La explotación petrolera en el Yasuní-ITT

La explotación petrolera en el Yasuní-ITT

Jéssica Ramirez Neira                         B-1                                       09/febrero/2015

El Yasuní es un parque nacional ecuatoriano que se extiende sobre un área de 9820 km2 en las provincias de Pastaza y Orellana entre el río Napo y el río Curaray en plena cuenca amazónica, el mismo que fue declarado el 20/11/1979 como parque nacional, en 1989  fue designado por la UNESCO  como una reserva de la biosfera y en 1999 una parte del Parque fue declarada como "Zona Intangible”, dentro del Yasuní viven varios grupos indígenas: los Kichwa, Huaorani, Tagaeri y Taromenane, además de la riqueza cultural de sus pueblos aborígenes; el Yasuní representa uno de los lugares más biodiversos del mundo, allí habitan una de las mayores variedades genéticas de animales y plantas del planeta; se encuentra dividido en 5 bloques petroleros, que son 14,16,17,31 y 43 (ITT), los primeros cuatro bloques se encuentran en plena fase de producción; mientras que el 5 bloque 43 (ITT) (Ishpingo, Tambococha, Tiputini), son los nombres de tres pozos petroleros en proceso de llevarse a cabo una explotación; para proteger estos campos se implementa la propuesta Yasuní-ITT que fue lanzada en el año 2007 por el Presidente Rafael Correa, mediante la cual el Ecuador se comprometía a mantener inexplotadas las reservas en el campo ITT, a cambio, que la comunidad internacional contribuyera financieramente con al menos US$ 3.600 millones cuya cifra equivale al valor percibido en caso de que el Estado optara por la explotación petrolera; esta Iniciativa fue impulsada para evitar la emisión de 407 millones de toneladas de CO2, proteger la biodiversidad en el Ecuador, y el desarrollo de  programas sociales; pero, tras seis años más tarde de haber sido anunciada la iniciativa Yasuní-ITT, apenas se logró recaudar US$ 13.3 millones del dinero que se pedía, es por eso que, ante la necesidad de recursos para combatir la pobreza el Presidente Rafael Correa anunció el 15/08/2013 el cese definitivo de la iniciativa y la consiguiente explotación de los pozos petrolíferos, de los cuales solo se explotará el uno por mil y se estima que aproximadamente $5.000 millones costaría la explotación de los pozos ITT y se obtendrían 846 millones de barriles de petróleo;  para esto la empresa encargada de la extracción, estaría a cargo de la petrolera estatal Petroamazonas, la cual se rige bajo estándares de alta calidad, seguridad y sostenibilidad con el entorno; el proyecto Petroamazonas “Bloque 43 o ITT” se encuentra en la provincia de Orellana fuera de la zona intangible del Yasuní y sólo se accede por vía fluvial o por helicóptero; para ingresar a la zona Petroamazonas cuenta con técnicos y topógrafos ambientales para determinar cuáles son las mejores formas de acceso que signifiquen un óptimo manejo ambiental, a través de un levantamiento biótico y forestal para proteger la flora y fauna; ingenieros especialistas en ambiente, obra civil, topografía, biología, arqueología, sociología, antropología, están a cargo de resguardar nuestros recursos; previo al desarrollo de las operaciones de Petroamazonas EP un equipo de especialistas en flora y fauna realizan un minucioso análisis e inventario de las condiciones del sector; el equipo biótico identifica a los animales, plantas, árboles, insectos, reptiles que habitan en el área con la finalidad precisamente de salvaguardarlo en el futuro, una vez realizado este análisis se construye un angosto derecho de vía, a los costados de este acceso se instala la tubería por donde se transporta el crudo, el cable de energía eléctrica, y la fibra óptica para la transmisión de datos, los 3 cables son enterrados y el área es nuevamente revegetada; el trayecto del acceso ecológico respeta la geografía de la zona, preserva cursos de agua, y árboles gigantes; Petroamazonas instaló puentes de dosel artificiales en los árboles para que especies como monos, osos perezosos y felinos sigan cruzando de copa a copa; en la fase de perforación el taladro  ingresa a más de 8000 pies (2400 metros) de profundidad en la roca, para extraer el fluido; Petroamazonas utiliza espacios reducidos del bosque para construir las plataformas de producción, ya que desde una misma plataforma se puede extraer el fluido de hasta 30 pozos o más a través de perforación en racimo o perforación direccional; los modernos campos petroleros de Petroamazonas no tienen electricidad ni plantas para procesar el petróleo, esas tareas se las realiza en facilidades petroleras ubicados a kilómetros de distancia (75 km. distancia); el crudo es transportado varios kilómetros a través de tuberías enterradas, estas tuberías son monitoreadas las 24 horas los 365 días del año, por ello cualquier cambio en la presión de esta tubería es detectado inmediatamente y activa un sistema automático de cierre de válvulas que se lo controla en salas computarizadas esto evita que se den incidentes que puedan afectar la naturaleza; también están las facilidades de separar el fluido que se recibe de las plataformas compuesto por agua, gas y petróleo; el agua es procesada limpiándola de bacterias y residuos de crudo y se la reinyecta a 7000 pies de profundidad; por otro lado el gas asociado que antes era quemado en grandes mecheros sirve para generar la electricidad que las mismas plataformas de producción y centrales de procesamiento de petróleo requieren, una vez separado del agua y el gas el petróleo es enviado a la empresa pública encargada para la exportación y venta de 360.000 barriles de petróleo diarios; con la extracción del crudo se obtendrán ingresos que alcanzarán un total de US$18.000 millones destinados para el pueblo ecuatoriano; para llevar a cabo este proyecto petrolero  Petroamazonas también se ha encargado de la obtención de todos los permisos sociales de las comunidades de las áreas de influencia directa del proyecto y especialistas forestales se encargarán de trabajar con la comunidad para garantizar una cultura de reforestación y conservación de especies forestales originarias de la zona; ahora bien cabe recalcar, que algunos activistas auguran la destrucción del Parque Nacional Yasuní cuando comience a extraerse petróleo, pues a pesar de las estrictas medidas tecnológicas, ambientales y sociales que se tomen  no se puede negar el fuerte impacto ambiental que produce la extracción de crudo, por tal motivo, dichos activistas querían que se consulte a los ecuatorianos si desean o no que el crudo se quede bajo tierra, y efectivamente la encuestadora  de la firma CEDATOS, efectuó un sondeo de opinión de los cuales el 56% de los ecuatorianos encuestados dijo que si estaban de acuerdo con la decisión del Gobierno de explotar los bloques ITT; debemos recordar que, la actividad petrolera causa problemas ecológicos que muchas veces no son visibles pero que son perjudiciales para la naturaleza y los seres humanos; también cuenta el factor social, nacionalidades indígenas de cuyos territorios son despojados; colonos que van tras las compañías petroleras, dispersándose en la selva y deforestándola, en mi opinión considero que la explotación de los bloques ITT es necesaria para el desarrollo sustentable del país, pero, eso no compensará el terrible daño ambiental.