Necolonialimos e intercambio desigual.

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El intercambio desigual conduce hacia una transferencia de valor (transferencia de cantidades de trabajo, esto es, recursos económicos) no en contradicción sino de acuerdo con la ley de valor, no debido a una nivelación internacional de las tasas de ganancia sino a pesar de la ausencia de tal nivelación.

De esta manera podemos comprender y explicar la coexistencia de más altas tasas de ganancia y de más bajos salarios, de la acumulación de capital y de la productividad del trabajo en los países subdesarrollados, y el enriquecimiento relativo de los países metropolitanos a expensas de las colonias y semicolonias, a través de la transferencia de valor que resultan del intercambio de cantidades de trabajo desiguales en el mercado mundial.

Las diferencias crecientes en los niveles de salarios son un resultado, más que una causa, de las tendencias generales del desarrollo de la economía capitalista mundial. El desarrollo a largo plazo de los salarios depende de la tendencia a largo plazo del ejército industrial de reserva y de la tendencia a largo plazo de la productividad del trabajo, por esto en los países colonizados es común ver que el desempleo aumenta de manera alarmante y a su vez los salarios tienden a ser muy desequilibrados en estos países con respecto de los países metropolitanos.

El problema del intercambio desigual se remonta en última instancia al problema de la diferente estructura social del mundo subdesarrollado Las condiciones desfavorables para la acumulación de capital en los países colonizados deben ser atribuidos a causas sociales que fueron endureciéndose bajo los efectos del imperialismo. El desarrollo mismo del capitalismo produce la condición de súper desarrollo en los países metropolitanos y subdesarrollo en las colonias y semicolonias.

Esto ha ocasionado que en los países metropolitanos existan los medios necesarios para poder desarrollar los medios de producción con las mejoras tecnológicas, mientras tanto, en los países colonizados se produce con una o dos etapas atrás de la tecnología o del tipo de industrialización prevaleciente en los países metropolitanos. Esto es un corolario, el enorme ejército industrial de reserva y las tendencias a la industrialización con maquinaria obsolescente (es decir con los desechos de la industria occidental descartados debido a la acelerada obsolescencia del capital fijo). Esto es un ejemplo de lo que se vive en nuestro país donde se ha utilizado durante décadas maquinaria y equipo de “segunda mano” u obsoleto como lo son el armamento usado por el ejército nacional mexicano (armamento usado, aviones reparados comprados a los países metropolitanos que sirvieron en la lucha de la Segunda Guerra Mundial, etc.).

Puede parecer que a veces se lanzan acusaciones contradictorias contra el imperialismo y el capital internacional, en lo que respecta a la industrialización de los países semicoloniales. Pues son al mismo tiempo condenados por usar tecnología obsoleta y plantas súper modernas que ahorran mano de obra que no aumentan el número de empleados e implican técnicas de sobreprecio masivo monopolista debido a la capacidad subóptima utilizada.

No tiene sentido reprochar a las compañías trasnacionales su falta de interés en el desarrollo equilibrado de las economías semicoloniales. Pues es la compulsión de la competencia inherente del modo de producción capitalista lo que hace que esté presente la combinación de los dos males en las operaciones de las firmas extranjeras en las semicolonias, dadas las estructuras socioeconómicas prevalecientes en estas.

Así las mercancías producidas con la tecnología obsoleta no son capaces de ofrecer una competencia seria en el mercado mundial a las mercancías producidas en los países metropolitanos. En los países semicoloniales por lo tanto las exportaciones continúan concentrándose en el sector de las materias primas (ya que las semicolonias están a la expectativa de las mejoras tecnológicas en los países metropolitanos ya que estas no pueden producirse por ellas mismas) más que en la producción nativa en su conjunto. Esto ocasiona que los precios de las materias primas exportadas tiendan a caer, y por lo tanto, no hay una mejora en el desarrollo económico en las semicolonias y al contrario, se manifiesta más el grado de pobreza y desigualdad en las mismas.

El hecho decisivo sigue siendo la imposibilidad de cualquier industrialización a fondo del mundo subdesarrollado dentro del marco del mercado mundial, en la era del capitalismo tardío en el neocolonialismo. Las diferencias interregionales del desarrollo, industrialización y productividad aumentan constantemente. En tales condiciones, todos los mecanismos que aseguran una situación de crisis social permanente en las semicolonias continuarán operando.

Conclusiones:

Nosotros hemos llegado a la conclusión de acuerdo a este capítulo que como vemos hay un gran intercambio desigual, y también ya hemos explicado como es que existe este, y no estamos de acuerdo a la gran explotación que existe, pero los diversos hechos económicos que han marcado a la historia, pero desafortunadamente si no estas a la vanguardia de todo el sistema económico como puede ser la innovación, el desarrollo, la intensificación, etc., terminas siendo desbancado por los países metropolitanos, y por obviamente terminarías siendo parte de los explotados y es como dice Mandel, de los países colonialistas.

Es por eso la transacción de la intensidad del trabajo, y como tal dice el capítulo, el intercambio desigual, por estos distintos factores que estos ocurren, y si nos damos cuenta de acuerdo a la ecuación que plantea, se ve el gran intercambio desigual, que puede ser un país metropolitano, y así se ve la gran explotación de los diversos países desarrollados que hacen con los distintos países coloniales que era el siglo XX, pero si nos venimos en la actualidad, sigue pasando lo mismo, y los países metropolitanos siguen controlando una gran parte del PIB mundial, mientras que los países coloniales siguen siendo fuentes de riqueza de estos.