México
Enviado por Kate • 5 de Octubre de 2018 • 4.058 Palabras (17 Páginas) • 330 Visitas
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La dictadura terminó encarcelando y llevando al exilio tanto al núcleo liberal de San Luis Potosí como al resto de los periodistas de la oposición liberal de la Ciudad de México. Las prensas de Vésper, Excélsior, El Padre del Ahuizote, El Nieto del Ahuizote fueron confiscadas y sus editores y jefes de redacción, encarcelados. Des pues de salir de prisión, los revolucionarios marcharían a los Estados Unidos, en donde reanudarían la publicación de Regeneración, se constituiría la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano y redactarían un programa revolucionario que atendía a los intereses de los obreros y de los campesinos. No obstante, la ruptura resultó inaplazable. A pesar de esas dificultades y de la continua persecución de los agentes de Diaz, Ricardo Flores Magón y sus compañeros empezaron a tener éxito en sus actividades.
El Partido Liberal Mexicano fue, en rigor, el primer partido político en la historia de México. Compuesto por una membrecía compacta, organizada en células se- cretas —algunas de ellas armadas, contaba con una eficiente organización; con un extenso aparato propagandístico y con un programa que encarnaba el proyecto político por el cual se luchaba. El Partido Liberal Mexicano, dirigiría los movimientos huelguísticos más importantes del porfiriato, como el de Cananea (1906), el de Río Blanco (1906-1907), y el ferrocarrilero (1908). Con estos hechos sucedió.
En 1906 matanza a mineros en cananea sonora.
En 1907 matanza a obreros textiles en rio blanco Veracruz.
La fundación del Partido Liberal Mexicano, y su creciente radicalización y consolidación coincidían con el resurgimiento del movimiento obrero y con las huelgas y tensiones crecientes entre los trabajadores y los patronos. De ahí que el futuro del Partido Liberal Mexicano dependiera, ante todo, de la continuidad de la in- surgencia proletaria. Sin embargo, como es bien sabido, ésta alcanzó su clímax en el año de 1907 y descendió paulatinamente hasta el inicio de la revolución. Y fue precisamente durante este reflujo que la dictadura pudo asestar tales golpes al Partido Liberal Mexicano, que prácticamente lo hicieron desaparecer, en tanto organización, aunque no en tanto corriente ideológica.
La primera manifestaba los intereses de la burguesía industrial-bancaria nacional, el segundo articulaba las demandas de diversas oligarquías regionales. Esta rivalidad se expresó en el afán de atribuirse el mérito de la reelección y en especial por el propósito de formar una organización política permanente de carácter nacional. En el fondo, el problema que se debatía era el de la sucesión a Díaz y de los reajustes que dentro del bloque en el poder ésta podría ocasionar. La solución que se dio a la crisis de 1904 satisfizo, parcialmente, a los diversos intereses en pugna. Sin embargo, el equilibrio así logrado hacía suponer la gravedad que revestiría la futura reelección de 1910 y, en consecuencia, la necesidad de manejarla con anticipación apelando a nuevos recursos. Es dentro de este con- texto que se inserta la entrevista, que, en el mes de febrero de 1908, Porfirio Díaz concedió al reportero de la revista estadounidense Pearson's Magazine, James Creelman, en la que declaró que para 1910 no deseaba postularse nuevamente en las elecciones, y que celebraría con gusto la fundación de un partido opositor.
El propósito del viejo dictador no era, por supuesto, el de declinar su postulación al cargo presidencial, sino el de preparar, con anticipación y de manera distinta, su reelección. Para ello, se tomaren providencias para que, a una señal determinada, los gobernadores movieran la prensa local para crear un ambiente propicio a la reelección y para que, valiéndose de los jefes políticos en los distritos, seguidos de convenciones locales y, al final, de una gran convención nacional, se postulara la candidatura de Díaz a la presidencia de la república.
Gracias a la entrevista con james, Diaz convoca elecciones en 1910
Con lo que sucede:
Compite por el poder francisco I madero.
Partido anti releccionista
Diaz encarcela a madero por supuestos desmanes (de esta forma Diaz gana las elecciones de julio de 1910).
Diaz pone en libertad a madero en agosto de 1910
Madero el 5 de octubre de 1910 proclama el plan de san Luis
Provocando la revolución mexicana el 20 de noviembre de 1910.
La revolución de 1910 se presentó, en sus inicios, como un doble movimiento, que quedó definido por dos planes y dos divisas de la propia insurrección: "Sufragio Efectivo-No Reelección" (Plan de San Luis) y 'Tierra y Libertad" (Plan de Ayala).
La primera corriente pugnaba por una reforma política y planteaba un retorno al espíritu de la revolución liberal, plasmado en la Constitución de 1857. Es decir: abandono del pensamiento positivista y de la dictadura presidencial; reimplantación del credo liberal y del gobierno constitucional, con el consiguiente predominio del Poder Legislativo; respeto a la soberanía de los estados de la Federación; restitución de su libertad a los municipios; observancia irrestricta de las garantías individuales, y, elecciones libres. Estas reivindicaciones interesaban, básicamente, a ciertas fracciones provinciales de la burguesía mexicana, que se hallaban excluidas del poder o, bien, que participaban de manera subordinada en la formulación de la política que el dictador y los científicos tejían desde la capital del país.
Fue así como la fundación de un partido político
—el Partido Nacional Anti Reeleccionista—
que a través de sus clubes extendió su red por toda la República, generó una fuerza social de alcance nacional, que de inmediato restó poder a las autoridades locales y regionales de la dictadura, al igual que al propio Porfirio Díaz. La campaña electoral de la oposición erosionó aún más las debilitadas bases de legitimidad del régimen y condensó una enorme variedad de intereses y conflictos, que hasta entonces habían sido contenidos o sofocados, en virtud de su aislamiento. De esta forma se perfiló un poderoso movimiento de masas (compuesto por profesionistas, servidores públicos de escasa jerarquía, intelectuales y periodistas, pequeños y medianos empresarios de la ciudad y del campo,
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