BALANZA DE PAGOS ESPAÑA
Enviado por Jerry • 22 de Febrero de 2018 • 2.186 Palabras (9 Páginas) • 513 Visitas
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En este contexto tan complejo, la aportación de la demanda exterior neta al avance del PIB continuó ampliándose por quinto año consecutivo, con una contribución de 2,5 puntos porcentuales (pp), mitigando el fuerte impacto negativo de la demanda nacional (–3,9 %). La debilidad del gasto interno y la consiguiente contracción de las importaciones, junto con el avance de las exportaciones, acentuaron la corrección del desequilibrio externo, de modo que la necesidad de financiación de la nación se redujo en un 86,4 % con respecto al año anterior, hasta situarse, según datos de la Balanza de Pagos, en el 0,4 % del PIB (2,8 pp inferior a la de 2011), cifra que encubre un perfil de mejora progresiva a lo largo del año, que se materializó en un superávit en la segunda mitad de este. El menor recurso al ahorro exterior en 2012 se explica tanto por la disminución de la inversión (hasta el 19,7 % del PIB) como por el incremento relativo del ahorro nacional bruto (que creció 1 pp, hasta el 19,4 % del PIB).
El déficit de la balanza comercial se redujo sustancialmente en 2012 (un 39 % en términos nominales), situándose en el 2,5 % del PIB (1,5 pp por debajo del ejercicio anterior), gracias a la fuerte mejora del componente no energético —que anotó un superávit por primera vez desde 1985—, ya que el déficit energético continuó ampliándose (13,1 %). En particular, destaca el incremento del saldo comercial con superávit frente a la UEM y la UE (véase gráfico 1.2). Los flujos comerciales nominales presentaron una evolución dispar. Así, mientras que las exportaciones crecieron un 4,2 %, las importaciones retrocedieron un 2,7 % (véanse cuadro 1.1 y gráfico 1.3). El avance de las ventas de bienes al resto del mundo, en un contexto de desaceleración del comercio mundial, y en especial de nuestros mercados de exportación, debe atribuirse, en primer lugar, a las nuevas mejoras en la posición competitiva de los bienes y servicios españoles susceptibles de comercialización, así como a la ampliación de la base exportadora y a la diversificación de destinos. El incremento de las exportaciones propició que la cuota de participación en los mercados mundiales, en términos reales, se ampliara ligeramente. Por su parte, el descenso de las importaciones se vio condicionado, sobre todo, por la caída de la demanda nacional y el encarecimiento de los productos importados. La información más reciente apunta a una aceleración de los ingresos y a una moderación en el descenso de los pagos en los primeros meses de 2013.
Las exportaciones reales de bienes moderaron su ritmo de avance en 2012, al crecer un 2,9 % de acuerdo con la CNTR, si bien continuaron siendo, junto con las exportaciones de servicios, el principal motor de la economía española. Los datos de Aduanas mostraron una evolución de las exportaciones de bienes menos favorable, con un crecimiento del 1,7 % (frente al 10,1 % en 2011). Estos datos reflejan la pérdida de dinamismo del comercio mundial, y en especial de los mercados de exportación españoles, que crecieron un 0,9 % (3,6 pp por debajo de lo que lo hicieron en 2011). Según la Organización Mundial del Comercio (OMC)3 , las importaciones mundiales de bienes ralentizaron su avance hasta un 2 % en 2012 en términos reales, condicionadas por la debilidad de la economía de la zona del euro, con lo que la cuota de exportación de España en el mundo habría mejorado ligeramente.
2013
http://www.bde.es/f/webbde/SES/Secciones/Publicaciones/PublicacionesAnuales/BalanzaPagos/13/Fich/bp2013-cap1.pdf
ANÁLISIS DE LA BALANZA DE PAGOS Y DE LA POSICIÓN DE INVERSIÓN INTERNACIONA
A lo largo de la segunda mitad del pasado año, la economía española fue consolidando un incipiente proceso de recuperación, gracias a la confluencia de factores externos e internos.
. La economía mundial continuó su avance gradual, con un cierto reequilibrio entre la contribución de los países avanzados, que fueron fortaleciendo paulatinamente su actividad, y los emergentes, que contuvieron sus ritmos de crecimiento, afectados por una menor afluencia de capitales, en un entorno de aumento de la incertidumbre sobre las perspectivas de algunas de estas economías. En el área del euro se inició una etapa de recuperación, aún frágil y heterogénea por países, favorecida por las decisiones de política económica adoptadas por los Gobiernos de los países miembros de la UEM y las instituciones europeas, que contribuyeron a relajar las tensiones en los mercados de capitales del área, aunque todavía persiste un cierto grado de fragmentación financiera. Todos estos desarrollos propiciaron una mejoría en las condiciones de acceso a la financiación en los mercados mayoristas —aunque las relativas a los préstamos bancarios al sector privado continuaron siendo estrictas, teniendo en cuenta el tono expansivo de la política monetaria— y una recuperación de la confianza tanto de los inversores internacionales como de las familias y de las empresas españolas. Esta evolución permitió reducir significativamente- te las tensiones extremas que se produjeron en 2012, que desembocaron en una fuerte restricción a la financiación externa en los meses centrales de ese año, al tiempo que facilitó la superación de la segunda recesión consecutiva desde el comienzo de la crisis en 2008.
En este contexto, la economía española prosiguió la corrección de su desequilibrio exterior, hasta el punto de alcanzar una capacidad de financiación, por primera vez desde 1997, que ascendió, según los datos de balanza de pagos, al 1,5% del PIB, frente a una necesidad de financiación del 0,6% registrada un año atrás (véanse gráfico 1.1 y cuadro 1.1). Este comportamiento reflejó la mejoría generalizada de las distintas balanzas que componen la cuenta del resto del mundo y, en particular, la ampliación del superávit de bienes y servicios en 1,9 puntos porcentuales, apoyada de manera especial en una fuerte reducción del déficit de la balanza de bienes. Un segundo factor que contribuyó a la mejoría del saldo exterior fue la corrección del déficit de rentas, propiciada, principalmente, por el descenso de los pagos netos de rentas devengados por la otra inversión (préstamos, depósitos y repos). Por su parte, el superávit de servicios continuó ampliándose (en 0,4 pp), por la mejora tanto del saldo turístico como del no turístico. Esta evolución posibilitó que se alcanzase un superávit por cuenta corriente del 0,8% del PIB.
Las transacciones de inversión de cartera de España en el exterior generaron entradas netas por valor de 8,8 mm de euros, en contraste con las salidas registradas en 2012. Los
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