El gran mito

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Volviendo al relato sobre el tema a tratar acerca del gran mito, creo que en la mayoría de las historias relatadas hay hechos que no se toman en cuenta simplemente no se cuenta lo hacen por debajo de la mano.

Me atrevo a decir que en este sentido admiro mucho al profesor Trejo, porque se atreve a desenmascarar los hechos que están contados por los españoles, me ha gustado en cómo se adentra a la historia para defender los hechos transcurridos desde la perspectiva de los mexicanos, a observar este tipo de obras realizadas por él se ve como hay una gran pasión dentro del profesor por México, y eso deberíamos de sentirlo todos los mexicanos para poder familiarizarnos más con nuestra nación, sentir amor, orgullo por este grande país.

"La historia la escriben los vencedores"... Una frase que encierra mucho de cierto, más aún cuando se trata de la historia de la conquista de México.

Una de las frases que me gustó mucho en este sentido hay mucho detrás de esa frase, nunca pensé que parte de la historia de nuestro país acerca de la conquista española fue porque acreditaron o señalaron a los habitantes de aquel lugar ahora conocido como México como caníbales, lo que según a sus creencias era algo desagradable a los ojos de su dios, y sin embargo no se llegó a sacar una conclusión exacta solo actuaron sin saber porque, sin embargo nunca se vio que fueran caníbales, lo único que yo estoy seguro es que si se sacrificaban hombres a sus dioses.

Ese prejuicio del que hemos venido tratando, ha invertido el caso de los sacrificios y de la antropófaga ritual el método académico, la falta de documentación comprobable, no fue obstáculo para tomar como cierto lo que se presuponía de antemano. La reputación aquellos hombres como caníbales y sacrificadores, en lugar de ser desechada por inconsistente, ha sido consolidada a través de los tiempos, para desvirtuar las raíces culturales de nuestro pueblo, que ahora más que nunca, necesita afianzarse a su pasado para adquirir la fuerza en el presente y podamos aspirar a un mejor porvenir.

Se cree que tenían a todo el pueblo completamente angustiado, padecía hambre, desfallecía. No bebían agua potable, agua limpia, sino bebían agua de salitre. Muchos murieron de la disentería. Todo lo que comían eran lagartijas, golondrinas, la envoltura de las mazorcas, la grama salitrosa. Andaban masticando semillas de colorín, lirios acuáticos, el relleno de las paredes, el cuero y la piel de venado, lo asaban, lo requemaban, lo tostaban, lo chamuscaban y lo comían. Algunas yerbas ásperas y aún el barro. Nada hay como ese tormento, tremendo es estar sitiados. Nos dominó

los mitos que sostienen aún en nuestros días, historiadores modernos, es el que dice, que con la sangre de los sacrificados alimentaban al sol, para que continuara su diaria carrera. Solo que los testimonios arqueológicos, nos han demostrado, que los hombres de aquella región actualmente llamado México, manejaban un conocimiento científico milenario, basado en una matemática astronómica, con la cual dejaron inscripciones cíclicas, que contienen movimientos astronómicos inmutables y eternos.

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