Historia del edificio y del museo.

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También se encuentra un video, en el cual proyectan imágenes de los niños jugando, sonriendo, pero con la llegada de la guerra estos niños quedan huérfanos, hambrientos, solos, desamparados, asesinados, y con ellos se pierden algunas de las esperanzas de un mundo distinto, ya que no tuvieron la oportunidad de tener una vida; ésta les fue arrebatada sin haber hecho nada mas que nacer judíos.

Se encuentra una maqueta de un centro urbano y como estaba este distribuido, además de una escultura, la cual tiene a varias personas, en el centro a un personaje importante, y a las orillas los ancianos, mujeres y niños que no cedieron y no dejaron su voluntad de libertad a un lado, sino que continuaron luchando y conservando la fe cada día.

Hay una gráfica en la que se muestran datos aproximados de los años 90 en las que se expresa el número aproximado de judíos en la República mexicana (100,000), además de fotografías de lugares en el centro histórico, como el Palacio de Bellas Artes.

Se nos muestra, a través de periódicos, e imágenes y fotografías lo que sucede con los judíos posteriormente a la Segunda Guerra Mundial, desde la liberación de los campos, la sonrisa en los rostros de los liberados, hasta los paisajes en Israel y las etnias con las que comparten actualmente el territorio.

Hay una especie de mural, formado con miles de nombres, sin embargo estos no son suficientes, ya que por cada uno de ellos 85 personas más perecieron en este terrible acontecimiento, no obstante, como fondo se encuentra la llama, simbolizando la esperanza de este pueblo.

También hay dos esculturas, elaboradas por la misma artista, una de las cuales es un cuerpo hecho de cristal, rodeado por alambre de púas bajo un suelo simbolizando alguna especie de mineral y dice “no más” o alguna frase similar, refiriéndose a la brutalidad con que fueron tratadas las personas en ese momento. Por otra parte, la otra escultura está hecha de cristal, son unos anteojos, cuyas patas están esculpidas de forma que parecen plantas, esto quiere decir que mientras haya conocimiento habrá esperanza.

En una parte dedicada al escuadrón 201, la breve participación de México durante la Segunda Guerra Mundial podemos apreciar una pequeña línea del tiempo referida a los acontecimientos enlazados con ésta y además podemos observar uno de los uniformes utilizados en aquel momento.

Por último, lo que más me agradó del museo, fue la vitrina, que explicaba brevemente la historia de la vida de un judío. Desde su nacimiento, a los ocho días existe una especie de doctor, quien además es también un religioso, quien se encarga de la circuncisión como lo ordenó Abraham. Posteriormente se da el Bar Mitzvah, la cual sería el equivalente a la Primera Comunión para los católicos, es en este momento cuando se inician en la vida religiosa, posteriormente se da el matrimonio, y hacia la muerte, el final de su vida, se encargan de lavar el cuerpo del difunto, además de que en sus lápidas colocan la estrella –su símbolo-, los primeros días son de luto, posteriormente de oración, y los hombres deben dejar pasar un mes hasta volver a cortar su cabello.

Opinión.

Sé que el museo pertenece a judíos, sin embargo no me agrada el hecho de que se siga discriminando tanto a las otras etnias a las que pertenecían quienes perecieron durante el Holocausto, ya que no sólo fueron judíos, sino también homosexuales, discapacitados, gitanos, entre tantos otros. Todos eran seres humanos, todos merecían una oportunidad, y no por tener en más o menos cantidad de muertos quiere decir que sean más o menos importantes. Eran tal como nosotros, tenía un trabajo, un hogar, una familia, amigos, y todo ello les fue arrebatado por miedo, por decidir no actuar y simplemente observar lo que sucedía, por ignorancia, pudiendo haber sido evitado.

Es doloroso que la vida de tantos niños inocentes haya sido cambiada, o peor, acabada por la ignorancia y el ansia de poder de los adultos en este mundo inundado del capitalismo y sus armas. Tenían miedo, ira, y quizá envidia de lo que poseían los judíos, pero ellos lo poseían gracias a su trabajo y esfuerzo, no a base de violencia y terror hacia la gente.

Creo que debemos dejar de pensar en todos nosotros como razas: blancos, amarillos, negros, musulmanes, judíos, cristianos… Y comenzar a pensar en uno solo: la raza humana, esta raza tan capaz de crear, de ayudar, de imaginar, de aprender, pero que últimamente vive destruyéndose a sí misma, y con nosotros, desafortunadamente nos hemos llevado ecosistemas y animales, ellos no pueden defenderse, no pueden quejarse o hablar para lograr un acuerdo, así que es deber nuestro darnos cuenta de que con nuestras acciones afectamos a todos.

Sólo tenemos un planeta y sólo nos tenemos los unos a los otros, en nosotros está la decisión, en cada uno. Posiblemente ahora piensen que quienes pensamos de esta forma estamos soñando, quizá estamos locos, pero creo que es la única solución, y no sólo es pensar, sino actuar, es convertir esto en realidad. Porque quizá mientras escribo esto alguien está siendo asesinado, hay mujeres que están siendo maltratadas, niños muriendo de hambre, así que este espacio es para ellos. La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto ya son historia, pero en nosotros está el poder de cambiar el futuro.