¿De qué trata el Orfismo?
Enviado por Rimma • 31 de Octubre de 2018 • 923 Palabras (4 Páginas) • 322 Visitas
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El ser humano está compuesto de un cuerpo y un alma, un alma indestructible que sobrevive y recibe premios o castigos más allá de la muerte. Para los órficos es el alma lo esencial, lo que el iniciado debe cuidar siempre y esforzarse en mantener pura para su salvación. El cuerpo es un mero vestido, un habitáculo temporal, una prisión o incluso una tumba para el alma, que en la muerte se desprende de esa envoltura terrena y va al más allá a recibir sus premios o sus castigos. La metempsicosis. Tras la muerte y separación del cuerpo, las vuelven a la existencia terrenal en cuerpos humanos o de otros animales.
Una de las características que más llama la atención en la ascética y que es inaudita en la vida del pueblo griego es la catharsis o purificación que consiste en privarse de ciertos placeres, tanto corpóreos como alimenticios, mediante dietas encaminadas a que el alma se libere de su cárcel corporal y pueda volver a su ámbito divino. en cuanto a las ditas alimenticias no se atrevía comer carne pues como dice Platón: “Ni una vez se atrevieron, los que practicaban esto a probar carne de reses muertas, ni tampoco sacrificaron animales a los dioses, pero sí ofrecían tortas y frutas rociadas con miel y otras dádivas puras como éstas. Se abstenían, pues, de comer carne en la creencia de que esto era una profanación y de manchar de sangre los altares de los dioses. Una vida órfica, por consiguiente, la llevaban aquellos hombres, que se alimentaban de lo inanimado y que temían lastimar a lo animado”
Y, para terminar, la secta pitagórica (secta filosófico-religiosa fundada por Pitágoras) fuertemente influenciada por concepción órfica del ser humano, añade nuevas formas de catharsis: el estudio de las matemáticas y la música, pues por medio del conocimiento de las ciencias el alma también conseguiría la tan ansiada libertad y codearse con la divinidad.
*pero como el corazón de Dionisio no fue devorado, del corazón resucita el hijo de Zeus). De las cenizas de los Titanes y la tierra surgen los seres humanos, que poseen un componente titánico y otro dionisíaco, al nacer con algo de la antigua culpa de la muerte del dios Dionisio, por lo que deben purificarse al evitar el derramamiento de sangre de hombres y animales, de este modo, al final de la existencia, su alma es liberada del cuerpo (casi tumba y cárcel), para reintegrarse al mundo divino de donde procede (mito de Dionisio, Bernabé, Alberto & Casadesús, Francesc (2009). Orfeo y la tradición órfica. Un reencuentro. Dos volúmenes. Madrid: Akal. ISBN 978-84-460-1896-4.)
Isabella Acuña
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