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Percepción de los Adolescentes frente al Consumo de Alcohol

Enviado por   •  29 de Diciembre de 2018  •  2.345 Palabras (10 Páginas)  •  424 Visitas

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Sustancias Mixtas (marihuana y éxtasis) son aquellas que pueden producir simultáneamente dos o más efectos de las otras SPA.

Simultáneamente, existen tres categorías de personas consumidoras de sustancias:

Usadores. Son aquellas personas que usan SPA de manera ocasional.

Abusadores. Personas que usan sustancias psicoactivas a pesar de tener conciencia de que hacen daño y además ignoran presiones sociales, familiares y políticas.

Dependientes. Se refiere a aquellas personas consientes de las consecuencias neurobiológicas y sociales, pero se distinguen de los abusadores por que presentan dos fenómenos: Síndrome de abstinencia (síntomas físicos después de frenar el consumo como nauseas, dolores, sudoración) y fenómeno de tolerancia (incremento gradual en la dosis de la sustancia e incremento del neurotransmisor llamado dopamina) (Celis, 2012).

1.1.3. Alcohol. Como se menciona anteriormente dentro de las llamadas sustancias psicoactivas se encuentra el alcohol, el cual se ubica en la categoría depresora del sistema nervioso central, esta bebida alcohólica según Pons y Berjano (1999) se obtiene mediante dos procedimientos, el primero es la fermentación, consiste en degradar sustancias orgánicas por la acción de enzimas microbianos y desprendimientos gaseosos, es decir, la fermentación transforma el azúcar de los frutos en alcohol; el segundo procedimiento es la destilación, consiste en vaporizar parcialmente líquidos fermentados, obteniendo así licores con mayor contenido alcohólico. Considerando lo anterior, las bebidas como la chica, el vino, la cerveza y el champan, son bebidas producto de la fermentación, mientras que las bebidas como el aguardiente, el whisky, el ron, el coñac, la ginebra y el vodka, son bebidas producto de la destilación debido a su mayor contenido de alcohol.

Pons y Bejarano (1999) afirman que:

“Inmediatamente penetra en el organismo, el alcohol produce una dilatación de los vasos sanguíneos periféricos y, consiguientemente, al refrigerarse la sangre, un descenso de la temperatura. Si la ingestión es pequeña, aumentará la secreción gástrica, pero si es elevada, la secreción gástrica se inhibe y la mucosa estomacal sufre una fuerte irritación, pudiendo dar lugar a gastritis, vómitos, diarreas, etc. Cuando el estómago está vacío, el alcohol lo atraviesa muy rápidamente y pasa al duodeno y al intestino delgado, donde es absorbido, distribuyéndose en el torrente circulatorio en poco tiempo. Si, por el contrario, el estómago está lleno, el alcohol se difunde a la sangre lentamente, a medida que va pasando al intestino delgado”. (p.27)

Es así como el alcohol se considera un depresor del sistema nervioso central, su consumo desinhibe a la persona haciéndole cometer conductas diferentes a las adoptadas en sobriedad generando problemas de coordinación, falta de equilibrio y disminución de la conciencia.

De manera semejante la Fundación Alcohol y Sociedad (2000) menciona existencia de cuatro etapas básicas para la metabolización de alcohol:

Absorción. Cuando el alcohol es ingerido, este pasa por el esófago, luego por el estómago para luego llegar al intestino delgado donde es absorbido. Es importante mencionar que la cantidad de alimentos que haya en el estómago permiten obstaculizar el paso de las bebidas alcohólicas demorando el proceso de absorción del alcohol en la sangre.

Distribución. Cuando el alcohol es absorbido por el intestino delgado, esta sustancia viaja en la sangre a través de venas y arterias llegando a todos los lugares del organismo.

Metabolización. La sangre lleva hacia el hígado el alcohol diluido, donde el 90% de este será metabolizado. Cuando el hígado metaboliza el alcohol, lo que hace es transformar una sustancia externa (alcohol) en otra que pueda asimilar el organismo (ácido acético).

Eliminación. Solo el 10% del alcohol ingerido no se transforma, este finalmente se elimina a través de la orina, el sudor y el aliento.

1.1.4. Percepción, adolescencia y consumo. La adolescencia es fenómeno normal, que no es en sí mismo ni bueno ni malo: simplemente hace parte del desarrollo. (Peña, Pérez, y Scoppetta, 2002).

Ruiz y Medina (2013) mencionan que los adolescentes perciben el consumo de alcohol como la manera divertida de socialización con los pares porque permite establecer relaciones, ser parte de un grupo y buscar su identidad. En otras palabras, al ser la adolescencia una etapa caracterizada por tener grandes cambios, genera búsqueda de apoyo y aprobación en los grupos de iguales exponiendo al adolescente más fácilmente a la ingesta de bebidas alcohólicas ya que están aceptadas socialmente.

Es importante mencionar que los cambios cognitivos generados en la adolescencia generan en la persona una visión diferente del mundo que lo rodea, donde el ego y la invulnerabilidad se encuentran siendo parte de la personalidad de la misma (Toro, 2013). Por lo tanto, la necesidad de los adolescentes por experimentar nuevas sensaciones acompañadas de esos cambios cognitivos, influye en que se vea el consumo sustancias alcohólicas como la mejor opción sintiéndose satisfechos al ejercer esa nueva conducta.

Ruiz y Medina (2013) afirman: “Los adolescentes que se involucran en el consumo emplean el alcohol como una estrategia de aliviar emociones desagradables y lo relacionan con la búsqueda de emociones y sensaciones de bienestar” (p.2). Es decir, el consumo de alcohol en la adolescencia se encuentra relacionada con la percepción que se tiene sobre los efectos de bienestar y diversión que generalmente provoca, por tanto los jóvenes buscan en esta sustancia el refugio para afrontar sus problemáticas emocionales.

El clima de diversión donde el consumo de alcohol, las conductas de riesgo y el placer rápido se interpretan como algo normal, facilitan la baja percepción sobre el riesgo a que la persona está expuesta (Martínez, 2012). En otras palabras, la mayoría de los adolescentes consumen bebidas alcohólicas haciendo caso omiso a las consecuencias nocivas que puede traer tanto a nivel familiar, escolar y personal (físico-psicológico), ya que es una sustancia que genera en ellos distracción, placer, fácil expresión emocional y fortalece las relaciones sociales.

Cabe agregar que la Fundación Alcohol y Sociedad (2000) afirma:

El mayor riesgo que tiene un adolescente cuando toman alcohol es que potencia aún más la

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