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Casa Habsburgo.

Enviado por   •  29 de Enero de 2018  •  1.748 Palabras (7 Páginas)  •  307 Visitas

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La Guerra de los Treinta Años

Bajo Maximiliano II, la Reforma Católica se desarrolló en sus tierras. La acción de los jesuítas contribuyó para su éxito, pero principalmente bajo Fernando II. La oposición de los príncipes protestantes, sostenidos por la Francia , provocó la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). De inicio religiosa, se desarrolló en conflicto con la Francia. Los territorios alsacianos fueron perdidos para la Francia. El Tratado de Vestfália de 1648 consagró la atenuación del poder imperial en la Alemania. Los Habsburgos, allí rechazados, se volvieron definitivamente para leíste, aunque la preeminência de los Habsburgos les confiriera aún mucha influencia, sobre todo en la parte meridional de la Alemania. Pero la Paz de Vestfália, punto final de la guerra, fijó los límites del poder imperial. El Imperio se vio cada vez más dominado por príncipes territoriales y los esfuerzos de los Habsburgos para el transformar en una monarquía estructurada estaban fadados al fracaso.

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Guerras de sucesión:

La larga lucha enflaqueció la familia, a pesar del apoyo de Portugal a la pretensión fallida de los Habsburgo a la corona española durante la Guerra de la Sucesión Española.[3] En 1700, la línea española se extinguió y la herencia española pasó a los Bourbons. La Guerra de la Sucesión Española (1701-1714) no permitió a los Habsburgos austríacos recuperar la herencia española, pero confirmó su papel de potencia europea, dándoles los Países Bajos del Sur, hoy Bélgica, y tierras en la Península Itálica, a saber el Reino de Nápoles, el Reino de la Sardenha, y el Ducado de Milán.

Ya la Guerra de la Sucesión Austríaca amenazó la monarquía. La Sanción Pragmática de 1713 , dada por Carlos VI, establecía la indivisibilidade del patrimonio de los Habsburgos y reglamentaba la sucesión al trono por orden de primogenitura. En 1740, el emperador Carlos VI murió sin hijo varón, y los derechos de su hija, a arquiduquesa Maria Teresa, fueron contestados por las potencias, especialmente el Reino de la Prússia, que desconsiderou la Sanción: tuvo inicio la Guerra de la Sucesión (1740-1748). Por un corto intervalo, la dinastia de los Habsburgo perdió la corona imperial y, sobre todo, la provincia de la Silésia, en el norte de laBoêmia, en beneficio del rey de la Prússia, Frederico II.

El reinado de Maria Teresa

La dinastia floreció nuevamente bajo el mando de Maria Teresa (1717-1780) y su hijo José II (1741-1790). El siglo de Carlos VI, de Maria Teresa y de José II fue la época de apogeu de la monarquía austríaca. Sus reinados correspondieron al florescimento de la cultura de la Europa céntrica, a la cual se mesclavam contribuciones italianas, eslavas y magiares. La unidad del Imperio se veía asegurada por la lengua alemana y por la centralização del poder.

La boda de la arquiduquesa Maria Teresa con Francisco de Lorena originó la nueva dinastia Habsburgo-Lorena. Maria Teresa hizo elegir su marido emperador del Sacro Imperio en 1745, como Francisco I. Su reinado fue de los más brillantes. Reforzó la administración céntrica, confiando la gestión de las finanzas a un directorio céntrico. Creó un Consejo de Estado, departamentos ministeriales y una cancillería unificada para la Austria y la Boêmia (reforma del príncipe de Kaunitz-Rietberg en 1761-1762, partidario de política centralizadora de Maria Teresa). El número de operarios quadruplica, aumenta para 20 mil personas. La instrucción recibe atención mayoritaria. Pero se hubo mantenido los cuadros sociales anteriores, se conservaron las dietas, y las reformas no fueron aplicadas en Hungría que guardó sus privilegios.

Como ocurre con la dinastía de los Borbones, que procede de la legendaria estirpe de los Capetos, los orígenes de los Habsburgo –la familia que llevó a su máxima expresión al Imperio español– se pierde en los tiempos más remotos de la Edad Media a cientos de kilómetros de la Península ibérica. El proceso que condujo a los Habsburgo desde ser dueños de un pequeño condado en el corazón de Europa hasta ser los timoneles del gran imperio Mediterráneo de su tiempo es un completo desconocido en nuestro país. Su historia, no en vano, es la de la ambición desmedida y la de una estrategia clara: «Hagan otros la guerra; tú feliz Austria, cásate; porque los reinos de Marte da a los otros, a ti te los concede Venus» (la traducción de unos versos latinos del siglo XVI sobre la estrategia matrimonial de los Habsburgo).

En la actualidad, los Habsburgo están emparentados con la mayor parte de las casas reales europeas, pero no ejercen en ningún país como dinastía reinante. El génesis de su poder, que les situó como la dinastía titular de una veintena de reinos, se encuentra en el antiguo ducado de Suabia, una región germanófona de lo que hoy es Suiza. En el siglo X, un noble alemán llamado Radbot, perteneciente a una familia de la nobleza germánica desde tiempos de los Carolingios en el siglo VIII, obtuvo un feudo en esta zona y construyó un pequeño castillo conocido como el «Castillo del Azor» (Halcón), que en alemán era llamado «Habichtsburg», puesto que albergaba un importante foco de cetrería. El nombre de los Habsburgo, los halcones, deriva de este castillo.

Los Habsburgo tomaron su nombre de la palabra suiza, habchtsburg o castillo del azor, que fue su residencia familiar desde el siglo XI en el antiguo ducado de Suabia. La familia fue ganando terrenos y haciendo

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