Encender una hoguera

ENCENDER UNA HOGUERA

Trama

Una historia sobre un personaje que, sin saber mucho sobre él, llegamos a conocer su forma de ver las cosas y a conocer su carácter. Este hombre agarra camino con un perro esquimal, hermano del lobo, hacia un campamento en el Arroyo de Henderson, desafiando el extremo frío al que sabía que se enfrentaría; en el principio del trayecto hacia el campamento, los acontecimientos son normales y al final se complican, llevando al personaje a la muerte.

Ambientación

Un trayecto desviado de la ruta principal del Yukón con destino al Arroyo de Henderson, con casi mas de diez mil millas de trayecto, un día a las nueve en punto, completamente gris con neblina, sin ni una sola nube y sin un destello del sol, con una temperatura extremadamente fría; nos situamos con un panorama completamente blanco, por la nieve, y con una línea hecha por abetos, que se diferencia de la nieve, simulando este ser el camino que conduciría el trayecto de aquel hombre. Con muchas trampas creadas por la misma naturaleza en el camino, manantiales que corrían debajo de la nieve y encima del hielo de los ríos, algunas con profundidad de casi tres pulgadas y tres pies de agua.

Personajes

El personaje principal es el hombre que se aventura el largo camino hacia el campamento del Arroyo de Henderson, un hombre velludo, con pómulos altos y nariz ávida, con barba rojiza y bigote. Este personaje da a conocer características de su carácter que lo describen como un hombre valiente, fuerte, decidido, pero a la vez un hombre necio y terco, ya que a pesar de que le habían advertido a lo que se enfrentaría, decidió ignorar y hacerlo de todos modos, convirtiéndolo en alguien necio. Un hombre descrito con falta de imaginación, ya que podía ser agudo para las cosas de la vida, pero no para entender los significados de esas cosas de la vida. No miraba más allá de sus consecuencias. También se encuentra el perro esquimal, que lo acompañaba, un perro que no conocía de caricias, solo de voz dominante que le indicaba lo que tenia que hacer. Los instintos que tiene el perro son descritos, para poder ser comparados con los de este hombre, el perro no conoce de cosas, ni las entiende; el perro conoce de instinto y sin cuestionar lo hace, sin saber el porqué. Comparan los pensamientos de ambos personajes cuando se encuentran encendiendo la primera hoguera para poder calentarse, el perro sabe que no deben de seguir ese trayecto gris y frio, su instinto le dice que debe quedarse en la hoguera que los mantendrá calientes mientras el frio baje, mientras que el hombre en su creencia de ser capaz de realizar todo y no cuestionar las consecuencias que tendrá, insiste en retomar el camino. Claramente, se puede analizar que el instinto del perro era lo que debían seguir y no el del hombre.

Punto de Vista

Es la historia de un hombre que, acompañado de un perro esquimal que viajaba con el pegado a sus talones, quiso reunirse con sus amigos en un campamento en el Arroyo de Henderson; teniendo que atravesar un largo recorrido cubierto cientos de pies de nieve, con trampas naturales y con un frio inimaginable, guiándose por una línea hecha por cientos de abetos que, no permitía que hubiera luz debajo de ellos, este hombre es advertido por un veterano del Arroyo de Sulfuro, que le dice que para cruzar este camino debe de ser a mas de cincuenta grados bajo cero y con una persona acompañándolo, ya que es un trayecto complicado y no apto para seres humanos. Este hombre en su soberbia decide ignorar lo que le dice el anciano y toma camino. En medio del camino, después de haberse salvado de varias trampas de la naturaleza, cae, y se moja hasta las rodillas e ipso facto sus dedos comienzan a congelarse, debido a las altas temperaturas que habrían llegado a ser setenta grados bajo cero, estando cien grados bajo el punto de congelación. En ese momento el hombre decide encender la segunda hoguera debajo de abeto, una vez encendida cae una avalancha de nieve de las hojas de abeto sobre las llamas de la hoguera y sobre el hombre, con las piernas, dedos de los pies y manos entumecidos del frio, el hombre sin darse por vencido decide encender su tercera hoguera, haciéndosele imposible ya que no podía utilizar sus dedos para encender correctamente los cerillos. En ese momento el perro esquimal y el hombre se dan cuenta que no habrá fuego para calentarlos. El hombre miraba al perro con envidia, deseando poder tener la capa de pelos que lo mantenían a el caliente, por lo que piensa e intenta matar al perro, para utilizar su piel como abrigo de sus manos y pies; una vez estos calentados el podría seguir su camino. Por lo que intenta, llama al perro este se acerca con miedo, y es agarrado por el hombre con sus brazos, pero era inútil, ya que sus manos no tenían fuerza para ahorcarlo y sus dedos no podrían cortarlo. Por lo que este hombre al fin comienza a pensar en todo lo que ha sucedido y sin querer perder la esperanza de llegar aquel campamento, el hombre ingenia como seguir el camino, por lo que se levanta y sin sentir para nada sus piernas ni sus manos comienza a correr desesperadamente, pensando que de esa manera podría lograr llegar al campamento y que sus amigos lo terminarían rescatando, pero es inútil, ya que cae al suelo y se da cuenta que no tenia mas que hacer ya, así que decide que se dormirá hasta quedar muerto, como una anestesia natural, luego imagina como será cuando sus compañeros, con los que debía encontrarse, lo encuentren sin intento de una hoguera, simplemente  sentado en la nieve congelado y su ultimo pensamiento fue dándole la razón al veterano de Arroyo de Sulfuro, siempre su acompañante, el perro, frente a el sentado esperando que este o le proveyera alimentos o fuego, se acerca al oler la muerte este aúlla y se va en busca de un campamento donde será alimentado y calentado. Claramente podemos ver que la soberbia y la necedad del hombre lo llevo a su muerte.