“Aprender a leer es encender un fuego, Cada sílaba que se deletrea es una chispa”.
Enviado por Ledesma • 19 de Febrero de 2018 • 5.456 Palabras (22 Páginas) • 1.119 Visitas
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La tipología textual narrativa es la herramienta eje que guiará nuestro proyecto de práctica, ya que encontramos diferentes textos modelos con elementos apreciables que aportan a la buena literatura una forma motivadora y creativa, pues influye enormemente en el alumno para enfrentarse al texto, contando con recursos fáciles y sencillos para trabajar y llegar a un nivel de comprensión lectora crítico y creando de esta forma nuevos contextos que permitan al estudiante ver la lectura como una oportunidad de adquirir nuevos conocimientos, más no como una imposición por parte del maestro.
2. OBJETIVOS
2.1. OBJETIVO GENERAL
- Fortalecer el nivel de lectura crítica en los estudiantes de 801 y 802 de la Institución Educativa Humberto Tafur Charry J.M, teniendo como base el desarrollo de las cuatro habilidades básicas (escuchar, hablar, leer y escribir).
2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Identificar las fortalezas y debilidades que los estudiantes presentan en su proceso de lectura crítica.
- Construir y realizar la aplicación de talleres de lectura comprensiva que desplieguen la lectura crítica en los estudiantes.
- Evaluar las fortalezas y debilidades del proceso a partir de un informe en donde se observe el progreso de cada uno de los estudiantes de la institución educativa.
3. MARCO TEÓRICO / CONCEPTUAL
Este trabajo en la institución educativa va en caminado al fortalecimiento de la lectura crítica en los estudiantes, teniendo como base el desarrollo de las cuatro habilidades básicas escuchar, hablar, leer y escribir), permitiendo que haya una motivación hacia ella y con ello una comprensión lectora de un nivel crítico- intertextual que permita al estudiante comprender en todos los niveles (literal, inferencial y critico) las lecturas de los textos que sean realizadas no solo dentro del aula sino fuera de ella también, como también puedan apropiarse de los temas que son fundamentales en el presente año lectivo, para que de esta manera se genere un capital cultural en los estudiante y le permite conocer los aspectos necesarios y pertinentes para el aprendizaje significativo.
Para ello se proponen algunos objetivos, que se abordarán de manera organizada. Primero se identifica las fortalezas y debilidades que los estudiantes presentan en su proceso de lectura crítica, mediante unos ejercicios que permitan dar cuenta de cómo los estudiantes construyen significado a partir de los textos leídos; segundo se construirá y realizará la aplicación de talleres de lectura comprensiva que desplieguen la lectura crítica en los estudiantes y posteriormente se evaluará las fortalezas y debilidades del proceso a partir de un informe en donde se observe el progreso de cada uno de los estudiantes de la institución educativa.
Para empezar y con el objetivo de contextualizar es primordial partir del concepto que tenemos de lectura y de analizar cuáles son los que nos brindan en el currículo impuesto en las instituciones en el área de literatura, con un número determinado de lecturas, de determinado autor y en determinado tiempo.
Leer es dialogar, es comunicarse con los demás y con un mundo externo que internalizamos, es subjetivizar las letras y la significación de ellas a nuestro antojo, es tomar contacto con la realidad y adquirir herramientas para transformarla. Así como no es ver sino mirar, escuchar sino oír lo que en realidad importa así mismo no se trata solo codificar signos sino de comprenderlos, en esto radica el verdadero proceso de una lectura. No hay comprensión si no hay lectura y si la hay pues no se podría llamar como tal, solo sería la secuencia de repetir bajo cierto ritmo apropiado lo plasmado en un papel. Tal como lo afirma María Cristina Martínez cuando hace un esbozo en la lectura como la clave de la comprensión: “La comprensión lectora debe entenderse como un proceso gradual de creación de sentido a partir de la interacción del lector- texto en un contexto particular, interacción mediado por su propósito de lectura, expectativa y conocimientos previos”.
Con lo anterior es claro que el proceso lector no desliga al individuo de su contexto de vida actual y que gran parte de la comprensión que ellos hacen de los textos infieren con su cotidianidad. Y realmente cualquier definición que tengamos sobre lectura nos apunta hacia un mismo horizonte: lector, texto y realidad son elementos que no pueden desligarse para la comprensión de lo que se lee ,tal como lo afirma Goodman (1980)
“La lectura es un juego de adivinanzas psicolingüístico complejo en el que lector reconstruye significados a través de una interacción con el texto. En este juego de adivinanzas el lector, valiéndose lo menos posible de la información que le ofrece el texto usando sus conocimientos previos, sus experiencias, selecciona la información más apropiada para hacer producciones, anticipaciones, adivinanzas y reconstruir el significado. En este sentido el significado no reside en lo impreso, sino que ha de ser aportado por el lector. Existe un único proceso de lectura para todas las lenguas y para todo tipo de texto, independientemente del contenido, la estructura, el registro o los propósitos que motivaron al lector a leer”.
Todos estos conceptos nos dan claridad sobre lo que debe ser un verdadero proceso de lectura y por ende de comprensión, pero si mencionamos la palabra comprensión al igual que se dio el concepto de lectura es primordial que esbocemos sobre el concepto de comprensión lectora, a partir de un aporte significativo de los muchos que existen, que nos dejo Cole Y Griffi (1989) sobre el tema:
“ En definitiva, leer , más que un simpe acto mecánico de descifrado de signos gráficos es por encima de todo un acto de razonamiento, ya que de lo que se trata es de saber guiar una serie de razonamientos hacia la construcción de una interpretación del mensaje escrito a partir de la información que proporcione el texto y los conocimientos del lector, y, a la vez, iniciar otra serie de razonamientos para controlar el progreso de esa interpretación de tal forma que se pueda detectar las posibles incomprensiones producidas durante la lectura” (1989)
Ya teniendo tres aportes significativos y de gran validez de ciertos autores sobre lectura y comprensión lectora, podemos afirmar que pese a que los estándares y lineamientos curriculares nos ofrecen esto, pues es claro y evidente que en las diferentes instituciones no los aplican de manera adecuada para llevar a cabalidad
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