír a Dios?
Vivir von propósito me enseñara a vivir con Jesús como el motivo de mi vida, y de esa manera vivir de modo que cada día mi prioridad será arrancar una sonrisa de mi Padre Celestial.
Dios sonríe cuando lo amo por encima de todo, cuando confió en el completamente a pesar de las circunstancias, se alegra cuando le obedezco de todo corazón sabiendo que él tiene lo mejor para mí; cuando lo alabo y tengo actitudes de gratitud hacia el continuamente. Cumplo con mi propósito cuando uso todas mis habilidades a su servicio.
Día 10.- El corazón de la adoración
Significa tener una vida rendida y entregada completamente a Dios, las cosas que me impiden hacerlo son el temor, el orgullo y la confusión. Debo aprender a confiar totalmente en Él, reconocer mis limitaciones me llevara a depender de Él , y al hacerlo me traerá grandes bendiciones y me ayudara a tener una mejor manera de vivir, es por eso que debemos ver nuestro interior y poder identificar que áreas de nuestras vidas aun no fueron rendidas a Dios y así poder entregarlas en su presencia.
Día 11.- Hagámonos los mejores amigos de Dios
Durante toda mi vida, he sabido de Dios poniéndole varios aspectos, fue conocido como el Creador, el salvador, Señor, y muchas cosas más, pero ahora se que lo que el anhela es ser mi amigo.
Por medio del sacrificio de Jesucristo es que puedo acercarme confiadamente a Dios, una relación íntima con el me llevara a tener el tipo de comunión que Él desea conmigo. Conocer y amar a Dios es un gran privilegio, y mucho más el ser conocido y amado por Él.
Lograre ser amiga de Dios no solo con solo asistir a todos los cultos, sino mediante la conversación constante con él, hacerlo parte de mi día a día, meditando en su palabra diariamente me llevara a conocerlo más y saber sus grandes promesas para mi vida y conquistarlas.
Día 12.- Desarrolla tu amistad con Dios
Como en toda amistad, siempre es necesario más voluntad, tiempo y energía, si quiero tener una relación más estrecha con él debo aprender a comunicarle mis sentimientos con sinceridad, tal vez nunca logros ser perfectos, pero si podemos ser completamente sinceros con él. Debemos obedecer a Dios con fe, no por obligación o temor, sino porque lo amo y entendí que el sabe lo que es mejor para mí. Valorar lo que Dios valora me acerca a Él me hace más parecido a Él, mientras más amigo sea de Dios más me importara lo que a Él le importa.
Lo que verdaderamente importa es mi relación con Dios no debe haber nada más grande que mi interés en cultivar mi amistad con Él, debo tomar decisiones que me ayuden a acercarme más a Dios.
Día 13.- La adoración que agrada a Dios
Dios no quiere solo una parte de mí, Él desea mi vida entera. El pide todo mi corazón, toda mi mente, toda mi alma y todas mis fuerzas, debo comprender que a Dios no le gustan los compromisos a medias, es por eso que mi adoración a Dios debe ser autentica, verdadera reflexiva y práctica. Esto quiere decir que debe ser de todo corazón, sincera, sin vanas repeticiones, que ocasione un cambio real en nuestra vida que sea notoria tanto en privado como en público. No por apariencia, sino porque Él es real en mi vida.
Día 14.- Cuando Dios parece distante
Hay días en el que pensamos no sentir a Dios, pero debemos saber que Él es real sin importar lo bien o mal que nos estemos sintiendo. A veces la prueba de amistad es la separación y el silencio, ahí determinara nuestro deseo de seguir con él a pesar de que “no le sintamos”, es también una forma de probar nuestra fe, mi fe no debe ser guiada por sentimientos, sino porque decidí creerle a Él a pesar de las circunstancias.
En esos momentos debo contarle a Dios exactamente como me siento, debo concentrarme en quién es Él y en su naturaleza: Él es bueno, todopoderoso, Él tiene el control de mi vida, Él me salvará; y sobre todo debo confiar en que el cumplirá sus promesas.
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