EXAMEN DEL 2DO PARCIAL DE EPISTEMOLÓGIA: MEDITACIONES METAFÍSICAS DE DESCARTES

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- El primer argumento escéptico es la duda de los sentidos: ¿puedo fiarme de los sentidos? No, puesto que si he podido comprobar que a veces me han engañado, ¿quién me dice que no lo hacen siempre? Otra observación que realizó y que lo llevó a la duda fue el hecho de que no pudiera distinguir el sueño de la vigilia, todo esto llevó a René Descartes a pensar si realmente, este Dios que el tanto quiere demostrar, quiere que vivamos en un mundo de engaño y mentira, pero esto no es posible, ya que Dios es bondad suprema y no sería lógico que quisiera que fuéramos engañados. Así pues, llega a la conclusión de la posibilidad de la existencia de un algo malignó, que por medio de trampas nos lleva a caer al error.

El Segundo argumento: duda acerca de la naturaleza de la mente humana, que es más conocida que el cuerpo. Una vez destruidos todos los conocimientos que había adquirido durante su vida busca volverlos a reconstruir para encontrar algo más veraz y confiable, René Descartes busca entre las funciones del alma las tareas que necesitan del cuerpo no pueden afirmarse puesto que no podemos demostrar la existencia de tal cuerpo.

René Descartes llega a la conclusión de que si piensas, existes y con esto ya ha encontrado la verdad absoluta y ya han demostrado la existencia del espíritu luego el cuerpo no es más que simple y sencillamente el medio en el que supuestamente el alma esta encarcelada y que lo utiliza para interactuar con el mundo material creado por Dios.

El tercer argumento es ¿Cómo conocemos a Dios? y ¿Cómo demostramos su existencia?

Los humanos somos una sustancia, pero una sustancia pensante, una sustancia que desea, si desea es porque le falta algo, si le falta algo es porque hay algo mejor aún.

¿Cómo sabemos que nosotros no somos seres perfectos? porque nosotros aunque captemos las cualidades de los objetos no sabemos si así queda resuelto el segundo argumento de la existencia de Dios.

Aun así nos faltaría saber cómo adquirimos la idea de la existencia de Dios como lógicamente no puede percibirse a través de ninguno de los cinco sentidos, nos damos cuenta de que sólo Dios mismo nos pudo introducir esa idea de manera natural.

La cuarta postura escéptica es si ¿nos acercamos a lo verdadero o a lo falso? Habiendo demostrado la existencia de Dios hemos apreciado también que nosotros somos imperfectos una imperfección que se demuestra a la hora de realizarse juicios y que no podemos saber si algo es cierto o no. Pero si Dios es perfecto el engaño y el fraude son imperfectos, lo que nos lleva a pensar que no pueden proceder de Dios, aunque nosotros a través de la razón podemos diferenciar entre lo verdadero y lo falso así también muchas de las veces hemos sido inducidos al error. Pues siendo producto de Dios como somos ¿cómo es posible que seamos imperfectos?

Cuando queremos distinguir entre lo que es verdadero y lo que es falso usamos el entendimiento y la voluntad pero el entendimiento nos permite captar nuestro entorno pero no afirma ni niega nada por lo tanto el error tiene que proceder de la voluntad, al ser más amplia hacer juicios sobre cosas que no conoce llevándonos al error.

Para no caer en el error debemos usar la razón antes que la voluntad Dios nos proporcionó la herramienta de la voluntad y nosotros le estamos dando un mal uso y para realizar buenos juicios debemos ver si la idea viene de Dios y es clara y distinta, pues será verdadera, y debemos evitar ideas confusas probablemente creadas por algo maligno.

El quinto escepticismo es acerca de la existencia de la esencia de las cosas materiales y otra vez de Dios y su existencia. En esta meditación René Descartes vuelve a demostrar la existencia de Dios a base de razonamientos matemáticos e incluso vuelve a demostrar la esencia de las cosas materiales. Nos dice que nosotros percibimos la esencia de los objetos de tal manera que sin haber visto una figura de un cuadrado cualquiera aun así podemos tener una idea clara de tal figura. De la misma manera nosotros tenemos una idea de la esencia de Dios: la fe, y es una idea clara y diferente además Dios es perfecto y cómo una cosa puede ser tan perfecta existiendo no puede haber luz sin oscuridad de la misma manera que no puede haber la perfección y no existir.

Y por último la sexta postura escéptica es acerca de la existencia de las cosa materiales y de la distinción real entre el alma y el cuerpo. Esta es la última meditación de René Descartes en Meditaciones Metafísicas en esta última meditación se une todo lo adquirido en las anteriores meditaciones para definir finalmente el dualismo cartesiano.

René Descartes piensa que el hombre a través del cuerpo tiene percepciones y sentimientos el alma piensa, reflexiona, razona, imagina pero necesita de un cuerpo para interactuar y unir el alma con el mundo exterior. Evidentemente será también tarea del cuerpo toda decisión que afecte al cuerpo no comemos ni tomamos por voluntad, sino por necesidad. Según René Descartes el hombre es la unión del cuerpo y el alma que concibe los objetos a través de la razón entonces es el alma la que se encarga de las propiedades sensoriales y emocionales para transmitirlas entonces al cuerpo. Luego la pregunta que surge es: ¿podrían existir cuerpo y alma por separado? según René Descartes sí podrían, pero no se da el caso.

- La idea central de la búsqueda de la verdad es por medio de la razón. Hablar entonces de la verdad cartesiana es abordar las ideas claras y distintas como aquellas que de alguna manera ya viene selladas en la razón y llenas en su contenido. Lo que quiere decir que ningún conocimiento será verdadero si no es más que claro y distinto, por lo que claridad y distinción son las condiciones de todo conocimiento verdadero.

- Para no caer en lo falso continúa dudando de todo hasta lograr encontrar algo cierto o al menos hasta convencerse de que nada cierto hay en el mundo. La duda lo hace vivir "dudo, luego soy" además no existe otra facultad para distinguir lo verdadero.

- Descartes nos presenta entonces su método de la duda como capacidad del intelecto para suspender un juicio porque no hay suficiente claridad. Al respecto hay que hacer una salvedad. No se trata de dudar por dudar sino, de DUDAR para conocer la verdad. Con un ejemplo cartesiano, se duda para poner entre paréntesis y llegar a la verdad. Se pone en paréntesis la tradición, la religión, la política… para sacar lo que realmente sea verdadero. La duda cartesiana se distancia de la ilusión para llegar a lo necesario, verdadero, suficiente, indubitable.

- El argumento metafísico de Descartes