Homicidio en masa

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Pero no estoy aquí para mostrar empatía de un suceso pasado, ni para exhibir los lujos que actualmente tengo, Majdenek uno de los pocos campos que no están escondidos en ningún lugar remoto en medio de los bosques, éste estaba a la ida de la población, aterrorizando por todos los atroces actos ahí especificados.

Al inicio el campo tenía cerca de 50000 prisioneros los cuales estaban destinados a trabajar como esclavos para la producción y fabricación de armas pero en el año de 1942 fue convertido en un lugar de exterminio, con la introducción de cámaras de gas y hornos crematorios pero el problema inicia en la manera que eran engañados los jóvenes alemanes:

“Había imaginado que habría una tienda en el centro y quizá una pequeña cafetería como las de Berlín; y se había preguntado si habría un puesto de fruta y verdura.” (Boyne, 2006: 195)

Hago de uso ahora de toda la información que tengo en mis manos y comparo ¿Quién podía ver la realidad de una manera diferente? Debido a las condiciones de vida en el campo de Majdanek su número de muerte siempre ha sido difícil de calcular ¿Por qué tantas muertes? Hitler, si no mal recuerdo, solía ser un niño judío, pero su odio hacia él mismo le hizo poco a poco sentirse derrotado:

“Brevemente se podría responder que esto es posible siempre que la derrota militar testifique la corrupción moral de un pueblo, su cobardía, su falta de carácter, en fin, su condición de indignidad. No siendo así, la derrota militar impulsará más bien a un futuro de mayor resurgimiento, en lugar de ser la lápida de la existencia nacional.” (Hitler, 1933, 44)

Ése sentimiento que le impulsó a seguir con sus planes pero ¿Por qué cambiaría el futuro de Europa? Los cambios son necesarios para todo tipo de situaciones pero el hecho de cambiar el destino de miles de personas:

“No tiene usted derecho a destrozar su vida.” (Lengyel, 2001, 95)

Realizo un análisis rápido y sencillo ¿Era correcto moldear su destino? Pienso realmente que si alguien en éste mundo moldeara mi destino, no retendría todo aquel sentimiento de ira, explotaría y convulsionaría cuando me enterase de la noticia. Nadie tiene ningún derecho sobre nosotros porque somos seres humanos libres y esa libertad es lo que nos identifica y nos permite resistir ante cualquier situación.

Pero muchos prisioneros del campo llegaban a pensar que la suerte es un producto del sudor y cuanto más sudas más suerte tienes, debido a que eso los mantenía con vida, su deseo de vivir, de trabajar para salir, de permitir todos aquellos abusos solamente para poder continuar con vida, para encontrarse con una familia que podría o no seguir con vida, en este momento ¿Cómo podría yo imaginar lo que sintieron? Ver los sueños rotos, sentir culpa e impotencia al no poder realizar nada, a no poder mantener a alguien con vida ¿Qué sería de mí si yo hubiera estado en esa situación? Me culparía diariamente hasta que mis propios pensamientos me consumieran y quizá, tan solo quizá hubiera cometido un suicidio.

¿Podría soportar toda aquella hambruna? ¿Soportaría comer cosas de esa calidad? En muchos campos ofrecían una especie de café (que no era café) y una rara especie de sopa para la comida y si tenía suerte un trozo de pan duro. Una de las formas de muerte era por hambre, comúnmente muchos prisioneros eran encerrados en grupo y atados a las paredes para así dejarlos morir. Como en el caso del sacerdote Maximilian Kolbe que dio su vida a cambio de la de un prisionero condenado a morir de hambre.

Gracias a estas acciones me doy cuenta de que la humanidad, aquél sentimiento que nos hace sentir humanos y hace que mostremos empatía, aún no ha muerto. Aún seguimos procurando la vida de los demás, dejando de lado nuestras diferencias de vida, yo no podría haber hecho eso porque soy una cobarde, donde todo lo que me importa es mi persona.

¿Hubiera podido dar mi vida a cambio de alguien más? Dudo mucho que mi resistencia me hubiera permitido realizar tales acciones o inclusive sobrevivir mucho tiempo dentro del campo, por eso, es importante no olvidar que aún seguimos con vida y que hay varios vestigios que nos idealizan, que nos permiten continuar con lo que hacemos, dando nuestro mejor esfuerzo y siendo humanos.

Ayudando a los demás, evitando nuestras diferencias y permaneciendo con una idea de diálogo, podemos realizar nuestros más grandes sueños, evitando que suceda otro gran genocidio, porque nosotros somos una nueva generación que debería ya estar consiente de todo lo que implica nuestra simple existencia en este mundo.

Bibliografía:)

- Boyne, J. (2006). El niño con el pijama de rayas. (7ª ed). España: Salamandra.

- S.A. (1977). Gran crónica de la Segunda Guerra Mundial. (1ª ed.) México: Reader's Digest Mexico.

- Cartier, R. (1982). La Segunda Guerra Mundial. (8ª ed.) España: Planeta.

- Adolf Hitler. (1943). Mi lucha. (1ª ed.) Alemania: Salamandra.

- Frankl, V. (1946). El hombre en busca de sentido. (1ª ed.) Barcelona: Herder.

- Lengyel, O. (2001). Los hornos de Hitler. (50ª ed.) México: Diana.

- Ana Frank. (201). Diario. (2ª ed.) Barcelona: Ave Fénix.

- Spiegelman, A. (1980). Maus.(2ª ed.) Estados Unidos: Pantheon Books.