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REINOS BÁRBAROS

Enviado por   •  2 de Abril de 2018  •  2.168 Palabras (9 Páginas)  •  336 Visitas

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Al consolidar Mahoma la unidad de las tribus en torno al Islam, la tradición guerrera se puso al servicio de la civilización y el Estado musulmán. Así, Mahoma, durante su estancia en la ciudad de Medina pasó de ser un líder religioso a un jefe de Estado, político, juez y guerrero.

El Estado implantado por el profeta era un estado teocrático, es decir, un Estado basado en la unión de los poderes jurídicos, políticos, militares y económicos estrictamente regidos por las creencias religiosas. El Estado musulmán era considerado el gobierno de Al-há en la tierra. El orden civil y religioso se funden; actualmente en los países de confesión islámica el jefe de Estado es al mismo tiempo la máxima autoridad religiosa.

La religión Islámica admite la idea de la guerra como un recurso legítimo para defender la fe y los territorios islámicos. Pero esta guerra no debe ser nunca ofensiva sino defensiva. El Islam no es una religión violenta, el Corán (libro sagrado de los musulmanes) rechaza la agresión, el asesinato y la injusticia.

Los árabes legaron a la humanidad un gran patrimonio cultural:

Fueron los inventores de la matemática, la geometría analítica, la plana y la esférica

Poseían gran imaginación literaria que se expresa en poemas, proverbios y cuentos conocidos en todo el mundo: Simbad el marino, Aladino y la lámpara maravillosa, Las mil y una noche

La arquitectura con un estilo propio y abundante: arco de herradura, arcos ojivales, finas columnas y cúpulas, decoración en arabescos con motivos vegetales o geométricos. Son construcciones representativas los templos o mezquitas, los minaretes o torres donde se anunciaba el momento de la oración, y los palacios.

En el tejido, la fabricación de alfombras.

Su capacidad tecnológica hizo posible la producción de telas, aceros, cueros y otros artículos industriales de gran calidad. En el campo agrícola construyeron sistemas de riego que permitieron el cultivo de tierras, antes poco aptas para dicha actividad.

IMPERIO CAROLINGIO

Después de las invasiones bárbaras en los siglos V al VII, en el continente europeo se consolidaron dos reinos: los francos, que se asentaron en las Galias, territorio actual de Francia; y los lombardos, que ocuparon el norte de Italia y el centro de Europa.

Uno de los grandes temores de estos reinos cristianos fueron los constantes ataques de los musulmanes, quienes habían dominado el Turquestán ruso, la península Arábiga, todo el norte de África y la península Ibérica y que ahora habían decidido invadir el resto de Europa comenzando por el reino franco.

Los francos dirigidos por Carlos Martel, mayordomo de palacio (administraba los bienes y la guardia personal del rey) derrotaron a los musulmanes en la ciudad de Poitiers en el año 732. Luego, Pipino el Breve, hijo de Carlos Martel reconquistó la ciudad de Nimes y en el 759 destruyó la última guarnición musulmana en territorio franco; buscó apoyo en el Papa y con esta alianza derrocó a Childerico III, último rey merovingio y se coronó como rey de los francos. Así nació la dinastía carolingia, nombre que recibió en honor a Carlos Martel. En el año 768 murió Pipino y las provincias quedaron en manos de su hijo Carlomagno. Bajo su poder se unificó el poder de la Iglesia y el poder del rey; le proporcionó protección al Papa León III y éste lo coronó como emperador de Occidente. De esta manera surgió el Imperio Carolingio, que logró reunir bajo sus dominios los territorios de las provincias francas de Neustria, Austrasia y Borgoña, actuales territorios de Francia, Holanda, Bélgica, Suiza, Austria y parte de Alemania, Hungría, Italia y el nororiente de España.

Carlomagno aseguró la fidelidad de sus súbditos francos en la actividad militar y distribuyó el poder entre sus soberanos, heredando el poder por parentesco. Dividió el territorio del Imperio en condados y ducados, que eran administrados por miembros de la nobleza que recibían los títulos de conde y duque, respectivamente. Ellos se encargaban de reclutar hombres para el ejército, recaudar impuestos y administrar justicia.

Las villas representaban el patrimonio del señor. Estas tierras se encontraban divididas en reservas y múltiples parcelas. Tenía la vivienda del señor, las construcciones necesarias para la explotación y con frecuencia una iglesia, a su alrededor las tierras de cultivo. El resto de las tierras laborables o parcelas se fragmentaban en lotes asignados a esclavos libertos y campesinos libres. Los campesinos podían trabajar la tierra a cambio de: algunas monedas que debía pagar a su señor y una cantidad fija de productos agrícolas; y trabajar las tierras del señor: arar, sembrar, cuidar los cultivos, recolectar y transportar los productos a la casa del señor. La riqueza de los señores feudales estaba representada en la cantidad de tierra que poseían y el número de siervos a su servicio.[pic 5]

La actividad económica del Imperio Carolingio era muy precaria, la agricultura era de subsistencia y las técnicas de cultivo eran muy rudimentarias; la actividad comercial estaba reducida a las importaciones de artículos de lujo de Oriente para la aristocracia carolingia. Era una economía de subsistencia, con uso restringido de la moneda, donde la posesión de la tierra era la única fuente de riqueza y poder.

Con Carlomagno la vida cultural del imperio se reanimó: se crearon centros de educación literaria para educar a los jóvenes nobles para ser futuros soldados y funcionarios; se creó un círculo literario de poetas y eruditos; se reglamentó el latin, se adoptó la escritura carolingia; se produjeron obras pictóricas; ordenó que se escribieran y coleccionaran los antiguos cantos bárbaros de luchas y batallas, que trataban de héroes de la época de las invasiones como Atila y sus guerreros.

La decadencia del Imperio se intensificó cuando Carlomagno dividió el imperio entre sus tres hijos, los dos mayores murieron rápidamente quedando en manos de Luis el Piadoso, de carácter débil y vacilante y una gran devoción religiosa. Los hijos de Luis (Carlos el Calvo, Luis el Germánico y Lotario I) lucharon después entre ellos por el poder de gobierno y así fueron entregando a sus partidarios los bienes del imperio, hasta que repartieron los territorios a través del Tratado de Verdún en el año 843.

3.TRABAJO INDIVIDUAL:

Completa cada párrafo con las palabras del recuadro.

Islam

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