Reporte del Museo Nacional de Antropología e Historia

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2° sala: Auka. En la península de Baja California habitan los grupos Yumanos; habitan un territorio cercano a los Estados Unidos, entre montañas, valles, desiertos y dos mares

3° sala: El gran Nayar. Donde habitan cinco grupos etnolingüisticos: Huicholes, coras, Tepanecas del sur, nahuas y mestizos. Abarcan geográficamente las partes serranas de los estados de Nayarit, Jalisco, Durango y Zacatecas.

4° sala: Puréecherio

5° sala: Otopames. La sala abarca los pueblos pertenecientes a la familia lingüística otopame que incorpora las lenguas: pame, hablada en San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo, chichimeco-jonáz, de la misión de chichimeco, San Luis de la Paz, Guanajuato y matlatzinga, mazahua y ocuilteca, en el Estado de México.

5° sala: sierra de Puebla.

6° sala: Los pueblos indígenas del sur de México.

7° sala: Golfo: Huasteca y Totonacapan

8° sala: pueblos mayas

9° sala: pueblos mayas de la montaña

10° sala: Noreste: sierras, desiertos y valles.

11° sala: Los nahuas

Mexicas y mayas

La 6° sala es la más representativa del museo y una de las que más piezas arqueológicas tienen exhibidas.

Conocidos también como aztecas o tenochca, los mexicas fundaron su ciudad capital en México Tenochtitlán en 1325 d.C. por casi 200 años el militarismo caracterizó todos los aspectos de su vida logrando su predominio en gran parte de Mesoamérica, en donde impusieron ideales religiosos, militares y políticos.

La muestra representa el poderío y la importancia que alcanzó durante el periodo posclásico Tardío (1250-1521 d.C.), la sociedad mexica.

Los mexicas fueron un pueblo conquistador que llegó a la Cuenca de México a finales del siglo XIII, procedentes de la mítica ciudad norteña Aztlán. Tras un largo recorrido lleno de penurias lograron establecerse en un pequeño islote dentro del lago de Texcoco en el año 1325, el cual pertenecía al señorío de Azcapotzalco, el más poderoso hasta ese momento en todo el centro de Mesoamérica. Por varios años los mexicas estuvieron sometidos al control político y militar de los tepanecas de Azcapotzalco, hasta que tras una guerra lograron librarse de su dominio y convertirse, paulatinamente en el reino más influyente de la cuenca. Junto con sus aliados Texcoco y Tlacopan, formaron la triple alianza, sistema político o tripartita que les permitió controlar gran parte de Mesoamérica a través de la guerra de conquista. Su dominio les permitió obtener productos de tierras lejanas como plumas de aves procedentes de las tierras del sureste, piedras verdes, metales, pieles de animales, productos agrícolas como el cacao o el algodón, materiales de construcción, conchas y animales marinos de costas.

Los objetos de la sala son muestra de la supremacía y la cosmovisión de este pueblo.

Una de las diversas culturas que configuraron el mosaico de la antigua Mesoamérica fue la maya. Ubicada en un enorme territorio que comprende los actuales estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y quintana Roo en México y los países de Guatemala, Belice, honduras y parte de el Salvador. Estos grupos lograron desarrollar un complejo sistema de escritura, un calendario preciso y elaboraron una de las más exquisitas expresiones artísticas de nuestro pasado prehispánico.

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Sin duda alguna la visita a éste museo es una de las experiencias más gratificantes, no solo por la gran cantidad de aprendizaje cultural, si no por su esteticismo. Además es uno de los museos más largos que he visitado. El museo me ha dejado vastos conocimientos y reforzado algunos otros a cerca de las culturas que han existido en nuestra nación. El aprendizaje a cerca de la historia y tradiciones de cada uno de los pueblos de manera integral y conjugado, me parece ser la forma más ideal para lograr el objetivo, que el visitante se interese por su historia y se sienta orgulloso de su pasado y presente étnico.

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He aquí el arreamiento de bandera justo fuera del Museo Nacional de Antropología e Historia.