“Museo de Tolerancia y Memoria”

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A muchos se les llevó a campos de concentración, en Auzwitch. La aniquilación era total, no sólo se les asesinaba, sino se les debía desaparecer, evitar que la evidencia estuviera latente. Fosas comunes albergaban miles y miles de cuerpos sin vida. Otros eran eliminados en cámaras de gas. Más, quemados en inmensos hornos.

Al llegar a los campos, se les obligaba a desvestirse, se les otorgaba un uniforme de rayas y un número de identificación. ¿Qué importaba su nombre? Su derecho a la identidad dejo de existir. A una vida digna, a la alimentación. Pero en unos años más tarde, esto se acabó. Alemania había perdido la guerra y Hittler se suicidó.

Luego, encontré que en Gahul, en Sudan, hubo revuelvas por la esclavitud, la violación del derecho a la libertad. Pues también un dictador entró al poder, queriendo despojar al pueblo de todo, por riqueza.

Adelante estaba la discriminación: por orientación sexual, género, raza, discapacidad y posición socioeconómica. He de decir que conozco un poco más de esto, ya que me he podido acercar a asociaciones que luchan por resguardar los derechos de aquellas personas que sufren por esta discriminación. Me pregunto si algún día terminará, pero la verdad es que pienso que a pesar de que hemos avanzado un poco más en cuanto a tolerancia se habla, pienso que nos falta aún muchísimo camino por recorrer.

Conclusión. Ya tenía muchas ganas de visitar este museo, nunca había entrado y es que no sabía qué esperar. Había escuchado a muchas personas hablar sobre él, otras que al terminar el recorrido salían llorando por las fuertes imágenes que se exponen. Tal vez se deba a que ya me imaginaba con lo que me iba a encontrar.

Como mencione antes, sé que nos falta mucho que aprender como raza, como seres humanos. Porque nos cuesta tanto el poder convivir, el reconocer que todos tenemos los mismo derechos por el simple hecho de existir. Realmente lo difícil es poder respetar los derechos de los demás, el evitar aprovecharse de los que menos tienen y menos saben.

No sólo debemos reconocer que tenemos derechos, sino obligaciones también, las cuales debemos cumplir para mantener un equilibrio y la paz dentro de la sociedad.

“Soy politécnico porque exijo mis deberes antes que mis derechos.”